Jacinda no es una chica común. Desciende de dragones que pueden adquirir forma humana y ocultarse de los predadores que los persiguen. Su clan la tiene bajo control, ya que ella es la última de su especie: una bella y poderosa draki de fuego, comprometida con el príncipe heredero. Pero un encuentro fortuito obliga a Jacinda y a su hermana gemela a huir de su comunidad y adentrarse en el mundo de los humanos. Ella luchará por evitar que sus instintos se apaguen, aunque esto signifique acercarse a su adversario, un enemigo tan atractivo como peligroso, capaz de encenderla con solo mirarla.
Una irresistible atracción se enciende en esta primera novela, en la que una chica superará todas las prohibiciones y cruzará una ancestral línea divisoria para defender sus sentimientos, su esencia y su libertad.
Por raro que pueda parecer, solo he leído un libro en el que aparezcan dragones, y ya tenía ganas de conocer otras historias donde estas criaturas sean los protagonistas.
Porque yo sé lo que se siente cuando te utilizan, cuando te valoran solo por lo que puedes hacer..., no por lo que eres, no por lo que quieres ser.
En el mundo de Firelight nos encontramos con criaturas parecidas a los dragones, no dragones como tal, sino descendientes de ellos, que han ido evolucionando para poder protegerse de los cazadores. Este dato a la vez de gustarme, me confundió un poco. Dragones que se convierten en humanos es lo mejor que podría pensarse, ya que ¿quién no quisiera serlo? Pero algo que me dejó pensando, y que no me queda bien claro del todo, es el tamaño de éstos. Yo a los dragones los imagino (y veo imágenes) como unos seres inmensos, pero en esta historia no te mencionan el tamaño que pueden tener, aunque lo que entendí es que no son más grandes de lo que son en su tamaño humano.
Por otra parte, la historia. Me ha encantado. Todo este mundo de los drakis, la explicación de dónde vienen, quiénes los cazan, lo que pueden llegar a hacer me ha atrapado. Y los lugares. En un principio pensaba que esta iba a ser una historia contada en el pasado, tipo edad media o algo así, pero es una historia en el presente. Aparecen los colegios de ahora (bueno, los de EEUU) con jóvenes de esta época, algo que ayuda a que le cojas más el gusto. Pero, a pesar de toda esta historia atrapadora, también hubo partes que me dejaron con ganas de más, porque sí esperaba más de la historia, ya que a veces se volvía un poco predecible. Pero lo dejas pasar.
El comienzo fue lo mejor, porque empieza lleno de muchas emociones que te atrapan. Y aunque sea un libro introductorio, porque todas las primeras partes de una trilogía o saga lo son, no lo sientes como tal. En todo momento está pasando algo, y solo hay pequeños instantes de tranquilidad que terminan con otros de tensión. Siempre quieres saber de más de lo que pasa y de lo que va a pasar.
Y tenemos unos personajes fuertes. Jacinda y Will son unos personajes tenaces. A pesar de todo lo que tengan en su contra, ellos harán lo que sea por conseguir lo que quieren. Unos personajes que siempre se han sentido manipulados, y solo quieren ser dueños de su propia vida, por lo que luchan por eso.
Bueno, de alguna forma siempre llego a esto. Hay romance entre estos dos personajes, y la historia no se centra en eso. Es una parte importante, aunque no el centro de todo. Pero no me gustó el modo en el que se desarrolló esta conexión. Todo tiene su explicación, pero por momentos no me creía ese romance. Lo bueno es que no es para nada empalagoso.
En resumen, Firelight es un libro con una historia cautivadora, con sus puntos fuertes y débiles, y bien llevada. Con unos personajes con mucho carácter los cuales te llevarán por una cantidad de emociones que te acompañarán hasta el final del libro.