Nicky Spurgeron (Will Smith), es un estafador experimentado, el cual fue entrenado por su padre y abuelo en el arte del engaño. Focus te explica cómo llamar la atención de una víctima, mientras le robas fuera de su campo de visión. Una noche en un bar de Nueva York, Jess (Margot Robbie), una estafadora novata, lo recoge y lo lleva de regreso a su hotel.
Su marido enfurecido irrumpe en la sala de exigir dinero a Nicky o le matará. Nick sabe los dos están tratando de estafarlo. Eso habría sido el final de una noche extraña, excepto Jess quiere aprender algunos trucos de un maestro, y Nicky está enamorado de ella.
Esta producción está bien diseñada y muy pulida buscando engañarte en todo momento. No es tan apasionante como parece en los trailers, pero es original y eso no lo detiene de ser divertido.
La trama mezcla, robos, violencia y excitación para mantener a la sala, ansiosa. El guión tiene un montón de vueltas y revueltas, y no se puede bastante adivinar donde la historia está conduciendo, aunque sí se sabe instintivamente que una gran estafa está por venir.
Margot Robbie, ciertamente alta y hermosa en especie inocente, tiene un interior duro. Adrián Martínez como Farhad, uno de los compinches de Nicky, trae humor a la pandilla. Gerald McRaney juega el secuaz perfecto. Rodrigo Santoro está bien como el playboy argentino.
Will Smith carga esta película sobre los hombros. Su actitud fría y extraña hace que tenga una enorme presencia en la cinta, y sabe cómo trabajar la cámara. Físicamente, para un hombre de 47 años de edad, está en gran forma.
Focus es un poco extraño, pero atractivo, no obstante. No se dio por vencido. No se detiene. O, como Nicky dice, “Nunca dejes caer la estafa. Muere con la mentira.”
★★★★ 8/10
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