Reseña: Gente que viene y bah de Laura Norton

¡Buenas, bloggeros! Hoy os traigo la reseña de Gente que viene y bah, una novela muy divertida que me ha dejado con buen sabor de boca pero del cual esperaba más. ¿Empezamos...? El libro da comienzo presentándonos a Bea, una chica que hasta el momento llevaba una vida "normal". Contaba con un buen trabajo (en el que no era reconocida, pero que al menos le gustaba), un novio caracterizado por ser un buen partido aunque una persona horrenda y una boda que planear, su boda.

De un momento a otro todo lo que creía poseer se desvanece, y es entonces cuando Bea se da cuenta de que su vida no es tan perfecta como creía. Víctor, su prometido, la ha dejado por la presentadora más top del momento, una mujer guapísima, cuatrilingüe e impresionante en todos los aspectos. Acaban de despedirla de su trabajo, y lo peor de todo, no tiene a donde ir salvo de regreso a Cantabria, a su hogar.En el tren, camino a casa de sus padres, Bea se queda prendada de un pelirrojo, pero no de cualquier pelirrojo, sino del soltero de oro de Cantabria, quien conduce un mercedes rosa, vive con su sus suegros (la suegra es una verdadera psicópata) y tiene una hija muda. 

En su casa no tardan en enterarse de lo sucedido con Víctor e intentan arroparla con todo el cariño que pueden dar, pero las cosas en el pueblo están peor de lo que Bea imaginaba y se ve inmersa en situaciones que jamás habría pensando: como obsesionarse en construir una casa de árbol, hacerse pasar por la hija muerta de la suegra de Diego, el pelirrojo, o ver a su hermano recién salido del armario liarse con el fabari Jacobo, un guardia civil antiguamente camello.Las situaciones llegan a ser tan absurdas que con solo leer las primeras palabras ya estas tronchándote de la risa. 

La historia es ciertamente entretenida, tiene personajes entrañables y de alguna forma u otra logra sacarte una sonrisa. Sin embargo como he dicho al principio, me esperaba más. El romance de Bea y Diego no ha terminado de cuajar en mi cabeza, a mi parecer faltan piezas por encajar, pero del resto no tengo queja alguna. 

«Me altero fácil, puede ser, desconfío de la gente, mucho, las injusticias me enervan, sí, tiendo a ver las cosas más negras de lo que son, tal vez, y puede que tenga cierta incapacidad social y no aguante mucho las tonterías, pues… vale».

De este libro si tuviera que destacar algo sería a León, Finn y Jacobo, los personajes secundarios masculinos. Es de las pocas veces que no he logrado conectar cien por cien con la protagonista y creo que eso se debe a lo exagerada que es en ciertas ocasiones y a su carácter tan peculiar. Bea (ni sus hermanas) han congeniado conmigo.