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Reseña: Hermanastra, de Jennifer Donnelly

Publicado el 09 febrero 2020 por Alexisread
Reseña: Hermanastra, de Jennifer DonnellyTítulo: HermanastraTítulo original: StepSisterAutora: Jennifer DonnellyEditorial: OcéanoISBN: 9786075570204Páginas: 384SINOPSIS: 
Isabelle no es la preciosa muchacha que ha enamorado al príncipe tras perder un zapato de cristal, sino la hermanastra fea que se ha cortado los dedos de los pies para lograr meterlos en el zapato de Cenicienta. Y ese zapato… se está llenando de sangre. 
Cuando el príncipe descubre el engaño, la rechaza y condena a su familia al desprecio del pueblo. Pero ella cree que se lo tiene merecido: quería ser como Cenicienta y sólo ha conseguido ser mala y celosa. Ahora tiene la oportunidad de cambiar su destino y demostrar lo que las hermanastras feas siempre han sabido: ni siquiera un corazón roto basta para someter a una chica. 
NO TE CONFORMES CON ROMPER EL CUENTO DE HADAS. HAZLO AÑICOS.

OPINIÓN:Reseña: Hermanastra, de Jennifer DonnellyEstoy feliz de que Hermanstra llegara a mis manos. En pocas palabras, encontré un libro que reescribe la historia de Cenicienta de una manera poderosa, con personajes que sobresalen por sí mismos y un ambiente triste pero repleto de esperanza.
Hay varios aspectos que resaltar de este retelling. El primero de ellos es Isabelle, la protagonista de la historia, hermanastra de Ella, la princesa (o Cenicienta). Al igual que yo, muchos al comenzar este libro tendrán en su mente a las hermanastras de alguna de las versiones de la historia, ya sea por el cuento, películas animadas y películas live-action, y en todas ellas las hermanstras son aquellas que nos causan desagrado por la manera en la que tratan a su hermanastra, pero nunca realmente, por lo menos yo, nos pusimos a pensar en qué había detrás del comportamiento de esas hermanas, ¿serían solo celos? En este caso Jennifer Donnelly nos da la oportunidad de conocer su versión, y sin duda es una versión que no sería difícil de creer. Isabelle no siempre se sintió mal consigo misma, ni era mala con su hermanastra, pero después de cierto día, lo fue, y desde ahí no dejó de empeorar, hasta que Ella se hizo Princesa, y en este libro vemos cómo Isabelle se va descubriendo ella misma, recordando y dándose cuenta de que ella no era así y nunca deseó serlo. Sí, Isabelle es poco agraciada, pero eso no debió de ser un problema, pero lo fue. Isabelle a lo largo de la historia nos cuenta cómo fue que se hizo así, qué la fue orillando y qué era lo que desde pequeña en verdad deseaba, no eran zapatillas, vestidos y un esposo, era una espada, un escudo, su amigo Felix y las aventuras. Darse cuenta de esto y todos los acontecimientos de la historia son los que cambian su vida, otra vez. Isabelle ha sido el personaje que hace mucho no esperaba pero que me alegra haber encontrado y conocido. Me ha dado esperanzas de seguir encontrando protagonistas como ella, tozudas, pero valientes y empáticas. Nos demuestra que aunque la vida no sea como quisiéramos, siempre podemos intentar una y otra vez irnos por una camino mejor. Hasta llegar al destino que deseamos. Al igual que Isabelle, está su hermanastra Tavi, quien ama las matemáticas, la ciencia y aprender todo lo posible. Su amargura nace, al igual que Isabelle, al no permitírsele disfrutar de lo que ella quería, y obligarla a dedicar su tiempo a conseguir esposo, lo que se suponía debía ser lo más importante para las mujeres, algo común en aquella época. Ambas hermanas son peculiares a su modo, y son diferentes para su época, por lo que juntas nos demuestran lo que es el feminismo, y lo hacen de una manera que es parte de la historia, no se siente pesada ni obligatorio, simplente se nos muestra cómo habría cambiado la vida de estas dos mujeres si hubieran tenido los derechos de los hombres. El feminismo presente en el libro es obvio, pero se disfruta y se aplaude, es un aporte excelente para la lectura y para concientizar mientras se lee. También, que hay hombres y mujeres de todo tipo de personalidad, y no se puede encasillar a nadie en un solo espacio, la diversidad es inmensa, y se debe respetar.
Este mundo, la gente que vive en el, nos mete en cajas. Tú eres un huevo. Tú eres una papa. Tú, una col. Nos dicen quiénes somos. Lo que tenemos que hacer. Lo que seremos. Porque tienen miedo. Temen lo que podríamos ser.

Soy del grupo de personas que cree que mientras la manera de ser de otras personas, sus gustos, atracciones y deseos no perjudiquen a terceros ni los dañen, cada quien puede hacer lo que le gusta, estar con quien desee y vivir su vida a su manera, con el respeto siempre presente. Nadie puede decirte quien eres, tú eres el dueño de tu vida. Y muchas veces uno mismo les permite a otras personas decirnos quienes somos, y nos lo creemos, lo aceptamos, lo permitimos. Pero no debería ser así. Aunque en menor medida, la autora te invita a aceptarte y valorarte por quien eres.
Reseña: Hermanastra, de Jennifer Donnelly
Por otra parte, los cambios que la autora le hizo a la historia me han resultado creativos, ligeros y llamativos. Comenzando por el hada madrina, que personalmente la recuerdo rechoncha y simpática de una película animada que llegué a ver; en Hermanastra es feroz, temible y atractiva. El cambio me pareció que encaja porque en el libro representa la naturaleza, y siempre he creído que, si de alguna parte puede venir la magia, es de la naturaleza. A la protagonista no se le dan las cosas, así como así, sino que la ponen a conocerse, a trabajar y a sufrir para salir del hoyo en el que estaba. También juegan un papel importante La Parca y Azar, que en principio admito que no entendía muy bien por qué esos nombres o quiénes eran, pero ya después me di cuenta que podría considerarse como el destino y la incertidumbre, o mejor dicho, el azar, ya que hay quienes creen tener su camino trazado hagan lo que hagan y quienes creen que uno mismo lo traza o lo cambia conforme toma decisiones, y es ahí donde entra el azar. En este caso ambos personajes están bien construidos, cada uno peculiar a su manera, más Azar, y con el epílogo uno queda tranquilo pero con esperanzas de más. De igual manera, se mencionan un par de traiciones humanas que me parecieron bastante posibles y reales no solo en esa época, sino también en la política actual. Finalmente, aunque seguro se me pasan varias cosas, pero eso ya se los dejaré para cuando lean el libro, está la mamá de Isabelle y Tavi, madrastra de Ella, quien es curiosa la manera en la que fue representada, conservando su necedad de casar a sus hijas con el príncipe o con un hombre con mucho dinero, pero se le añade un toque de locura, no tan pequeño, que es gracioso y a la vez preocupante, pero que es parte del crecimiento de Isabelle.
La novela de Donnelly reivindica a las hermanastras de Cenicienta de una manera feminista, que se disfruta y se entiende, permite el desarrollo de la historia con la fuerza, inteligencia y dureza de las hermanastras, lo cual es parte fundamental de la novela. Te invita a ser valiente, quererte tal y como eres, valorarte y recordar que eres capaz de cumplir tus sueños.
Hay de todo en el libro, acción, romance, traiciones, magia, sangre, hermandad y mucho más, lo que juntos hacen de Hermanastra una lectura inolvidablemente fantástica. Nunca verás igual la historia de Cenicienta otra vez.

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