Título: La afilada navaja de Ockham. Contra el abuso policial, en defensa de los derechos del ciudadano de bien.
Autor: Ignacio Fernández Candela
Editorial: Editorial Lampedusa
Páginas: 242
I.S.B.N.: 978-84-613-8169-2
SINOPSIS
Ignacio Fernández Candela halló la inspiración de este libro en unos acontecimientos que se iniciaron un 9 de Marzo de 2009 de manera sorpresiva. El error policial es un hecho que puede suceder a cualquier persona, de toda condición, y es más grave si se asocia al abuso, por la indefensión que supone a un ciudadano honrado no ser respetado en sus derechos. De la adversidad que supuso un hecho que puede consumir la vida de una persona, se pasó a la victoria pese a tener en contra todas las circunstancias. El relato es una inspiración de la vida real –que supera a la ficción– y un ejemplo de superación y esperanza aun cuando todo pueda parecer un mal insalvable. Es La afilada navaja de Ockham, también, una espectacular llamada a la esperanza, incluso allá donde las sombras parecen ocultar la realidad de una España sumida en el engaño del que sus habitantes todavía no parecen despertar.
RESEÑA La afilada navaja de Ockham es una novela distinta. La podría clasificar como material autobiográfico, pero también es un libro periodístico y por qué no, político. El autor utiliza su prosa para elevar una denuncia por el abuso policial recibido ante una detención ilegal. Esa denuncia es una excusa. Una excelente excusa para introducirnos a una denuncia mayor: la de una sociedad en decadencia. Fernández Candela suelta hilos paulatinos de lo que fue su calvario y entre medio teje críticas al corporativismo policial, a la corrupción del sistema judicial y gubernamental, a los medios de difusión y a gran parte de la sociedad misma. Escrita en primera persona, nos introduce a los sometimientos físicos y psíquicos que puede recibir cualquiera de nosotros, cuando menos lo esperamos. Y también nos relata cómo logró sobreponerse a semejantes adversidades. Una muestra de ello es el siguiente párrafo: Muy a menudo olvidamos que la vida real está desprovista de las bandas sonoras de esas películas que nos sensibilizan creyéndonos los cuentos que nos describen. La realidad es dura y poco musical y, aunque todo lo vivido parecía una película, no había el menor atisbo de romanticismo en mi inocencia, sino una degradante y vergonzosa conculcación de mis derechos contra la que debía luchar mentalmente con perseverancia para no ser socavado psicológicamente. Bien estructurada y con un nutrido y a la vez enérgico vocabulario, muestra, para mi gusto, un solo defecto, y es el de extenderse en demasía en la narración de algunos detalles, los que considero que no son esenciales para la historia. La afilada navaja de Ockham, narra un hecho acontecido en España, pero sin duda que la puedo trasladar a mi país, Argentina, puesto que es un reflejo fiel de lo que también ocurre por estas tierras.
Mi apreciación personal: Libro para informarse, para permanecer atentos y, para los que tal vez lo necesiten, sacarse las vendas que les tapan ojos, boca y oídos.
Como siempre, aguardo sus comentarios y sus críticas.
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