Todo el pueblo decía que Lee McFarland estaba loca, era una joven excéntrica que vivía en una granja y no hablaba con nadie, excepto con su tía.
Lee es atípica, misteriosa y llena de peculiaridades, le gusta salir desnuda por las noches y bailar con las luciérnagas.
¿Podrá una chica como ella salvar el corazón de Brand?
Brand es un joven rebelde con el alma rota, el asesinato de su hermano lo ha traumatizado y se siente culpable por lo sucedido.
¿Puede el amor sanar las heridas? ¿Curan los besos el dolor?
Atrévete a descubrir esta historia sobre las segundas oportunidades, sumérgete en la magia y descubre lo que esconde la mirada de Lee.
Este libro llegó por sorpresa a mi casa y creo que esa es la tónica de mi experiencia leyéndolo, sorpresa.
Nuestro protagonista es Brand, (ya desde aquí me sorprendió pues yo pensaba que sería Lee) un chico que vive sin vivir pues se siente culpable de la muerte de su hermano. Por otro lado tenemos a Lee, tiene fama de loca, pero en realidad es una chica muy especial, es rara en el mejor sentido de la palabra, rara de maravillosa. Son dos personas totalmente diferentes, dos vidas complicadas y un sentimiento que empieza a nacer...
Es cierto que este libro tiene muchos tópicos, pero a la vez la autora le da un toque que lo hace tan especial y personal que dejan de serlo, en este caso no está el chico malo y la chica rara, que en tantos libros podemos encontrar, no, aquí tenemos a Brand y Lee, dos personajes que en un momento traspasan el papel para dejar de serlo y vuelven a ser dos jóvenes con sus peculiaridades que los hacen únicos, sobre todo a Lee. Y de personajes así solo puede salir una historia que atrapa, que no pude parar de leer. Me ha gustado porque es fácil conectar con la historia, la autora cuenta lo que quiere sin darle muchas vueltas, es bonita, es dura, es predecible de una forma reconfortante y de un plumazo puede cambiarlo todo.
Cuando pensaba en hacer la reseña tenía dudas sobre como explicar que a pesar de tener cosas que no me gustan como lo típico de chico rebelde y chica rarita o que veia venir ciertas cosas, pueda gustarme, pero lo cierto es que he disfrutado de esas cosas que normalmente son puntos negativos en mis reseñas. Ha conseguido hacer de eso algo positivo.
El final me sorprendió, para nada podía esperar algo así y a su forma es otra de las razones de que lo terminara con buen sabor de boca, me gusta no poder dar nada por sentado.
La chica luciérnaga ha conseguido que disfrute las cosas que no suelen gustarme. Una historia sencilla y bonita, que nos habla de las vueltas de la vida, de lo mejor y lo peor del ser humano, escrito de una forma cercana. Sin duda ha sido una buena lectura y sí, toda una sorpresa.5/5
Con la colaboración de Editorial Siete Islas.
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