Érase una vez un reino mágico en donde los reyes y reinas eran elegidos entre las gentes de nuestro mundo. Érase una princesa de cuento aficionada a Star Wars y El Señor de los Anillos. Érase un palacio lleno de secretos donde nada es lo que parece. Érase unos dioses que escribieron un destino y una chica que se rebeló contra él. Érase un tipo de magia, mucha magia. Érase una historia de amor que nunca olvidarás.
Esta es la historia de Melania, aunque ella prefiere que la llamen Mel. Era una chica de lo más corriente que hizo un gran viaje.
Éste es un cuento de hadas para los que creen que las historias de princesas no son solo para niñas.
No sabía de la existencia de esta historia hasta que la autora —administradora del blog Cosechas de otoño, por cierto— me habló de ella, y con las pocas referencias y datos que me dio fue más que suficiente para querer lanzarme de cabeza a leerla dada la pinta que tenía, aunque eso significase empezar otra nueva trilogía
La novela se nos presenta narrada en primera persona desde el punto de vista de Melania, nuestra joven protagonista. Mel es una adolescente de diecisiete años normal y corriente a la que no le van precisamente bien las cosas ni en casa (con un padre alcohólico y una madre ausente) ni en el instituto, y su única pasión es la lectura. Un día, cuando coge un libro de la biblioteca y se sienta a leerlo, se queda dormida sin darse cuenta y sus sueños la transportan a una especie de portal que la llevan a un mundo completamente nuevo y desconocido para ella. Una vez atravesado el portal, se encuentra con el rey que allí gobierna y en ese momento debe hacer un juramento por el que deberá permanecer allí durante un tiempo y cumplir con una serie de normas en caso de que decidiera quedarse. El libro la ha elegido como princesa y futura reina de ese nuevo mundo y dada su situación en el mundo real, no se lo piensa dos veces y decide quedarse en Pueblo Palacio.
Y aquí empieza la aventura de nuestra joven protagonista, pero está claro que no lo tendrá nada fácil, pues tendrá que enfrentarse a los obstáculos y trabas que vayan apareciendo en su camino, aunque también se encontrará con personas realmente buenas que harán de esta aventura un recuerdo inolvidable. Una futura reina. Una profecía. Un destino. Un reino que gobernar.
Los personajes secundarios que intervienen en la novela no son muy numerosos y por eso mismo pude conocerles bastante bien, sobre todo a los más relevantes. En este caso, cabría mencionar al rey Basileo, a Ángela (que es algo así como la encargada de la formación de Mel, entre otras muchas cosas), su hijo Narian, Westley (un joven médico de Pueblo Palacio recién graduado), Leo(amigo y mentor de Westley, también médico) y Sikes (un hombre que aparece casi al final de la novela y que tendrá un papel más relevante en próximas entregas).
"Supongo que hay algo que mueve los hilos, los dioses tal vez. Que hay ciertas cosas que están escritas, como que tú vas a ser reina, pero otras que las decidimos día a día y dependiendo de qué cosas decidamos, nuestro destino se pueda reescribir constantemente".
Como ya adelantaba, he podido conocer bastante bien a los personajes gracias a lo bien trabajados y pulidos que están, y he podido empatizar con la gran mayoría ya desde las primeras páginas. Entre mis personajes favoritos están Westley y Ángela, que no pueden ser más adorables, y debo decir que he odiado con todo mi ser al rey Basileo casi desde el principio (qué personaje tan repelente, en serio).
Melania, por su parte, se ganó mi favor y empatía desde la primera hasta la última página, y es que me ha encantado todo de ella: su forma de ser, su forma de enfrentarse a los problemas y a quienes dudan de su valía, sus respuestas tan acertadas y sus toques de humor ácido que me hicieron reír en más de una y dos ocasiones. Me ha parecido un personaje muy valiente y fuerte y demuestra una más que notable evolución a medida que avanza la novela, así que sí, me ha gustado mucho como personaje y protagonista :)
La trama me sorprendió y gustó a partes iguales. Por lo poco que me contó la autora sabía que iba a gustarme, pero no sabía que iba a gustarme tanto. Estamos ante una de esas novelas en las que siempre pasan cosas y, por ende, engancha de tal manera que es imposible parar de leer.
Puede parecer una trama sencilla al principio, pero a medida que avanzaban los capítulos me fui dando cuenta de que de sencilla tenía más bien poco. Ya sabéis que no suelo leer novelas de fantasía por su complejidad o densidad, pero cada vez me sorprenden más y me está empezando a gustar esto de salir de la zona de confort, sobre todo si me encuentro con historias diferentes y originales que aportan algo nuevo al género, como es el caso de «La chica que viajó».
"Cuando te sientas solo, mira al cielo por las noches y recuerda que, en algún lugar, yo estaré mirando ese mismo cielo y pidiéndole a esas mismas estrellas que nos permitan volver a encontrarnos pronto".
El romance que se desarrolla entre las páginas de esta novela me ha gustado mucho, pues es de los que a mí tanto me gustan. Se desarrolla a fuego lento y de una forma muy natural y creíble y me ha parecido un romance muy bonito, adorable y natural, así que en este aspecto he quedado muy satisfecha.
Volviendo a la trama, considero que está tan bien construida y trabajada como lo están los personajes y, además, está cargada de detalles que la hacen muy visual, tanto en lo referente a escenarios y paisajes como a otros tipo de detalles (vestimenta, comida, criaturas fantásticas...), por lo que es sumamente fácil perderse entre las calles de Pueblo Palacio o pasear por el castillo de la mano de Mel.
La pluma de la autora es otro de los aspectos que más me sorprendió y gustó, pues no esperaba encontrar un estilo tan cuidado y supongo que no será nada fácil escribir fantasía e inventarse un nuevo mundo partiendo de cero, logrando un resultado tan bueno, así que aprovecho para felicitar a la autora porque logró crearme curiosidad por seguir descubriendo cosas nuevas. Independientemente de esto, la autora tiene un estilo tan descriptivo como necesario y directo, algo alejado de lo juvenil y con algunos toques de humor que se agradecen. Se sirve de frases breves y concisas, lo cual le dio puntos positivos a la novela porque no cae en descripciones eternas que ocupan párrafos y párrafos ni se va por las ramas describiendo cosas o narrando hechos que poco tienen que ver con la trama principal, y logra un muy buen equilibrio entre narración y diálogo. Y aunque hay alguna que otra escena cruda o violenta e incluso subida de tono, la autora supo llevarlas bien y no cae en lo vulgar o soez.Aunque la novela cuenta con más de quinientas páginas, la mayoría de los capítulos son breves y eso ayuda bastante a que el ritmo de lectura sea ágil y eso, unido al hecho de que pasan cosas continuamente, hizo que no me aburriese en ningún momento, sino que se me hizo muy amena y ágil de leer a pesar de su extensión.
Y ya, para terminar, os hablo un poco del final. ¡Que vaya final! *-* Ya los últimos capítulos fueron muy intensos en cuanto a descubrimientos y hechos se refiere, pero el final propiamente dicho lo disfruté mucho y me dejó con muy buen sabor de boca, a pesar de los pesares. Como todo inicio de trilogía, estamos ante un final abierto y agridulce que deja muchos cabos sueltos y asuntos sin resolver, pero se avecinan grandes cosas y ya estoy deseando leer la segunda parte porque estoy segura de que me va a gustar incluso más que esta (que dicho sea de paso, no es nada introductoria). ¡Os animo a que le deis una oportunidad a esta historia, que seguro que no os deja indiferentes! ^-^
/5~ Gracias a la autora por el envío del ejemplar ~Y vosotros,¿habéis leído esta novela? ¿Os gustaría leerla? Contadme :)¡Nos leemos en la próxima entrada!