Con la noticia de su posible adaptación a la pequeña pantalla, en forma de serie, hoy hablaremos de la novela de Stephen King La Cúpula, publicada por la editorial Plaza & Janes en el año 2010.
Vaya por delante, y con disculpas añadidas, que no soy admirador de Stephen King. Ni siquiera puedo decir que me guste su obra. He leído algunas de sus novelas como It, Los Tommyknockers, Carrie y La tienda de los deseos malignos, y la verdad, las encuentro algo repetitivas. Denúncienme, pero es mi opinión. Por otro lado, he de decir que leí Misery, y este si fue un libro del que disfruté. Además, tengo pendiente la lectura de la saga de La Torre Oscura, aunque solo sea por calmar el ruido a mi alrededor.
El caso es que me alejé de este autor hace años, y lo desterré de mi memoria literaria, hasta que leyendo una revista sobre libros apareció La Cúpula, en aquel entonces de reciente publicación. Enseguida me atrajo la sinopsis del argumento, y siendo un poco banales, también el diseño de la portada. Así que decidí darle una nueva oportunidad a la relación entre el señor King y yo. De grandes peleas, grandes reconciliaciones.
La Cúpula es uno de los libros que mas me han enganchado en mucho tiempo, y he disfrutado de su lectura como si leyera a King por primera vez. A pesar de ser un libro de esos que necesitan carné de maquinaría pesada (1136 pags.) lo devoré en tres días. Confieso que ahora miro al señor King con otro ojos.
Todo comienza cuando un pequeño pueblo del interior estadounidense llamado Chester’s Mill queda, un día de otoño como cualquier otro, aislado por un campo de fuerza esférico e invisible de origen desconocido. Los pájaros mueren al chocar contra el, los aviones se estrellan y los habitantes del pueblo comienzan a vagar como pollo sin cabeza al darse cuenta de que son prisioneros en su propio hogar. Nadie sabe de donde ha salido la cúpula, ni cual es su naturaleza o propósito ni, por supuesto, como atravesarla.
A partir de este momento, la cúpula es lo de menos, sino que el libro se centra en las relaciones y luchas de poder que se establecen entre los distintos personajes del pueblo. Algunos intentarán desesperadamente encontrar la forma de salir, mientras que otros, aprovechando las excepcionales circunstancias, así como el hecho de ser, de momento, intocables para el sistema legal estadounidense, se mueven para hacerse con el poder.
El libro tiene gran cantidad de personajes principales y secundarios (tranquilos, trae incorporado un apéndice para que no nos perdamos entre tanto nombre yanki), de entre los cuales los principales son:
Dale Barbara, apodado “Barbie” como la muñeca. Es un ex-capitan veterano de la Segunda Guerra del Golfo, que se ve atrapado justo cuando iba a abandonar Chester’s Mill. Podríamos decir que es el protagonista principal, e irá adquiriendo importancia para la comunidad del pueblo a lo largo del libro. Este personaje le sirve al escritor como vehículo para dar su opinión, nada favorable, sobre la invasión de Irak y las políticas del presidente Bush, por lo cual el libro obtuvo algunas críticas muy duras de los medios más conservadores de su país.
James Rennie, apodado “Big Jim”, concejal del pueblo y dueño de un concesionario. El y su hijo Junior tienen garantizado el odio del lector desde el minuto uno. Un hombre sin escrúpulos que hará lo posible, ya sea lícito o no, para hacerse con el poder aprovechando el caos provocado por el aislamiento. De nuevo, King no deja en muy buen lugar a los políticos de su país.
Julia Shumway, la “prota” femenina, periodista del periódico local, el ayudante de medicina Erick Everett y familia, y el superdotado de 13 años Joseph McClachey (mi favorito) completan el reparto de principales, entre una treintena de secundarios de mayor y menor relevancia.
El libro esta estructurado en varias partes, cada una de alrededor de unos 20 capítulos. Cada parte esta nombrada con una frase textual o relacionada con las cosas que ocurren en ella, pero que pocas veces tiene realmente el significado que parece al principio, lo que garantiza sorpresa tras sorpresa.
Más que un libro de terror, La Cúpula retrata con crudeza la psicología y el comportamiento de masas en condiciones extremas; la creación de dos bandos sin posibilidad de reconciliación. El autor no ahorra en descripciones sangrientas y escatológicas cuando es necesario, mostrando asesinatos y accidentes de la forma más literal posible, a veces incluso en exceso. Aun así el ritmo es ágil. El libro engancha desde el primer minuto y se lee bastante rápido, aunque el final, por angustioso, quizás se haga algo más lento.
Personalmente, no puedo por más que recomendarlo, aunque seas, como yo, poco admirador de Stephen King. Espero que, si al final lo adaptan a televisión como mini-serie, hagan un buen trabajo.
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