Título: La dama de las Camelias
Autor: Alexandre Dumas
Editorial: Debolsillo
Número de páginas: 272
ISBN: 9788466793179
Precio: 11 €
Puntuación: 6,5
Alexandre Dumas dio vida a una de las heroínas más célebres de la literatura romántica, Marguerite Gautier. Entre el romanticismo final y los comienzos de la novela realista, La dama de las camelias narra los trágicos amores de la bella cortesana y Armand Duval, un joven de familia respetable. Los convencionalismos sociales y la hipócrita moral imperantes constituirán un obstáculo que ni siquiera el apasionado y sincero amor de los protagonistas logrará derribar.Esta historia empieza con una subasta: Marguerite Gautier, una prostituta -o entretenida, como dice el autor- ha muerto y están subastando todos sus objetos para saldar sus deudas. El protagonista se encuentra en esta subasta para ver si puede hacerse con algo que le interesa, y llevado por un impulso, termina comprando un libro con una dedicatoria. A raíz de este libro y la misteriosa dedicatoria, el protagonista va a interesarse cada vez más por la historia de esta entretenida. Sus pasos le conducirán hasta Armand Duval, amante de Marguerite Gautier, que terminará contándole cómo la conoció y cómo fue su intensa historia de amor con ella.
La dama de las Camelias es un libro bastante corto, con una prosa sencilla y directa que ayuda a que se lea rápidamente, a pesar de que al principio tardó un poco en engancharme. Narra, básicamente, una apasionada y turbulenta historia de amor protagonizada por Armand y la una famosa entretenida de París: Marguerite.
Teniendo en cuenta la época, sabía la clase de enamoramiento que me iba a encontrar. La verdad es que este tipo de romances, tan a primera vista, que surgen en tan poco tiempo y que son tan apasionados pero apenas tienen ninguna base real, me conmueven más bien poco. No puedo decir que La dama de las Camelias me haya gustado por su historia de amor, precisamente. Me parece que es un romance que ya ha quedado bastante desfasado.
El personaje de Armand, el loco enamorado de Marguerite que tanto la ama, me ha parecido bastante idiota. Armand tiene un comportamiento muy infantil y caprichoso, además de que le monta a Marguerite escenas de celos a los dos días de haberla conocido cuando sabe de sobra que es una entretenida... en serio, no se qué se esperaba este hombre. Sus celos enfermizos, su actitud durante la ruptura de ambos y su acto final me parecen de una inmadurez y un egoísmo extremos, y me resisto a llamar amor a lo que este hombre siente.
Pero La dama de las Camelias tiene otros elementos que sí me han gustado: la propia Marguerite, y la crítica a la sociedad del autor. En contraposición a Armand, Marguerite es un personaje carismático, con muchas dobleces, con los pies bien puestos en la tierra, un gran corazón y toda la madurez que le falta a su compañero. Por un lado, vive entre lujos y riquezas a los que no quiere renunciar y por otro, su amor es tan puro como el de la más casta mujer.
También he de reconocer que me encantaron las reflexiones del autor sobre el mundo de las prostitutas y la hipocresía de la sociedad a la hora de tratar con ellas. Nos regala varias frases lapidarias, aunque sus pensamientos en otros temas como el amor, o las mujeres en general dejaban algo más que desear -por otro lado, totalmente entendible para la época en la que esto fue escrito, y aún así, bastante más avanzado-.
En resumen: La dama de las Camelias es un clásico ligero y cortito, fácil de leer, que guarda una apasionada y trágica historia de amor entre sus páginas. A a pesar de todo, este para mí no ha sido ni de lejos su mejor elemento.