Reseña: La danza de los tulipanes de Ibon Martín (PLAZA & JANÉS, 2019)

Desde que se publico La danza de los tulipanes de Ibon Martín se convirtió en uno de mis grandes deseos lectores ya que no había leído nada de este escritor e intuía que disfrutaría de una excelente novela negra. Y así ha sido, es un gran descubrimiento lector. Ha sido una gozada saborear de un suspense del bueno aderezado con una grandiosa ambientación. 

La ficha técnica del libro se puede consultar en la página web de megustaleer.

ArgumentoLa periodista más popular de Gernika es arrollada por el tren que cubre la línea de Urdaibai. La víctima ha sido fijada a la vía con un delicado tulipán entre sus manos. La flor, de un intenso y brillante rojo, es tan hermosa como difícil de encontrar en pleno otoño. La escena, cuidadosamente preparada, ha sido retransmitida en directo a través de Facebook.La danza de los tulipanes nos sumerge en la ría de Urdaibai, un lugar mágico donde el mar y la tierra se abrazan al compás de las mareas que mecen las tranquilas vidas de sus habitantes, que se ven repentinamente sacudidas por la brutal irrupción de un asesino complejo e inteligente, capaz de rivalizar con los ritmos de la naturaleza que desde siempre han gobernado la comarca.

Mi opinión personal (sin destripes)Tierra, mar y mareas en la ría de Urdaibai. Naturaleza que marca la vida de los personajes de esta historia, vidas que de pronto son zarandeadas brutalmente por un audaz e inteligente asesino. Grandiosa ambientación para agitar a todo lector. Ambientación que saboreé página a página, sintiendo su viveza y su pureza.
Y resalto en primer lugar esta gran ambientación ya que me ha impactado su fuerza hasta tal punto que creo que la historia sin ella no podría ser la misma.
«Le gusta este mundo, un territorio que todavía se rige al ritmo de la naturaleza. En pleno siglo XXI las mareas siguen siendo quienes mandan en Urdaibai. Son ellas quienes trazan los perfiles de un mapa donde el mar y la tierra se abrazan en armonía». 
La danza de los tulipanes es una novela negra con un ritmo tan ágil que no pude ni pestañear, una novela que me tuvo en tensión. El autor jugó conmigo al despiste para sorprenderme con giros y giros, atrapándome y no soltándome hasta el ansiado desenlace. 
Ane Cestero, al frente de la Unidad Especial de Homicidios de Impacto, es la investigadora protagonista. El escritor sabe resplandecer con un personaje que nos puede regalar más investigaciones y yo espero que sea así. Relaciones familiares y relaciones entre compañeros que gustan y consiguen que el lector los sienta cercanos, esperando saber más de ellos. Personajes muy bien matizados, con sus blancos, grises y negros. Personajes que evolucionan y evolucionarán.
Y como buena novela negra tenemos temas sociales denunciables como violencia de género, corrupción, relaciones tóxicas, abusos, ludopatía... y un gran tema que no os puedo destapar para no destripar la historia de esta novela pero os aseguro que es brutal y que os estremecerá.
Me ha encantado el manejo del suspense y de la intriga. Nos deja gotitas de pequeñas olas que no conseguimos despegarnos del cuerpo para de pronto arrasar con grandes mareas y arrastrarme como lectora con ellas, dejándome asombrada con la eficaz agitación del manejo de la intriga acompasada con la naturaleza. 
La historia está narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, insertando un diario en primera persona y unas cartas de un personaje que no es identificado. Lenguaje sencillo y directo perfecto para este tipo de novela, alternando diálogos y descripciones perfectamente combinados.
El principio de la novela es impactante, lo esperado para este tipo de novelas y que yo particularmente paladeo con gusto ya que así no consigo soltar el libro. Y el desenlace no es forzado, todo bien resuelto. 
Recomiendo leer La danza de los tulipanes de Ibon Martín a todo lector amante de buenas novelas negras y también a los buenos lectores de thriller. Disfrutaréis de un buen trabajo y conoceréis a un potente personaje femenino. 
Y yo me quedo esperando con ilusión más investigaciones de Ane Cestero y me quedo siguiendo a Ibon Martin ya que sé que paladearé con gusto nuevas historias con su particular modo de narrar.
La carrera literaria de Ibon Martín (Donostia, 1976) no empezó en la novela sino en la literatura de viajes. Enamorado del paisaje y la geografía vasca, recorrió durante años todas las sendas de Euskadi y, poco después de terminar sus estudios de periodismo, puso en marcha un proyecto personal en el que recogió más de trescientas rutas que reunió en diversas guías. Sus itinerarios no se limitaban a contar la belleza natural de una hermosa tierra sino que en sus textos latía el deseo de devolver a la vida los vestigios históricos y mitológicos que sus pasos descubrían.El nacimiento de su primera novela, El valle sin nombre, se produjo de manera natural como modo de mantener ese cordón umbilical con sus raíces. Tras ella llegó la serie de cuatro libros inspirados por el thriller nórdico «Los crímenes del faro», compuesta por las novelas El faro del silencio, La fábrica de las sombras, El último akelarre y La jaula de sal, que se convirtieron en un éxito rotundo.El paisaje continúa siendo uno de los protagonistas indiscutibles en su último trabajo, La danza de los tulipanes, novela que supone la consagración definitiva de un autor que se revela como un narrador excepcional de thriller donde atmósfera, investigación policial y conflictos emocionales se entrelazan con precisión en un final perfecto.Podéis comprar La danza de los tulipanes de Ibon Martín aquí:
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