Puntuación: 5 de 5.
El Mal no descansa.
El día que Galahad MacDermott, un chico de trece años, se niega a cumplir con el ritual de iniciación de la banda de los Tiburones, solo consigue librarse de sus antiguos camaradas gracias al auxilio de unos desconocidos. Sin embargo, a partir de entonces se verá envuelto en una serie de sucesos que culminarán con el hallazgo del cadáver de una joven con un extraño símbolo grabado en la frente.
Mientras el inspector Tom McCormick toma las riendas de la investigación, Galahad tratará de rehacer su vida en compañía de sus nuevos amigos, sin saber que está a punto de entrar a formar parte de una peligrosa secta, una orden que rinde culto a las fuerzas de la oscuridad y cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos: "Al ponerse el sol,surgen de las sombras para sumirte en el caos y arrastrarte a las tinieblas.Puedes correr, gritar, huir... Tratar de esconderte o buscar ayuda,pero no intentes detenerlos.Porque el Mal no descansa. Y nadie lo puede vencer..."
Reseña 198. En esta ocasión hablaré de una novela que, a priori, se podría clasificar como juvenil. Pero, si hago eso sería poco realista, ya que tras sus adolescentes protagonistas se esconde una trama con aventuras, crímenes, sectas... En cierta manera, me ha recordado a las aventuras de los Cinco, pero adaptados al siglo XXI y, en este caso los protagonistas no son chicos de buena familia y valores sin tacha. No, aquí encontramos temas tan actuales como el maltrato infantil o las bandas callejeras.
Se trata de una novela que entremezcla la realidad que viven los jóvenes, con sus problemas familiares y personales con la trama más fantástica encabezada por esa secta, que me ha parecido muy interesante e inquietante. No explicaré quienes son los malos, eso lo tenéis que descubrir vosotros, pero desde aquí aplaudo la idea.
He de decir que se lee con facilidad, y que a pesar de ser una novela extensa (470 páginas), no se hace larga. El ritmo se mantiene a lo largo de toda la novela y los personajes principales están bien construidos. Son unos personajes con vida, con sentimientos.
Es una novela que bien se podría leer y comentar en clase, ya que tiene ese aspecto de magia que gusta a los adolescentes, pero también es suficientemente adulta como para servir de base para discutir temas más profundos como la violencia de género o el valor de la amistad, por nombrar dos de ellos, pero hay muchos más.