Reseña | La ingenuidad de apostar con Lord Beckett, Ruth M. Lerga

UNA DAMA QUE SIENTE QUE LA SOCIEDAD NO LA DEJA RESPIRAR, UN CONDE QUE SE OFRECE COMO LA BRISA PARA QUE TENGA PAZ Y UN HOMBRE OCULTO TRAS UNAS CARTAS QUE ENTRA EN SU VIDA COMO UN HURACÁN. LOS VIENTOS SOPLAN CON FUERZA PARA LADY ELISABETH.

Lady Elisabeth Cavendish no está interesada en las actividades femeninas, sino en lo que las damas se pierden por el hecho de ser mujeres. Como en muchas veladas, se esconde con una de sus primas para evitar bailar y plantea una apuesta loca que, desde luego, la otra no acepta. Pero poco después recibe la carta anónima de un hombre que le propone llevar a cabo los términos de su desafío. El caballero la ayudará a introducirse en White's y, de lograrlo, le exigirá a cambio una compensación por determinar. Una oferta que la curiosidad de Elisabeth no puede ignorar, a pesar del riesgo que supone.

Lord Andrew Beckett, conde de Harlech, se enamora de Elisabeth en cuanto la ve, pero, conocedor de su desinterés por casarse, halla el modo de seducirla en secreto a base de proposiciones arriesgadas y diversión poco recomendable. Lo que no sabe es que, al hacerlo, al mismo tiempo que se acerca a la joven la aleja de su lado, pues también lord Beckett ha llamado su atención.

Lady Elisabeth ha creído encontrar, al fin, a un caballero con el que ser feliz, pero ahora que la aventura la asalta por sorpresa duda entre vivir según su espíritu inconformista o ser prudente y no poner en riesgo su reputación, pues el más mínimo error le impediría casarse con el único hombre al que podría amar.

¿A QUIÉN OBEDECER CUANDO TE ENAMORAS DE DOS HOMBRES, AL CORAZÓN O AL ALMA?

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La ingenuidad de apostar con Lord Beckett de Ruth M. Lerga es la quinta novela de su serie Los irresistibles Beau , una saga con la que estoy disfrutando mucho, pues me está permitiendo conocer a personajes muy especiales, todos ellos con personalidades que saben encandilar al lector, y cuyas tramas, a pesar de la brevedad de las mismas, están resultando ser unas lecturas sumamente adictivas. En esta ocasión será Elisabeth la que tendrá su oportunidad de crear una historia dulce, apasionada, pero también arriesgada, ya que la dama es mucho más impetuosa que sus primas y tiene curiosidad por conocer un poco mejor un mundo que le está vetado, un carácter inconformista que la llevará a vivir esta aventura a pesar de los peligros para su reputación, o por lo menos, hasta que el amor se cruce en su camino y la llene de dudas sobre cuál es la mejor elección.

Lady Elisabeth Cavendish está disfrutando de su primera temporada junto a su prima Esther, pero al contrario que ésta no está demasiado interesada en tales menesteres, su curiosidad siempre ha estado dirigida hacia una parte de la sociedad que le está prohibida, pues antes que conseguir un pretendiente desea conocer los secretos que se esconden detrás de los clubs de caballeros, ese lugar que las mujeres no han pisado nunca y donde los hombres no tiene que guardar las formas. Así, la dama intentará convencer a su compañera para que la ayude a entrar en White's u otro lugar similar, sin embargo, Esther se negará dejando a la joven insatisfecha y sin esperanzas, algo que cambiará cuando Elisabeth reciba una misiva con un ofrecimiento que pondrá al alcance de su mano cumplir su gran sueño.

Lord Andrew Beckett , conde de Harlech , no ha podido olvidar a la muchacha que lo encandiló hace ya algunos años, ella le dio afecto, comprensión y alegría cuando pasaba los veranos en la finca de un amigo, haciendo que anhelara esos momentos a su lado y que el cariño se fuera transformando en algo mucho más profundo. Ahora que el tiempo ha pasado y Andrew ha visto como su vida cambiaba de forma radical a raíz de la muerte de su padre, encontrarse con Elisabeth Cavendish será un soplo de aire fresco. La dama ya no es una niña adorable que sentía curiosidad por todo, el destino ha hecho que encuentre ante sí a una mujer deliciosa, llena de vitalidad y con un espíritu indomable que lo atrapa desde el primer momento. Así, el conde no podrá evitar enamorarse de ella, pues es una luz que brilla con más intensidad cuando la tiene cerca, por lo que no dudará en arriesgarlo todo por conquistarla.

De esta forma, Andrew y Elisabeth volverán a retomar una amistad llena de confidencias y momentos compartidos que los definen como dos almas afines. Aun así, la joven quiere vivir ese sueño que siempre estuvo en su pensamiento y la anónima carta que ha recibido le da la oportunidad perfecta para hacerlo, no obstante, su relación con el conde es cada vez más estrecha e íntima, pues él la está sometiendo a una lenta seducción donde le ofrece placeres mucho más interesantes, haciéndola dudar de aquello que siempre ha creído que define su personalidad. Por su parte, Andrew, que ha iniciado un asalto implacable a los sentidos de la joven, desea que ella despierte a la pasión y olvide el arriesgado plan de colarse en un club de caballeros, no obstante, no desea cambiarla ni hacerla infeliz negándole lo que siempre soñó, así que no dudará en hacerse responsable de sus actos y asumir las consecuencias que un juego tan arriesgado puede traer aparejadas.

Ruth M. Lerga ha concluido muy bien una novela que presentaba ciertos retos, tanto es así que Elisabeth y Esther, viven de forma simultánea sus historias y, yo que las he leído seguidas, me he dado cuenta que debe ser bastante complicado llevar ambas a la vez sin cambiar los detalles que dan al lector ese paralelismo tan bien construido. Sin lugar a dudas, un libro dulce donde he vuelto a encontrarme con una prosa fresca y cuidada, llena de ritmo y que, a pesar de su sencillez, está rodeada de naturalidad que hacen que su lectura sea fácil y enganche sin ningún problema. Asimismo, es una obra que nos permite conocer mejor a ciertos personajes que ya se han hecho indispensables en esta serie, ya que, además de los protagonistas vemos de nuevo a los Beaufort como secundarios de lujo que animan la novela y aportan esa chispa especial que la autora ha sabido darles, una familia que tiene muchas particularidades y donde sus miembros dejan huella cada vez que aparecen. Aquí no hay ninguno que sobresalga por encima de los demás, sin embargo, continúan mostrándose como una piña y demostrando la fortaleza de esos lazos que los unen y que hacen que la trama sea tan fascinante y adictiva. Aun así, quienes me han enamorado totalmente han sido Elisabeth y Andrew, elementos esenciales en la trama, me han parecido una pareja encantadora que sabrá ver más allá de su amistad, algo que les ha unido desde hace tiempo, pero en la que los sentimientos han hecho mella, transformándose en un amor sincero y limpio capaz de hacerlos felices. No obstante, el romance entre ellos se forjará de manera lenta y pausada, una estrategia que le dará la oportunidad a la joven de conocer mejor al conde y a éste le permitirá ofrecerle una alternativa que sacie la curiosidad de la dama. Aquí será donde se vea la personalidad de cada uno y esa evolución que se aprecia a lo largo de la novela, pues la muchacha pasará de ser alguien inconformista respecto a ciertos temas a dudar sobre sus actos futuros y plantearse si su impetuosidad podría alejarla de Andrew. El conde, por otro lado, quiere que Elisabeth mantenga ese espíritu rebelde, la desea como es y no piensa abandonarla a pesar de sus curiosas ideas. Ambos se complementan a la perfección y únicamente tendrán que superar sus propias dudas para darse esa oportunidad que tanto anhelan. En definitiva, una novela que me ha gustado mucho y que se ha convertido en mi favorita, dejándome totalmente expectante para las siguientes entregas.

La ingenuidad de apostar con Lord Beckett de Ruth M. Lerga ha resultado ser una historia preciosa donde un amor intenso nacerá de una amistad sincera, un lazo que ha unido a Elisabeth y Andrew durante años, pero que cambiará para adecuarse a la pasión que ha surgido entre ellos, desembocando en una relación que les dará lo que realmente quieren, esa persona con la que compartir una vida de respeto y confianza donde los sentimientos serán su principal fortaleza.

· Gracias a Selecta por el ejemplar ·