“La interpretadora de sueños” es una novela del escritor español Rafael R. Costa publicada por Espasa en 2014 pero que ya se había dado a conocer en Amazon en el año 2012.Sarah Georginas Parker es la protagonista por excelencia de esta historia, es una joven judía viuda y con un hijo llamado Rudolph, que debe luchar por sobrevivir y que tiene el valor de perseguir sus sueños.
Conocemos a Sarah en Praga, a finales de 1919, su vida no ha sido fácil pero ella siempre encuentra energía para continuar hacia delante y luchar por un futuro mejor para su hijo. Parece que el destino la guía hacia América con pena y tristeza de decir adiós a su pasado y a sus amigos se embarca en esta nueva aventura.Es interesante ver como el escritor se ha servido de Georginas como nexo entre varios personajes históricos en diferentes momentos del libro logrando uniformidad y coherencia, haciendo la historia muy creíble y no teniendo muy claro lo que puede ser real y lo que nace de la imaginación del escritor. Es en cierta forma un tributo a esos escritores, una manera de rendirles pleitesía y hacer un guiño al lector para que, si lo desea, haga de detective y se documente, sobre lo que es real y lo que no.Los personajes están muy bien desarrollados, tienen personalidad, te los crees, sobre todo Georginas la protagonista y alma de toda esta historia, a su alrededor pululan, como abejas en una flor, muchos otros personajes, todos ellos bastante carismáticos y que hacen que el libro adquiera más personalidad y dinamismo. Y que desborde emociones y sentimientos en cada página.A esto hay que añadir el detalle de las descripciones, realmente se nota la labor de documentación, sientes que estás en esas ciudades y en esas épocas, puedes respirar el ambiente que se vivía y que te lleva a pasear por sus calles o atravesar sus puentes. Sentiremos el contraste entre ese viejo continente, ruinoso que sale de una guerra, y donde apenas quedan fuerzas ni ánimos para continuar y la opulencia del nuevo continente donde parece que todo es posible y los sueños se convierten en realidad sean estos cuáles sean.Se lee con placer y rápidamente, y gracias a la vida de esta mujer tan singular y valiente, asistiremos a varios acontecimientos que suceden en Europa y en América desde principios del siglo XX hasta el inicio de la II Guerra Mundial.Si he de poner algún pero, ha sido que el escritor en dos momentos del libro nos ha avanzado algo que iba a suceder más adelante, y eso no me agrada demasiado. También me hubiera gustado conocer algo más de la vida de Georginas pues muchas veces se centra más en lo que sucede alrededor que en su historia. Pero en general he disfrutado con su lectura y con la forma, en ocasiones tan poética, que tiene de trasmitirnos la historia Rafael R. Costa.
“La interpretadora de sueños” es una novela histórica recomendada para aquellos que deseen aventurarse en la elegante prosa de Rafael R. Costa y deseen dejarse conquistar por el misterio y la belleza que rodea a la joven Sarah Georginas Parker.
“Pero creo que mis años tienen menos meses que los de los calendarios. Pasan rápido, no me dan tiempo a contar ni semanas ni días. Tengo la impresión de que alguien sopla detrás de mi oreja continuamente.”
“Pero no es bueno intentar hacer ciencia de la fe de cada uno. Prohibir esto y aquello sin más filosofías que rancias tradiciones y caprichos, comer esto sí y esto no, lavarse continuamente las manos y no desempolvar el corazón aunque se cubra de telarañas. Y lo que es peor, dejar que un montón de preceptos piensen por ti.”
De esta reseña se ha hecho eco Culturamas
Conocemos a Sarah en Praga, a finales de 1919, su vida no ha sido fácil pero ella siempre encuentra energía para continuar hacia delante y luchar por un futuro mejor para su hijo. Parece que el destino la guía hacia América con pena y tristeza de decir adiós a su pasado y a sus amigos se embarca en esta nueva aventura.Es interesante ver como el escritor se ha servido de Georginas como nexo entre varios personajes históricos en diferentes momentos del libro logrando uniformidad y coherencia, haciendo la historia muy creíble y no teniendo muy claro lo que puede ser real y lo que nace de la imaginación del escritor. Es en cierta forma un tributo a esos escritores, una manera de rendirles pleitesía y hacer un guiño al lector para que, si lo desea, haga de detective y se documente, sobre lo que es real y lo que no.Los personajes están muy bien desarrollados, tienen personalidad, te los crees, sobre todo Georginas la protagonista y alma de toda esta historia, a su alrededor pululan, como abejas en una flor, muchos otros personajes, todos ellos bastante carismáticos y que hacen que el libro adquiera más personalidad y dinamismo. Y que desborde emociones y sentimientos en cada página.A esto hay que añadir el detalle de las descripciones, realmente se nota la labor de documentación, sientes que estás en esas ciudades y en esas épocas, puedes respirar el ambiente que se vivía y que te lleva a pasear por sus calles o atravesar sus puentes. Sentiremos el contraste entre ese viejo continente, ruinoso que sale de una guerra, y donde apenas quedan fuerzas ni ánimos para continuar y la opulencia del nuevo continente donde parece que todo es posible y los sueños se convierten en realidad sean estos cuáles sean.Se lee con placer y rápidamente, y gracias a la vida de esta mujer tan singular y valiente, asistiremos a varios acontecimientos que suceden en Europa y en América desde principios del siglo XX hasta el inicio de la II Guerra Mundial.Si he de poner algún pero, ha sido que el escritor en dos momentos del libro nos ha avanzado algo que iba a suceder más adelante, y eso no me agrada demasiado. También me hubiera gustado conocer algo más de la vida de Georginas pues muchas veces se centra más en lo que sucede alrededor que en su historia. Pero en general he disfrutado con su lectura y con la forma, en ocasiones tan poética, que tiene de trasmitirnos la historia Rafael R. Costa.
“La interpretadora de sueños” es una novela histórica recomendada para aquellos que deseen aventurarse en la elegante prosa de Rafael R. Costa y deseen dejarse conquistar por el misterio y la belleza que rodea a la joven Sarah Georginas Parker.
“Pero creo que mis años tienen menos meses que los de los calendarios. Pasan rápido, no me dan tiempo a contar ni semanas ni días. Tengo la impresión de que alguien sopla detrás de mi oreja continuamente.”
“Pero no es bueno intentar hacer ciencia de la fe de cada uno. Prohibir esto y aquello sin más filosofías que rancias tradiciones y caprichos, comer esto sí y esto no, lavarse continuamente las manos y no desempolvar el corazón aunque se cubra de telarañas. Y lo que es peor, dejar que un montón de preceptos piensen por ti.”
De esta reseña se ha hecho eco Culturamas