Reseña, la leyenda del hechicero: el guerrero

PLANETA DE LIBROS

   Taran Matharu, un jovencísimo escritor inglés, nos descubría en "La leyenda del hechicero: El aprendiz", la primera entrega de esta trilogía, el Imperio de Hominiun, y en especial a uno de sus habitantes, Fletcher, que vería como todo su mundo cambiaba al descubrir, en el momento más inoportuno, su capacidad para invocar demonios.

   Esta saga ha sido comparada y no sin razón, a los mundos creados por Tolkien y Rowling. Taran se las ha ingeniado para llevar a cabo una combinación más que interesante de ambas, con las que consiguió destacar en la plataforma Wattpad y de ahí a grandes editoriales, traspasando fronteras. Por un lado, este mundo está habitado por numerosas criaturas, humanos, enanos, elfos, orcos… y por otro, el joven Fletcher que pasa a formar parte, gracias a sus poderes, del alumnado de la Academia Vocans, lugar donde se entrenan a los futuros hechiceros para controlar a sus demonios y explotar sus facultades.  

Fletcher ya dejó atrás la Academia, ahora es cuando deberá demostrar su valía, sin perder sus valores, convirtiéndose en el posible eslabón para la obtención de la libertad de otras razas. El rey ha anunciado un desafío mortal para los estudiantes graduados de Vocans. Un desafío que supone entrar en territorio de los orcos para conseguir superarlo. Junto a sus fieles demonios,  plebeyos y nobles, enanos y elfos deben superar las barreras de clase y raza y trabajar juntos para poder vencer. La recompensa: una fortuna en oro, la seguridad del imperio y la PAZ. El aspecto primordial con el que se encontrarán todos aquellos que quieran viajar a Hominiun, sin lugar a dudas, es la acción, así como ampliar nuestro conocimiento de las relaciones entre los habitantes de este mundo y el papel que juegan en todo el entramado social; sin olvidarnos de Fletcher, al que iremos acompañando en su crecimiento y maduración como hechicero y como persona. Todos los antiguos compañeros le seguirán, debiendo arriesgar sus vidas en una misión suicida, cuya victoria supondrá un duro golpe para el enemigo, los orcos. A través de una narración ligera y sencilla, se nos van desvelando, en esta segunda parte,  ciertos aspectos del pasado del protagonista, así como algunos impactantes secretos de este mundo en el que debe sobrevivir una diversidad increíble de criaturas. Este formato simple en las formas, unido a  multitud de cambios y giros en la trama, dan como resultado la combinación perfecta, que servirá para enganchar al lector que guste de una buena aventura aderezada de magia, seres fantasiosos, intrigas, alianzas y traiciones. Tal vez incluso abusando de demasiadas variaciones, ya que pasan demasiadas cosas una detrás de otra, pudiendo ocasionar cierto mareo en el lector.Se nos plantean igualmente dilemas morales, dándose la discriminación por desconocimiento. Nada es lo que parece y es necesario acercarnos a quienes nos rodean para lograr comprenderles y aceptarles. Perfecta por tanto para jóvenes lectores, encaminando sus ideas hacia la empatía y la igualdad.

El escritor se mantiene en la misma línea que en la anterior entrega, multitud de intrigas y secretos, engaños y alianzas que nos permitirán disfrutar de una interesante aventura acompañando a este joven hechicero y a sus compañeros en diversos desafíos a los que deberán enfrentarse, con un final de infarto que te dejará expectante ante la publicación de la tercera y última novela para desvelar el desenlace.