Katarina BivaldTraducción: Pontus SánchezPlanetaPáginas: 459ISBN: 9788408132608
Tras dos años intercambiando cartas y pasión por los libros, Sara decide viajar a un pueblecito de Iowa para conocer a su anciana amiga Amy, pero cuando llega, ésta ha muerto, dejando una vieja casona y miles de libros.
Sola en este alejado rincón, se da cuenta de que gracias a las cartas de Amy conoce bien a los habitantes del pueblo. Así, cuando se embarca en la locura de montar una original librería con los ejemplares de Amy se da cuenta de que hay un libro destinado a cambiar la vida de cada uno de ellos. Pero al hacerlo también cambiará la suya.
Este es el tipo de libros que nos llama tanto a los lectores, el título y la imagen de la portada es un gran reclamo y quizás por eso lo cogí con muchísimas ganas ¿librería? ¡quiero leerlo! La verdad es que yo no había leído esta sinopsis que es la que está en la web de la editorial, solo conocía lo que pone en el libro que poco tiene que ver por lo que lo empecé esperando otra cosa, pero tampoco me desagradó lo que encontré.
Sara es una chica singular, que prefiere los libros que a las personas y es que ha vivido siempre con la cabeza metida en un libro, pero ahora está sola en este pequeño pueblo. Este libro no solo habla de Sara, si no también de gran parte de los habitantes del lugar, todos son bastante peculiares la verdad. Esto es más bien una historia donde todos tienen que ver y los libros influyen de alguna manera pero no tanto como esperaba.
Empecé a leerlo con muchas ganas e ilusión y ya sabía que me iba a encontrar con una narración en tercera persona así que no fue tan grande el choque, al contrario que otras personas yo me enganché al principio y según iba avanzando más me iba costando, aunque algunos momentos los disfruté y eso le sube la puntuación. La narración está llena de altibajos ya que en algunos momentos no podía parar de leer y en otros no llegaba a las diez páginas sin aburrirme y tener que dejarlo, por esto he tardado tanto, pues hay que leerlo despacio en mi caso con días y otras lecturas de por medio, pues si me obligaba a seguir leyendo me ponía nerviosa por lo poco que avanzaba y es que la autora nos cuenta muchas cosas que quizás se pueden calificar de relleno pero yo lo comparo con la típica historia que te cuenta tu abuela con todo lujo de detalles con la idea de que lo sepas todo y hacer más rica la historia. ¿qué si hubiese quitado cosas? quizás en el momento de leerlo si pero ahora te digo que no. Aunque no me guste la narración este libro es así y ya está.
En la portada hay una pegatina que dice "Hay un libro para cada persona. Este es el tuyo" me imagino que esto es fruto de lo que habla la sinopsis y está claro que también por vender pero desde luego yo no diría que este es un libro que le pueda gustar a todo el mundo (lo digo porque estas cosas insistan a la compra) es más la mayoría de las reseñas que he leído lo ponen mal, incluso no han podido terminarlo por lo que solo lo recomendaría dejando claro su ritmo tan lento.
Si algo me gustó fueron sus citas y referencias a los libros y autores, esas partes las disfruté bastantes aunque también me comí algunos pequeños spoilers pero nada importante, incluso me hizo muy feliz al nombrar para bien a una de mis autoras favoritas. Estas son las cosas mágicas que tiene este libro.
El final me pareció predecible y rápido aunque tiene epílogo, pero es que después de leer tantas páginas esperando ver como era el desenlace pues quería algo más y dejó una cosa sin hacer que me pareció importante, así que normalmente disfruto de los finales y me encanta cuando me quedo abrazada al libro pero en este caso me dejó como si no hubiese terminado, sin sorprenderme,
La librería de los finales felices es un libro que pese a todo recomiendo si te gustan las historias donde se mezclan las vidas de un pueblo, una librería y amor por lo libros pero no es para leerlo en un par de días, se debe leer con calma y sin esperar nada que sea más extraordinario que la vida de sus habitantes.¡Gracias a Planeta por el ejemplar!