Aquí nos encontramos con la continuación de "La sal de la tierra", una novela de gran éxito en Europa. Siento decir que no la he leído por lo que no puedo apreciar si es una buena segunda parte, pero si la puedo evaluar independientemente y eso es lo que voy a hacer en las próximas líneas.
Si habéis leído la reseña os habréis dado cuenta de que se trata de una novela histórica. Siempre me han gustado las novelas históricas en que se entremezclan episodios que realmente sucedieron con otros inventados. Y eso es lo que he encontrado en "La luz de la tierra". En ella se pueden encontrar referencias a hechos que sucedieron realmente mezclados con otros ficticios protagonizados mayoritariamente por Michel de Fleury y su hijo Rémy. Dichos "hechos ficticios" casan perfectamente con los "hechos verdaderos" por lo que reconozco que el autor ha investigado con atención la Europa del siglo XIII, sin dicha investigación es imposible crear una trama y unos personajes creíbles.
La novela, aunque larga, no es para nada aburrida. Está dividida en cuatro partes y cada parte en un periodo corto de tiempo, a lo largo de varios años. Sobre los protagonistas, Los Fleury, se nota que el autor ya los conoce, que sabe como tratarlos, que son viejos amigos, ayuda las referencias al pasado, lo que provoca un deseo en el lector de leer "La sal de la tierra" para conocer mejor a los Fleury.
Por otro lado, no solamente podemos encontrar historia pura y dura. No, se entremezcla el odio, el miedo, la avaricia, la lucha por tener una vida mejor... para crear una novela que me ha ganado como una nueva lectora.
Puntos positivos:- El nivel del tratamiento histórico, se agradece la explicación histórica al final de la novela.
- Los Fleury.
- Lo amena que es.
- Sin nada negativo a destacar.