En La mujer de la libreta roja de Antoine Laurain seremos testigos de como se van enlazando las vidas de dos personas que por un suceso dramático en la vida de una de ellas conectarán para no separarse jamás. Una historia romántica, dulce y sofisticada al mismo tiempo.
Este era uno de mis libros de mis pendientes y estoy muy contenta y feliz de tenerlo ya dentro de mi y dentro de mi blog.
Argumento
Sus días de banquero pertenecen al pasado. Ahora, Laurent Letellier es el feliz propietario de una pequeña librería parisina. Cuando una mañana, camino del trabajo, se topa con un bolso de mujer abandonado sobre un cubo de basura, decide llevárselo a la tienda con la noble intención de devolverlo a su dueña. Desaparecidos el billetero y el móvil, su propósito parece casi imposible si no fuera porque, entre diversos objetos femeninos, Laurent encuentra una libreta roja llena de anotaciones, pensamientos y recuerdos.
Cediendo a la curiosidad, se sumerge en la jugosa lectura y, como un si de un rompecabezas se tratara, empieza a reconstruir la vida de Laure, amparado por la excusa de hallar alguna pista que le permita localizarla. Sin embargo, para qué engañarse, el diario también es una llave a la intimidad de la enigmática desconocida, lo que ejerce sobre Laurent una irresistible fascinación.
Y mientras él se entrega de lleno a una absorbente labor detectivesca, Laure regresa a casa después de recuperarse en el hospital de las secuelas del atraco. De pronto, los papeles se intercambian, y en un giro sorprendente, Laure se convierte también en investigadora, empeñada en descubrir quién es el misterioso hombre que ha depositado el bolso, con todo su preciado contenido, en el salón de su casa.
Un relato encantador, un canto de amor al auténtico espíritu parisino: el de sus rincones recoletos, sus cafés de barrio, sus viejos edificios de patios soleados y sus gentes variopintas.
Mi opinión personal (sin destripes)
Esta es una historia corta, sencilla y adorable para mi por su elegancia y refinación en la creación de los personajes y en la propia narración de la historia..
Narrada en tercera persona desprende ilusión, alegría, dulzura y optimismo al no utilizar dobleces ni trucos en su lenguaje ni en sus intenciones, ilusión difícil de conseguir cuando no se narra en primera persona.
Tan solo observé alguna variante de enfoque o percepción pero aportan entretenimiento y ganas de no soltar el libro. Y me sorprendió y me agradó el cambio de voz narrativa en el desenlace a primera persona, curioso pero fantástico para terminar la lectura con una sonrisa sincera y duradera.
Hay escasez de diálogos pero los que hay son tan necesarios como los pequeños detalles engarzados para mantener un interés por el desarrollo de la historia de investigación y de amor.
El juego detectivesco de Laurent me mantuvo enganchada por su recorrido por París y por sus referencias literarias. Disfruté muchísimo del protagonismo de esta ciudad, empapándome de cualquier rincón, calles, tiendas, cafeterías, librerías... y a la vez saboreaba libros y escritores que aparecen en la trama, alguno de ellos como personajes que aportan intriga a la historia.
Qué maravilloso resulta ir conociendo a una persona por sus objetos, por sus anotaciones en una libreta. Tener tan claro como es, gustarte y enamorarte de ella. ¿Es creíble? Sí, creo que todo esto nos puede decir mucho de una persona desconocida. El juego detectivesco obsesivo por realizar una acción cívica con respeto y pasión me ha resultado bellísimo para yo misma conocer en profundidad a estos dos personajes.
«Eran casi las once de la noche. Laurent continuaba sentando en el suelo, rodeado de objetos, sumido en la lectura de la libreta Moleskine roja que contenía los pensamientos de la desconocida a lo largo de decenas de páginas, a veces tachados, subrayados o en mayúsculas. La caligrafía era elegante y ligera. Debía de haberlos escrito por capricho, seguramente en terrazas de cafés o durante trayectos en metro. Laurent estaba fascinado por aquellas reflexiones que se sucedían, aleatorias, conmovedoras, alocadas y sensuales. Había abierto una puerta que conducía al espíritu de la mujer del bolso malva, aunque no era del todo apropiado leer las páginas de la libreta, no podía soltarla. Se acordó de una cita de Sacha Guitry: «Mirar a alguien que duerme es como leer una carta dirigida a otro»
Un bolso que contiene objetos que representan el pasado y el presente de su propietaria, un bolso que que contiene parte de su vida, de su alma.
Leed La mujer de la libreta roja de Antoine Laurain y descubriréis que el autor con una historia sencilla y un relato breve nos cuenta mucho, muchísimo, de dos personajes que os encantará conocer por su forma de ser, de sentir y de pensar.
Y la genialidad de este libro siento que se encuentra al terminar la lectura y observarme entonces con una bonita sonrisa dejando volar mi imaginación, agradeciendo las buenas sensaciones vividas con él y pensando que las vidas de los protagonistas continúan.
Antoine Laurain nació en París a principios de los años setenta. Tras estudiar cine, empezó su carrera dirigiendo cortos y escribiendo guiones. Su pasión por el arte lo llevó a trabajar como asistente de un anticuario en París, experiencia que inspiró su primera novela, Ailleurs si j#y suis, que obtuvo el Premio Drouot en 2007. Le chapeau de Mitterrand, que publicó en 2012, fue aclamado de forma unánime por la crítica y el público en Francia y obtuvo numerosos premios. La mujer de la libreta roja, su quinta novela, lleva vendidos más de cuarenta mil ejemplares y está en proceso de traducción a quince idiomas.
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