La ficha técnica del libro la podemos consultar en la página web de megustaleer.
ArgumentoNo sabe si lo ha visto o lo ha imaginado.Anna Fox vive sola, recluida en su casa de Nueva York, sin atreverse a salir. Pasa el día chateando con desconocidos, bebiendo vino (quizá más de la cuenta), mirando películas antiguas, recordando tiempos felices... y espiando a los vecinos.Entonces llegan los Russell al barrio: una pareja y su hijo adolescente. La familia perfecta. Hasta que una noche Anna ve algo desde su ventana que no debería haber visto. Todo su mundo empieza a resquebrajarse y sus propios secretos salen a la luz.¿Qué es lo que ha visto? ¿Y qué ha imaginado? ¿Quién está en peligro? ¿Y quién está manipulándolo todo? En este thriller absolutamente fascinante, nada ni nadie es lo que parece.Mi opinión personal (sin destripes)
Lo mejor de esta novela es el juego constante entre lo que es real o no, la protagonista ve algo sorprendente y que no esperaba, comienzan las dudas y el juego y el engaño con el lector sobre la realidad. Me ha gustado que el libro al estar narrado en primera persona sientes las dudas llegar como cierta manipulación por Anna, notando que no nos cuenta todo lo que debería y que ella también juega con la verdad. Pero para mi esto no es algo sofisticado ni novedoso, todos recordaréis La chica del tren, y os confieso que esta lectura me la recordaba mucho más que a la película de Hitchcock La ventana indiscreta.
«Su marido está a punto de llegar a casa. Esta vez la pillará.No hay ni una triste cortina, ni persianas de aluminio, en el número 212, la casa adosada de color rojo oxidado que fue el hogar de los recién casados Mott hasta hace poco, hasta que se separaron. No llegué a conocer a ninguno de los dos, aunque de cuando en cuando los busco por internet: el perfil de LinkedIn de él, el Facebook de ella. Su lista de regalos de boda sigue estando en la página de Macy’s. Todavía podría comprarles una vajilla.Como estaba diciendo: ni siquiera un visillo. Por eso el número 212 contempla inexpresivo la calle, rojizo y al desnudo, y yo le devuelvo la mirada y observo a la señora de la casa que lleva al contratista a la habitación de invitados. ¿Qué tiene esa casa? Es el lugar al que el amor va a morir».Así comienza el libro y comienzas a sentir la soledad y la incomprensión de su protagonista, incomprensión que consigue que te apiades de ella y quieras terminar la lectura. Consigue que desees ayudarla y demostrarle que no está loca.
Alabo por ello como el autor ha tratado la agorafobia, el encierro de Anna, sus miedos y sus angustias describen lo terrible que es esta enfermedad y he notado que lo ha tratado con respeto y delicadeza.
Lo que no me ha gustado para nada es que para ser un thriller leía y leía y no pasaba nada impactante. Yo disfruto con un buen arranque de lectura en este género, con algo que te deje helado y ya no quieras parar de leer. Este título creo que ha fallado con esto, ya que realmente aburre un poco tanto conocer la vida rutinaria de la protagonista sin que suceda nada que te hiela la sangre.
La estructura es buena, capítulos cortos y lenguaje sencillo para no cansar al lector. Y aquí tengo otra cosa que al principio me gustaba y que luego me cansaba, la relación establecida entre los diálogos de películas que ve Anna con su propia vida. Al principio me parecían un acierto y algo ingenioso, pero al observar un abuso de ellos ya me resultaba un poquito fatigoso.
Tengo que resaltar que el desenlace es bueno y me ha dejado con la sensación de que ha merecido la pena aguantar tantas páginas y tanta manipulación.
Y termino diciendo que no es de los mejores thrillers psicológicos que he leído, ya que me ha resultado mucho más previsible que otros. Esto no tiene que ser un inconveniente, puedes esperar que suceda lo que piensas y al mismo tiempo quedar pegada a las páginas por la tensión que un autor sepa transmitir. Os recomiendo su lectura si os gusto La chica del tren, no por la referencia a La ventana indiscreta.
A.J. Finn, autor de La mujer en la ventana, una primera novela que Stephen King describe como «excepcional» y él como «lo máximo que he dado». No hay duda sobre cuál de los dos comentarios es el que va incluido en la cubierta del libro.Los derechos de publicación de La mujer en la ventana se han vendido a 38 lenguas. Fox 2000 ya está trabajando en su adaptación cinematográfica, que producirá Scott Rudin a partir de un guion de Tracy Letts, ganadora de un premio Pulitzer. Durante una década trabajó en el mundo editorial de Nueva York y Londres, concentrándose sobre todo en thrillers y novelas de misterio. Entre los autores que ha publicado a lo largo de esos años están Robert Galbraith (seudónimo de J.K. Rowling), Agatha Christie, Patricia Cornwell, Carl Hiaasen, Nelson DeMille y Karin Slaughter.Ahora escribe a tiempo completo. La mujer en la ventana nace de varias experiencias: su amor por la literatura de suspense, desde los relatos de Sherlock Holmes que devoraba de niño hasta la obra de Patricia Highsmith, que estudió cuando estuvo en la Universidad de Oxford; su pasión por el cine clásico, sobre todo las películas de Alfred Hitchcock, y su lucha personal contra la agorafobia y la depresión. El resultado, espero, es un thriller psicológico en la línea de Gillian Flynn, Tana French y Kate Atkinson, entre otros.Las cosas que le gusta hacer: leer, nadar, cocinar, los perros, los helados, viajar. Si fuera posible, pensaría seriamente en clonar a Tugboat, su perro labrador (2001-2011), una de las creaciones más perfectas de la Historia. Colecciona primeras ediciones de libros y vive a caballo entre Nueva York y Londres.
¿Habéis leído este libro? ¿Tenéis ganas de leerlo? ¿Qué os ha parecido?
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