Reseña: La noche que nunca acaba, de Edward Hogan «¿Qué harías si pudieras ver a un fantasma?»

La noche que nunca acaba es la novedad de este mes de Siruela y mi segunda reseña en este año. ¡Estoy muy contenta de poderos ofrecer mi opinión de este título de literatura juvenil! ¿Queréis saber qué me ha parecido? Lets go!

LA NOCHE QUE NUNCA ACABA, de Edward Hogan Siruela Cómpralo en Popular Libros Está disponible en ebook
Desde que sus padres se separaron, hace unos meses, Daniel vive con su padre, y las cosas entre ellos no van muy bien. Para recuperar la relación con su hijo, organiza unas vacaciones con él en el complejo deportivo Mundo Ocio, ¡una auténtica pesadilla para Daniel, que odia el ejercicio y tampoco es especialmente sociable! Allí, Daniel conocerá a Lexi, una misteriosa chica que suele nadar en el lago, siempre alejada de los demás. Ambos conectan de una forma muy especial, pero Daniel nota cada vez más cosas extrañas en ella: tiene unas heridas en los brazos que intenta ocultar y que van empeorando cada día, siempre evita hablar de su pasado cuando Daniel le pregunta algo y los números de su reloj en vez de avanzar, retroceden. La historia se irá tornando cada vez más misteriosa y amenazante... y cuando se acerca el final del verano, Daniel deberá actuar rápidamente para intentar salvar a Lexi de su propio pasado.
febrero, 2014 216 pp 16,95 € 978-84-15937-59-3

“La noche que nunca acaba es un libro que te deja en blanco, sorprendido, con la boca abierta. Una novela que te despierta de un golpe contra el suelo y que sabe jugar con ventajas con unos ingredientes que todo el mundo conoce”La noche que nunca acaba es de esos libros que, si los ves por primera vez, o lo coges de inmediato o pasas de él sin mirar atrás. Puede que se deba a su sencilla portada que a la primera no te dice absolutamente nada y es tan diferente al título que descoloca, o puede que sea por la sinopsis que te hace pensar en otra típica historia de amor paranormal. Pero, ¿qué harías si te digo que estás equivocado y que a la vez has acertado?
La noche que nunca acaba nos presenta a Daniel, un chico regordete que vive solo con su padre desde que se separó de su madre. Daniel ha tenido problemas, primero porque se culpa de que sus padres ya no estén juntos, y segundo porque no lo ha pasado nada bien en la vida y las alucinaciones ya forman parte inseparable de su delicado estado. Para más inri, la relación con su padre no podría ser más horrible. En un intento de recuperar algo de lo perdido, su padre lo coge y se va con él a Mundo Ocio, un sitio que desde el comienzo es una pesadilla para el pobre Daniel, pero esto cambiará cuando se atraviese en su camino (literalmente) a la misteriosa Lexi, una chica que le cambiará la vida y a quien nadie más que él parece ver.
Cuando este libro llegó a mis manos no lo miré con deseo por culpa de su portada, pero algo en él me atrapó de inmediato y decidí hojear sus primeras hojas y terminé enamorada del libro, de sus personajes, del aura y también debo confesaros (y con algo de vergüenza) que me pasé de lista porque a las pocas páginas salté con “ya sé por dónde va”. ¿Y saben? No estaba muy equivocada en cierta manera, pero pequé de simplista porque el misterio que yo le adjudiqué al libro no era lo que nos quería mostrar el autor, para nada; el autor nos quería mostrar simplemente una historia bonita, bella, sin mayores pretensiones. Y con toda esa humildad, consigue atraparte hasta que no puedes más y es en ese punto en el que te das cuenta de que… ¡te has acabado el libro!

“La noche que nunca acaba es una novela de romance juvenil con toques paranormales que sigue la línea más realista posible, con un elenco de personajes llenos de dramas personajeses una novela de romance juvenil con toques paranormales que sigue la línea más realista posible, con un elenco de personajes llenos de dramas personajes”Uno de los puntos fuertes de este libro es la manera en la que se desarrolló la relación padre/hijo que, a cada minuto que pasa, hace aguas delante de nuestras narices. Nosotros, como lectores y espectadores, podemos ver que aún hay mucho amor entre ellos, pero las heridas son tan profundas que ambos están a un paso de destrozarse mutuamente. El maltrato que coexiste entre ellos no es físico, es que hasta me atrevería a decir que sobrepasa el psicológico. Es tan sutil que ni se nota y cuando caes en la cuenta de que existe, es cuando más duele y cuando más lástima te causa el pobre Daniel. Y no es que Daniel se lo ponga difícil -aunque tampoco lo pone fácil-, pero esto es porque él mismo no se pone las cosas fáciles, es un tropiezo tras tropiezo, es un niño que muchas veces debe convertirse en adulto para cuidar al padre que toma el papel de crío inmaduro. Daniel está sufriendo una culpa que no es suya pero que no le deja vivir, por lo cual la aparición de Lexi en lugar de ser una bendición para él, es otra cruz que cargar.
La relación con Lexi se da muy rápido, pero hay algo en ella que la hace diferenciarse de los romances exprés a los que tan mal nos han acostumbrado en los libros de este tipo. Agradezco que sea diferente, porque te atrapa, quieres saber desde el primer momento qué es lo que los une y te das cuenta de que no les une nada, sin embargo, cuando miras en profundidad, descubrimos que tienen más cosas en común de lo que esperábamos. Daniel, a pesar de todos sus errores y sus miedos, se convierte en la única oportunidad de Lexi para ser libre, para ser finalmente feliz, pero ella no quiere tener a Daniel cerca, y no es porque sea fría o difícil, sino que su intención es la más noble de todas: no quiere que Daniel salga lastimado y eso es lo que tiene la noche que nunca acaba, que en esa noche no sólo podrías salir lastimado...
La noche que nunca acaba es una novela de romance juvenil con toques paranormales que sigue la línea más realista posible, con un elenco de personajes llenos de dramas personajes. Los dos protagonistas, Lexi, la chica fantasma, y Daniel, el joven al borde del abismo por culpa de las circunstancias que le ha tocado vivir, hacen una pareja esplendida. Se desarrollan lentamente a lo largo de una historia llena de detalles, descrita con franqueza que nos ofrece una visión diferente y original de las relaciones entre la vida y la muerte. La profundidad del dolor depende del filo de la flecha, y la flecha que lanza Edward Hogan está hecha de acero inoxidable, afilada y brillante, nos atraviesa y nos deja pegados a la historia personal de sus protagonistas.
La pluma de Edward Hogan es limpia, no se anda con rodeos. Te muestra y describe las escenas tal cual son, sin maquillaje pero sin llegar a ser gráfico o explícito. Tiene un don para hacerte tragar escenas que no esperas, detallándote macabramente los sucesos, y sin temor a espantarte, pues sabe que estás tan interesado en su historia, que se permite el lujo de ir de sobrado. Y lo consigue, consigue que sigas leyendo, incapaz de apartar la mirada.

• Te gustará este libro si:

Si quieres degustar un romance juvenil más fresco y diferente pero sin dejar de ser una novela de romántica juvenil, estás en el lugar adecuado. Sobre todo si has probado las novelas con un toque de misterio y crees que puede engancharte.

• No te gustará este libro si:

Esta novela se puede leer como la típica novela juvenil, pero tiene un trasfondo muy diferente. Si no te gustan los romances paranormales pero que innoven y se salgan del tiesto preestablecido, puede que no te convenza o enternezca.

La noche que nunca acaba es un libro que te deja en blanco, sorprendido, con la boca abierta. Una novela que te despierta de un golpe contra el suelo y que sabe jugar con ventajas con unos ingredientes que todo el mundo conoce. Una muy buena novela que se encuentra entre las mejores que he leído en este 2014

Eloisa
Kanon es una chica soñadora y muy sensible que se deja llevar por la magia de las letras. Es la fundadora de Mientras Lees, y se dedica a escribir novelas y relatos a tiempo completo. Comenzó su andadura en la literatura con Mujercitas, y no ha conseguido parar. Actualmente trabaja como diseñadora web y promotora editorial.