La novia gitana es el primer tomo de la trilogía del mismo nombre con el que se dieron a conocer los escritores que se esconden bajo el pseudónimo de Carmen Mola.
En cuanto a los personajes, pues sí están bastante estereotipados. Tenemos a los policías clásicos de las novelas: la femme fatal que en el fondo es blandita pero con un suceso traumático detrás, el guapo y atlético que luego es fiel y valiente, la policía mala leche y el buenazo, etc. No me encantan pero bueno, he llegado a empatizar un poco con ellos. Con respecto a la víctima y su círculo pues tampoco hay nada reseñable. Se germina empatía dado que son víctimas y, como suele pasar en este tipo de libros, no tienen una muerte agradable pero tampoco es algo excesivamente bien madurado por los escritores. Mi sensación fue más bien de dolor y asco.
Se está preparando una serie de esta saga (o del primer libro) cuyo elenco os muestro a continuación. Nerea Barros será la encargada de encarnar a la protagonista, la inspectora Elena Blanco. Completan el reparto Lucía Martín Abello (Chesca), Ignacio Montes (Ángel) Mona Martínez (Mariajo), Françesc Garrido (Buendía), Ginés García Millán (Comisario Rentero), Vicente Romero (Orduño) y Darío Grandinetti (Miguel Vistas), entre otros.
Lo mejor: Se lee fácil y el argumento es creíble tal y como está elaborado.
Lo peor: No trae aire fresco en cuanto a originalidad y personajes.