RESEÑA LA PIEL FRÍA, Albert Sánchez Piñol

Nº DE PÁGINAS: 288

EDITORIAL: Edhasa TRADUCCIÓN: Claudia Ortego SINOPSIS:

En una isla perdida en medio del océano, dos hombres encerrados en un faro se defienden, noche tras noche, del asedio de unas extrañas criaturas submarinas que los atacan sin que los hombres lleguen a saber muy bien por qué. Sometidos a la extrema tensión de los ataques nocturnos, desesperados ante la imposible victoria, los protagonistas tendrán que replantearse su actitud ante lo desconocido para resolver la difícil situación en que se encuentran.

La piel fría es una novela apasionante, repleta de intriga y de aventura que, al mismo tiempo, nos hace experimentar íntimamente los grandes interrogantes de la condición humana. La lucidez y la enajenación, el rechazo y el deseo, la crueldad y el amor o el miedo y la esperanza son sólo algunas de las fases de un viaje al centro de las propias entrañas, que nos obliga a replantearnos no sólo nuestra mirada sobre el mundo sino, sobre todo, la mirada hacia el exterior, lo ajeno, lo extraño.

OPINIÓN:

Lo único que conocía de esta novela antes de empezar a leerla, era que había sido escrita  en catalán y traducida posteriormente al castellano debido a  su éxito.

El protagonista cuyo nombre no llega a desvelarse en ningún momento, es un técnico atmosférico que recala en una isla apartada de cualquier civilización, huyendo de su pasado como guerrillero irlandés. En el inicio de la novela iremos conociendo un poco su anterior vida, y de cómo llegó a esa situación hasta recalar en esa isla. Nada hace sospechar que poco después el libro da un giro brutal a la trama, y de sopetón,  se convierte en una aventura de misterio, terror y ciencia ficción, pero vayamos paso a paso.

Gracias a su educador/corrector  asignado cuando era más joven  (por su pasado activista), y sus particulares métodos de aprendizaje, hacen que su inteligencia y razonamiento vaya creciendo con los años; la muerte de este “guía” le empuja a  aceptar un trabajo en una diminuta isla lo más alejada y apartada posible, por donde ningún barco se acerca nunca si no es de propio.

Nada más desembarcar en ella, se da cuenta de que el anterior técnico atmosférico que debía esperar su relevo, no aparece ni da señales de vida. Buscando por toda la pequeña isla, sólo logra encontrar al vecino que se ocupa del faro Battis Caffó (genial el nombre), personaje huraño y solitario que no da muestras de estar muy cuerdo ni de querer contestar a sus preguntas.

Resignado a vivir durante un año a solas con este peculiar vecino, vuelve a su cabaña para descansar de su largo viaje. Sin embargo en cuanto el sol se pone, comienza a escuchar ruidos y ver sombras en el exterior de su vivienda. Aterrado, desde su ventana logra ver a unos seres mitad pez, mitad humanos, que intentan por todos los medios entrar en su casa.

Gracias a su fusil y unas cuantas municiones, logra librarse de ellos pues desaparecen con la luz del alba.

Todavía exhausto y confundido, comprende que la única manera de sobrevivir es yendo al faro y protegiéndose en él.

De esta forma comenzará el punto de inflexión de la novela, como consecuencia de las conversaciones y convivencias entre estos dos antagónicos protagonistas. Battis Caffó, se da cuenta que necesita de nuestro protagonista ya que guarda mucha munición, y accede a protegerlo en su faro.

Si es verdad que es un libro de ciencia-ficción con apenas dos o tres personajes, la guinda de la novela para mi gusto es la abundante y rica prosa de Albert Sánchez, inteligente y precisa, junto con la personalidad que logra transmitir a sus habitantes. Si pensáis que no puede sacarse mucho de dos individuos y una isla abandonada, estáis equivocados. Leyendo entre líneas comprendemos sus primeras reacciones donde luchar y matar es el principal objetivo para sobrevivir, pero mientras  Battis Caffó, alemán, fijo de ideas y cuadriculado, se conforma con eso y lo convierte en su forma de vida, el personaje principal va madurando en sus planteamientos y empieza a dudar de si actuar de esa manera les conduce a algún lado; tal vez los intrusos sean ellos, por eso, resulta paradójico cómo un activista que luchó por recuperar su tierra, invada y masacre a otros por un trozo de isla que no es suya.

Durante la novela te puedes identificar con la forma de pensar del protagonista, sentir esa evolución que va teniendo mientras intenta empatizar con los monstruosos atacantes a los que  llaman citauca (léase al revés). Quiero también resaltar la complicada relación que hay entre Battis y Aneris (vuelva a leerse al revés), uno de esos seres que convive con el farero y que usa como una sirvienta, esclava y juguete sexual, máximo exponente de los placeres y fetiches masculinos.

En definitiva una novela que te remueve las entrañas y provoca, en la que Sánchez Piñol  hurga en nuestros sentimientos y rechazos, perturbadora,  sencilla de leer y cortita, donde encontraremos amor, pasión, locura, malos tratos, monstruofilia, temores…

El punto fuerte de la novela: Descubrimos en sus personajes las penas humanas, la soledad, el miedo a lo diferente y nos incita a ponernos de parte de uno de ellos aunque no compartamos todos sus actos, a buscar nuestro verdadero yo.

El punto menos fuerte de la novela: No llegamos a conocer a fondo los comportamientos ni ideales de los acuatic, aunque también ayuda  a crear más misterio en torno a ellos.