Sinopsis: Cada año, la noche de San Marcos, Blue Sargent acompaña a su madre al camino de los espíritus para ver a los que morirán en los siguientes doce meses. Sin embargo, este año es distinto: Blue, la única de su familia que no tiene facultades adivinatorias, ha visto a uno de estos espíritus, y eso solo puede significar que es su amor verdadero o que lo va a matar. Él se llama Gansey y es el estudiante más rico del colegio privado más elitista de la zona, la Academia Aglionby, cuyo emblema es un cuervo que todos los estudiantes llevan bordado en el jersey. Junto a Adam, un estudiante brillante, celoso del poder económico de sus compañeros; Ronan, un chico con problemas emocionales desde la muerte de su padre, y Noah, el observador taciturno que apenas habla, forman los chicos del cuervo, y están empeñados en descubrir la ubicación de la tumba del último rey galés, Glendower, el Rey Cuervo. Blue sabe que debe mantenerse alejada de ellos, porque los chicos del cuervo siempre traen problemas. Aunque nunca podría imaginarse el siniestro y oscuro mundo que los rodea, donde la magia dejará de ser un juego para convertirse en una amenaza mortal.
Opinión personal : Esta es mi primera lectura de la autora y he de decir que me alegro mucho de haberme animado por fin.
A Blue siempre le han dicho que si besa a su amor verdadero, éste morirá . Conviene hacer caso a la profecía ya que, excepto Blue, toda su familia posee el don de la adivinación. La noche de San Marcos, Blue es capaz de ver a un espíritu: Gansey, uno de los chicos del cuervo. Los chicos del cuervo son estudiantes de un colegio privado y elitista, generalmente ricos, que se creen superiores al resto.
Gansey tiene una obsesión: Glendower, el Rey Cuervo. Ha dedicado gran parte de su tiempo a esa búsqueda y, aunque ha averiguado muchas cosas, no avanzará realmente hasta que conoce a Blue. En esta búsqueda cuenta con la ayuda de sus tres amigos: , un chico que vive en una caravana y que trabaja muy duro para labrarse un futuro mejor; Ronan, un chico al que no le importa nada y al que sólo es capaz de hacer entrar en razón Gansey; y , un chico muy observador y, por lo general, callado cuyas opiniones suelen ser escuchadas las pocas veces que las pronuncia.
Sin embargo, alguien más va en busca de Glendower, y no tiene nada que perder por lo que es muy peligroso.
La historia está narrada en tercera persona por lo que podemos conocer el punto de vista de varios personajes, sus inquietudes, miedos y obsesiones. Los personajes están bien construidos, con sus virtudes y sus defectos. He empatizado con casi todos ellos pero me gustaría destacar a Ronan porque no es un personaje precisamente fácil: desde la muerte de su padre no le importa nada, se pelea constantemente con su hermano, no estudia a riesgo de ser expulsado de la Academia... es un chico al que me encantaría darle un final feliz.
Como he dicho al principio de la reseña, es el primer libro que leo de Maggie y tengo que decir que me ha gustado mucho su forma de escribir pero, sobre todo,
la originalidad de la idea que trata. El tema de las médiums me llamó mucho la atención para comenzar la lectura y es un tema que está muy bien llevado a cabo. Además, según va avanzando la historia, conocemos lugares tan mágicos como peligrosos que están muy bien descritos.Al principio me costó un poco entender de qué iba todo lo relacionado con la búsqueda de Gansey (habla de líneas de ley y energías que no sabía cómo encajar), una vez que lo entiendes es casi imposible salir de la historia.
Cuando comencé el libro esperaba el típico romance que se produce nada más conocerse pero me alegró descubrir que no es así. De hecho, en esta primera parte no hay romance. Se centra en la búsqueda de Glendower, en la ambientación y en el misterio, todo un acierto a mi parecer.
Un inicio de trilogía muy bueno, con personajes bien caracterizados y una trama que logrará atraparte entre sus páginas. A pesar de que la trama no es sencilla, la autora es capaz de explicarlo todo con detalle y hacer maravillas con la historia. Estoy deseando leer la segunda parte.