La quinta estaciónN. K. Jemisin (Trad. de David Tejera)Ediciones B | NovaRústica | 448 páginas | 20€
El mercado español literario de genero está en alza. O al menos, esa es la sensación que da últimamente. Tropeles de novedades nos asolan cada mes en avalancha. Títulos apetecibles y jugosos, licencias avaladas tanto por premios como por la crítica. Uno de estos casos es el de N.K. Jemisin con su trilogía de La Tierra Fragmentada. Una autora tanto conocida como alabada en EEUU que ha aterrizado por segunda vez (tras un paso invisible por Minotauro) en nuestro país, esta vez con mejor pie de la mano del sello Nova. Y es que La Quinta Estación además de ser un libro potente por si solo, ha venido acompañada por la visita de la autora a España y una buena campaña de marketing. La escritora se ha ganado a pulso a su público, se lo ha metido de lleno en el bolsillo con un carisma desbordante en cada entrevista y firma. Baste ver las RRSS, algunas entrevistas o la presentación en la librería Gigamesh. No es para menos.
La Quinta Estación, ganadora del Premio Hugo en 2016, es una primera parte de trilogía fascinante. De esas que se recuerdan a final de año. No seré yo quien se atreva a etiquetarla en un género, porque es algo que da para un largo debate y hasta que tengamos todas las respuestas, será difícil de discernir. Pero comencemos por el principio. La Quinta estación lleva al lector por tres etapas del fin del mundo, por tres mujeres orogénicas que se enfrentan a una vida de sufrimiento y dolor, de perdida y muerte. Una mujer madura, una joven adolescente y una niña tendrán que luchar en un mundo que esta contra ellas, que no las acepta y que las mantiene prisioneras. Todo ello ocurrirá en La Quietud, un mundo donde continuamente suceden cataclismos naturales, donde los humanos viven en comunidades con roles especificados, y donde ciertos humanos poseen poderes capaces de controlar dichos eventos, los orogenes.
Fanart de Sionita por Jameela Wahlgreen
La propuesta de N.K. Jemisin fascina al lector desde las primeras páginas, tanto por su narrativa, como su mundo y sus cautivadores personajes. Un narrador cercano, sarcástico, con un tono que denota rabia y enfado. Este te engancha desde las primeras páginas, donde no sabes lo que sucede, pero solo quieres descubrirlo. Así la autora va intercambiando párrafos donde construye su mundo, la acción no para y los personajes se van abriendo a nosotros. Símbolos y analogías van directas a nuestro corazón. Frases que se graban a fuego como si fueran puñaladas en la espalda. La autora nunca se dedica a exponer directamente, todo se nos va revelando con el paso de la acción, las vivencias, el dialogo o los descubrimientos de las protagonistas. Jemisin va tejiendo tres tramas que sabemos que en algún momento han de juntarse, pero no intuimos como. La autora juega con maestría el peligroso terreno de los secretos, y aunque alguna vez la casuística haga favorecer la trama, la intriga y las grandes revelaciones están aseguradas.
Llegamos al primero de los puntos fuertes del libro. El worldbuilding.La Quietud es una tierra extraña y fascinante rodeada de secretos. Civilizaciones previas, obeliscos que flotan en las alturas, estaciones que acaban con todo lo existente cada cierto tiempo, seres con textura pedregosa o seres con poderes para controlar la tierra. Y esto es solo la punta del iceberg. Jemisin explota muy bien su premisa “mágica” más simple. Le da vida, desvela posibilidades y limitaciones, jugando con ella todo lo que puede. La segunda ley de la magia de Sanderson en estado puro. Podríamos empezar hablar de los orogenes y su poder, de La Quietud, de sus habitantes, los Guardianes, los comepiedras y mil cosas más durante un buen rato (y en elCelsius 232 de este año estoy seguro de que muchos lo haremos), pero esto queridos lectores, es mejor que lo descubráispor vosotros mismos durante la lectura.
Fanart de Essun por Amy-draws
No en vano, si que me quedan todavía algunas cosas por comentar. La primera de ellas son los diferentes temas que podemos extrapolar durante toda la lectura. Jemisin nos hablará de religión, de historia, de ciencia, de racismo, del amor, de la madurez, de la libertad e incluso la felicidad. Una reflexión sobre lo que significa ser diferente, sobre la diversidad y el miedo a lo que no comprendemos. Jemisin nos transporta a un mundo injusto y cruel, lleno de horrores y vidas oprimidas, nada lejos de la realidad. Sus personajes; Damaya, Sienita, Essun, Hoa o Essun, se clavan en el lector. Personajes carismáticos, complejos, de fuerte personalidad, plagados de errores y aciertos. Personas que luchan por sobrevivir, que luchan contra su maldición, oprimidos por una estructura social que los obliga hacer cosas por el supuesto bien común.
Lo poco que se le puede achacar al libro es que el implacable ritmo desciende en la segunda mitad hasta llegar al tramo final, algunas casualidades que se dan, o que los pueblos que visitan resulten homogéneos en gran parte. Nimiedades que le hacen descender un poco su valoración, pero muy poco. También hay que agradecer la buena traducción del texto. David Tejera hace un trabajo fabuloso, y nada fácil. Multitud de términos inventados van cobrando sentido conforme la lectura, y aunque acompaña al final un glosario, es prácticamente innecesario por su buen hacer. La inmersión es fácil y muy agradable. Jemisin nos deja al final con un mundo repleto de preguntas, pero plagado de coherencia y lógica interna pese a los misterios. Cierra todo un cliffhanger final del tamaño de una catedral y unas ganas tremendas de saber cuándo se publicará la segunda parte en castellano. Una segunda parte que los afortunados lectores de literatura en inglés ya han degustado y hartado de recomendar.El fascinante mundo que ha creado N.K.JemisinSus personajes, se clavan hondoSecretos y giros sorprendentesEl estilo narrativoEl CLIFFHANGER
Algún momento casuísticoHomogeneidad en los pueblos
Las expectativas eran altas, pero en este caso, se han visto cumplidas. El mundo de N.K. Jemisin me ha tenido embobado durante cuatro días de intensa lectura. Tengo mil preguntas en la cabeza, mil secretos que quiero desvelar y una historia que necesito continuar. Un ritmo ágil nos va llevando por toda la novela, sin ningún momento aburrido pese a bajar en la segunda mitad. Una historia con muchas aristasque disfrutar, con muchos temas que abordar. A través de su mundo imaginario la autora aborda problemáticas muy reales y actuales. Necesito The Obelisk Gate cuanto antes.
¡Muchísimas gracias a Nova por el ejemplar!
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