Reseña | La razón para rechazar al señor Foster, Ruth M. Lerga

CUANDO LOS ANHELOS DEL CORAZÓN SE ENFRENTAN AL AMOR POR LA FAMILIA, EL SUFRIMIENTO PARECE ESTAR GARANTIZADO. ¿CÓMO ESCOGER CUANDO AMBAS ELECCIONES DUELEN TANTO?

Lady Sarah Beaufort tiene una vida de ensueño: unos padres que la adoran, un hermano que daría la vida por ella y un montón de divertidos primos. Su mayor deseo es casarse ese año y formar una familia como la suya, llena de amor y de gente. Así que no puede permitirse casarse con un americano que vive al otro lado del Atlántico, por lo que lo mejor es alejarlo para siempre.

Martin Foster es un rico empresario de Boston que está pensando en abrir un imperio financiero en Inglaterra, por lo que pide consejo a un viejo conocido de su padre, el marqués de Denver, quien lo invita a Londres para el debut de su hija y presentarle en la fiesta a toda la aristocracia. Pero cuando conoce a lady Sarah se olvida de sus negocios y se marca un único plan: convertirla en su esposa.

No cuenta con el peor de los rechazos; la joven no es tan dulce como parece, sino una inglesa clasista que considera a los americanos personas de segunda clase. Tal vez deba darle una lección a la marquesita.

¿QUÉ LOS SEPARA EN REALIDAD, LA DIFERENCIA DE CLASES O LA DIFERENCIA DE PAÍSES? ¿Y QUÉ LOS UNE VERDADERAMENTE, LA PASIÓN O EL AMOR?

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La razón para rechazar al señor Foster de Ruth M. Lerga, sexta entrega de su serie Los irresistibles Beau , ha resultado ser una historia sencilla y un tanto breve, tal y como fueron sus predecesoras, pero que transmite sin ningún problema la emoción de los sentimientos recién descubiertos y cómo el miedo a dejarse llevar por ellos, alejándonos de aquello que siempre ha estado a nuestro lado, puede convertir la felicidad en la elección más difícil de todas. Por todo esto el libro ha resultado ser una lectura ligera y adictiva que me ha permitido conocer a otro de los miembros de esta gran familia, pues Sarah tendrá que tomar difíciles decisiones cuando la pasión se cruce en su camino y el amor haga mella en un espíritu joven que no desea perder lo único que ha conocido.

Lady Sarah Beaufort ha visto como todas sus primas mayores debutaban en sociedad y tenían la posibilidad de encontrar hombres que supieran ganarse sus corazones. Ahora le ha tocado a ella ser el centro de atención en una temporada marcada por la guerra y en la que los jóvenes escasean, un momento que la tiene un tanto nerviosa, ya que la muchacha no se considera tan osada y valiente como sus predecesoras, por lo que cree que no llamará la atención de los caballeros o, lo que es peor, si consigue un marido éste podría alejarla de su adorada familia. Aun así, ella no va a desistir de dejar en buen lugar a los Beaufort y está decidida a unirse a alguien que pueda manejar y le conceda el deseo de quedarse cerca de los suyos. No obstante, en el corazón no se manda y cuando conozca a cierto americano atractivo y encantador no podrá evitar dejarse llevar por los sentimientos, aunque ellos la lleven a perder todo lo que siempre ha formado parte de su mundo.

Martin Foster es un rico empresario de Boston que ha cruzado el Atlántico para expandir el imperio financiero de su familia en Inglaterra. Para ello no dudará en pedir ayuda al amigo de su padre, pues el marqués de Denver ha forjado una relación muy estrecha con su progenitor y ambos hombres se consideran iguales a pesar de la diferencia de clases. Así, recién llegado a la ciudad y con el apoyo del noble, el joven se sentirá acogido y en casa, teniendo la oportunidad de conocer en profundidad el lugar y disfrutando de la amistad de los Beaufort. Un comienzo muy prometedor que vendrá acompañado de una agradable sorpresa, conocer a la hermosa Sarah Beaufort, pues la hermana de su amigo George es una mujer hermosa que despertará en él emociones intensas, capaces de cambiar toda su existencia para siempre.

Cuando se da ese primer encuentro entre Martin y Sarah, éste no podrá evitar quedar prendado de una joven bonita, inocente y que no tiene problemas en demostrar el amor por su familia, pero que se mantiene reservada y tímida con los desconocidos. Una enigmática actitud que lo atraerá hasta el punto de plantearse un cortejo donde la dama pueda conocerlo mejor, sin embargo, cuando le demuestre sus intenciones, Sarah, a pesar de la pasión que despierta el americano en su corazón, no dudará en rechazarlo, pues él es el pretendiente menos adecuado si quiere conseguir quedarse cerca de la familia. No obstante, Martin no comprenderá el rechazo y pensará que la diferencia de clases es su mayor escollo, intentando por tanto olvidar a la dama que ha herido su orgullo. Aun así, el amor ha nacido entre ellos y la pasión que comparten se volverá más fuerte cada día, algo que los arrastrará a un carrusel de emociones donde los malentendidos serán su peor enemigo.

Ruth M. Lerga nos vuelve a ofrecer otra historia de esta particular familia donde sus miembros no tienen problemas en demostrar que la camaradería, el compañerismo y el amor que se tienen pueden ser un punto de apoyo en cualquier circunstancia. Por esto mismo me gustan tanto las sagas familiares, en ellas se pueden ver esos lazos inquebrantables, cómo, a pesar de vivir sus propias vidas, se siguen mostrando cercanos y no dudan en ayudar a aquel que lo necesite, algo que la autora ha sabido reflejar muy bien en esta serie, pues los Beaufort son un todo equilibrado que no se rompe a pesar de ir incorporando nuevos elementos. Así, Ruth, con su sencillez a la hora de presentarnos la trama, consigue una lectura adictiva, sin giros argumentales, pero que se va volviendo mucho más interesante a medida que avanzamos en ella, pues la prosa elegante y cuidada que utiliza invita a profundizar en la historia y querer seguir conociendo a los personajes. Así, ellos son un punto importante en la obra, los protagonistas se nos muestran auténticos, con sus defectos y sus virtudes, cercanos al lector y con detalles que nos hacen ver sus personalidades claramente. Sarah aparece como una joven tímida que ha vivido demasiado protegida por su familia, ella misma reconoce ese defecto y que podría afectarle a la hora de destacar por encima de otras debutantes. Sus dudas vienen dadas por su juventud, pero, bajo su inocente apariencia, esconde el espíritu combativo de los Beaufort, algo que no tardará en demostrar. Martin, por su parte, es un hombre fuerte e independiente que anhela el calor de un hogar, por lo que cuando conozca a todos los Beau no tardará en querer tener lo que ellos tienen. De esta forma, dos personas tan distintas acabarán encontrando en el otro detalles que los acercarán, iniciando una amistad que dará paso a unos sentimientos tiernos que crecerán poco a poco, desembocando en una relación dulce y apasionada. En cuanto a los secundarios, la autora nos da el privilegio de seguir conociendo a los Beaufort, todos ellos hacen las delicias del lector, haciendo gala de ese sentido del humor tan particular y los lazos tan fuertes que los unen. Además, nos da la oportunidad de saber un poco más de George, el hermano de Sarah, al que apenas habíamos tratado hasta ahora, nos muestra ciertas pinceladas de su personalidad, fuerte, decidido y con aspectos de su vida que parece tener muy claros, a pesar de ser todavía tan joven, nos deja un prometedor avance de una historia que promete ser de lo más movida. En definitiva, un libro, muy al estilo de los anteriores, pero donde la autora ha sabido sacar partido de la sencillez de la trama mostrándonos un romance que deberá lidiar con las dudas de una joven que no ha conocido más amor que el de su familia.

La razón para rechazar al señor Foster de Ruth M. Lerga sabe continuar con la esencia de una serie que se caracteriza por la brevedad y la sencillez de sus novelas, no obstante, no sacrifica un romance donde los sentimientos son fuertes, capaces de vencer los miedos y derribar las barreras que encuentren en su camino, tanto es así que Martin y Sarah jugarán un juego de indiferencia en el que la atracción será la clave para que esas emociones tempranas se transformen en un amor profundo y duradero.

· Gracias a Selecta por el ejemplar ·