VERSATIL EDICIONES
Después depublicar “La reina del azúcar”, con la que consiguió un considerable éxito, Dolores García nos presenta su última novela “La rebelión de Penélope” gracias a la cual ha logrado alzarse con el Premio Letras del Mediterráneo, dotado con 10.000€ y se le ha concedido por “sus grandes atributos literarios, su estilo narrativo sugerente, por ser una obra capaz de llegar tanto al gran público como al de la novela de género y por su contribución en dar a conocer la provincia de Castellón desde la literatura”. Me gustaría presentaros a Penélope o más bien, voy a dejar que ella misma se desnude ante aquellos que decidan abrir las solapas de esta novela. Capa a capa ella se irá descubriendo, no solo ante los lectores, sino incluso ante sí misma. Ella realizará un viaje íntimo, ya que necesita “redescubrirse y mirarse con ojos renovados, como si se mirara por primera vez”. En ocasiones los mejores inicios comienzan con un final. Un matrimonio roto, una hija egoísta obligada a abandonar su casa. Una mujer que ante las cenizas de su malogrado matrimonio comenzará realmente a vivir. Por el camino descubriremos a esas otras personas unidas a ella de una u otra manera. Miles de secretos se irán descubriendo; seremos testigos de sentimientos tóxicos y personas que como parásitos te absorben hasta el alma, e incluso, la propia vida. Todos ellos se darán también cita en esta historia, en la que tal vez, las primeras páginas se nos antojen en cierto modo pausadas pero que nos van enganchando con esa manera perfecta que tiene de narrar la escritora, y que nos lleva sin dilación hasta ese final que desde luego, nadie logrará prever.
Supongo que existen géneros que venden más que otros y que se utilizan determinados argumentos para llegar más fácil al público. La novela negra gusta, existiendo multitud de lectores que se animan a leerla. No quiero decir que en esta que nos ocupa no exista intriga que la hay, ni un caso de asesinato por resolver, que también se da; pero nos encontramos con algo mucho más profundo que una simple novela policíaca, asunto que deberían haber obviado a la hora de redactar la sinopsis ya que incita a la confusión y lo más flagrante, te deja con un regusto amargo, ya que desvelan una parte importante de la trama que debería ser descubierta solamente por el lector que tenga la magnífica oportunidad de perderse en este relato.
“Hay amores que matan” como dice el gran Sabina y bien cierto es. Nos encontramos ante una historia de emociones, que indaga en el alma de una mujer normal, típica, con una vida ordenada, sin importantes contratiempos. Lo que la caracteriza es que ella se revela contra el destino, que la ha unido a alguien que la está anulando como persona. Aquí se darán cita diferentes caras del amor. Porque hay amores pasionales, obsesivos, amistosos y tóxicos. Personas que permanecen con su pareja por el temor de quedarse solos, por necesidad, por responsabilidad o sentimiento de culpa. Amores que nos perjudican, en definitiva, amores que matan.
Olvídense de leer la contraportada de esta novela porque tan solo les llevará a equívocos; es una obra inclasificable, como la propia escritora ha declarado. Puede parecer novela negra pero no lo es. En ella nos encontramos con un poquito de drama, de amor, pizcas de humor, es decir, una historia como la vida misma. Acompañaremos a esta mujer en ese proceso íntimo de descubrirse a sí misma, de quererse y valorarse y por qué no, de revelarse contra aquellos que la han dañado. Dolores pretende que sirva como un sistema de alarma y ayude a evitar un final traumático, como el que se da en numerosas relaciones, y que ciertas personas con adicciones emocionales sean capaces de romper con aquello que les daña. Espero que lo logre. Lo que si ha obtenido sin lugar a dudas, o al menos conmigo, es conmover al lector.
De esta reseña se ha hecho eco la revista CULTURAMAS