Reseña: La reina roja de Victoria Aveyard

Título:  La reina roja Autores: Victoria AveyardISBN:9788494411021

Editorial: Gran Travesía
Páginas:   474

Año de publicación: 2015
Precio: 16,95 € «En la escuela aprendimos acerca del mundo anterior a éste, el mundo de los ángeles y los dioses que vivían en el cielo y gobernaban la Tierra con amor y bondad. Algunos dicen que son sólo leyendas, pero yo no lo creo.Los dioses aún nos dominan, han descendido de las estrellas y no les queda ni un ápice de bondad.»En una sociedad dividida por el color de la sangre, los Rojos luchan por sobrevivir bajo la sombra de los Plateados, «superhumanos» con poderes terribles que les permiten manejar el mundo a su antojo. Pero cuando se descubre que Mare Barrow —una joven ladronzuela Roja— tiene también esos poderes, es llevada al mundo de los Plateados. Allí descubrirá que el poder es un juego peligroso y que la única certeza es la traición.

Creo que no me equivoco al afirmar que se trata de una de las novelas más esperadas del año, con una de las portadas más bonitas del año, la promoción más radical del año y puede que hasta una de las historias más interesantes de este año.Lo primero que nos encontramos tras la preciosa edición de esta novela es a Mare y una historia que primero nos pone en antecedentes, sigue con el inicio de una trama que enseguida se vuelve enrevesada y perversa. Lo interesante es que la autora toca  todos los elementos necesarios para que la narración en primera persona no impida al lector ponerse en la piel de cada uno de los combatientes en esta guerra. La de los cien años no, esta es nueva.Los rojos, el pueblo llano subyugado por los plateados,  son numerosos y pobres, con pocas opciones de no acabar siendo enviados a una guerra centenaria una vez alcanzada la mayoría de edad. Solo algunos afortunados consiguen un maestro que les enseñe un oficio para poder trabajar y evitar la batalla, la hambruna y miseria. Los plateados, considerados dioses y seres superiores,  aunque simplemente ejercen como clase alta de la sociedad gracias a su hegemonía política económica y táctica, además son para darles de comer a parte. Cumplen con ese concepto de súper-humano con poderes variados y coloridos de tal forma  que ostentan todo el poder y mantienen al margen a toda su competencia, excepto entre ellos por supuesto. Es la gracia de los imperios, que caen por las disputas internas. La guerra entre las naciones plateadas usan de forma sistemática a los rojos como primera línea de batalla. Es decir, humanos evolucionados dominando a la variante más débil de la especie humana. Este ha sido un concepto que me ha encantado porque se convierte, poco a poco y sinuosamente, en la base sobre la que se yergue toda historia. Y debo añadir que, desde que aparece la palabra "guerra" por primera vez, yo necesitaba un mapa, que por desgracia no tiene. Me hace cierta gracia porque, a fin de cuentas, el abismo entre sociedades, el concepto de la supervivencia del más fuerte y capacidad evolutiva de la especie humana, los poderes que poseen los personajes y la inalterabilidad de la esencia de la naturaleza humana, son todos los elementos accesorios que me mantuvieron pegada al libro esperando las pequeñas dosis que iba dejando la autora. Con cuentagotas, a veces tremendamente concreto y vagas afirmaciones otras, pero estaban ahí y han sido pinceladas suficientes como para teñir la novela de ese punto interesante que la lleva más allá de  las historias habituales. Al fin y al cabo Mare es una roja a la que adoptan los plateados con intención de usar como marioneta para controlar al pueblo hastiado y a punto de sublevarse. De forma totalmente fortuita Mare descubre su capacidad y es encubierta como una plateada que ha sido criada por rojos, más que nada porque tiene la revelación justo delante de la familia real, rey reina príncipe heredero y príncipe segundón, además de toda la corte presente  en el acto de elección de la futura reina.  Es cierto que el inicio es un poco lento y tarda un rato en iniciar la verdadera acción para poner en antecedentes al lector y meterlos en situación, aunque yo la vi un poco blanda pero dramática en ese inicio es una de las partes más interesantes de la novela desde mi punto de vista. Pero en cuanto empieza desplegar el grueso de la trama es cuando realmente me pareció lento porque se inicia el mismo proceso que al principio de la novela pero en silvermode. La protagonista empieza a familiarizarse con los plateados, a empatizar  con ellos, con las consecuencias de su estilo de vida, y a comprender que, si bien no luchan contra el hambre y la miseria, la lucha encarnizada entre los plateados por el poder puede ser igual de mortal. Como lo puede ser enamorarse de un príncipe, al tener dos entre los que elegir tiene cierto encanto pero en cuanto entra en la ecuación un cuarto elemento me resultó tan abrumador que era necesario ir descartando. Llegan cambios de dirección radicales sin previo aviso y esto hace de la novela una lectura emocionante a medida que se va llenando de traición, mentiras, secretos y verdades a medias. Con un pasado que es desconocido para la protagonista y el lector, se vive la lectura desde una postura desventaja que, claramente, debe modificarse. A mí me resultaba todo muy fluido, sencillo, definitivamente lo vi venir.Sin embargo, y a pesar de todo, ese final ha sido impresionante. Los últimos capítulos son sencillamente cautivadores para un lector ansioso de acción y un gran despliegue de capacidades porque, aunque las hay de forma esporádica por toda la lectura, no encontramos grandes explosiones de actividad. Concluyendo, el principal rival de La reina roja eran sus congéneres (porque no he podido obviar la permanente sensación de Déjà vu) y los ha abatido evolucionando, yendo más allá con una combinación que se ha visto muy poco y que ha conseguido absorber atención, de la buena.