Conocí la novela, y al autor, gracias a un sorteo en Instagram. Decidí no participar, no porque no me atrajese la historia, sino porque preferí leerla con Kindle Unlimited. Y lo único que puedo decir antes de comenzar es que menuda historia me habría perdido de no haber sido mencionado para el sorteo. Espero que todos decidáis adentraros en la maravillosa historia que nos deja Fran Bailén. Vamos con la reseña de La sala justa.
Crítica libro La sala justa
Lo primero que hay que decir sobre la novela, sin contar que todos los hechos suceden en España, es que es una distopía. ¿Qué cambios hay respecto a nuestro país actual? Se ha instaurado una nueva ley en la que se puede asesinar a sangre fría a cualquier preso que haya cometido un delito de primer grado. 60 minutos es lo que tiene la persona que decida utilizar su derecho. Nada de introducir objetos en ella, la propia dirección hace entrega del arma escogida para acabar con una vida. En esta España la sociedad se rige por el ojo por ojo. Entrar en la sala justa no lo hace cualquiera en busca de justicia; lo hace en busca de venganza.
La premisa es similar a la planteada por las películas de La purga, solo que aquí no puedes matar a cualquiera; tan solo a los presos por haber asesinado anteriormente.
Perdón por las prisas, creo que el ansia de contaros mis sensaciones me supera. Antes de aprobar esa terrorífica ley, se aprobó la cadena perpetua. Ya veis que los nuevos partidos políticos no se andan con remilgos, y es sobre ellos donde se centran las críticas de la novela. Me adentro de nuevo en ella en la reseña de La sala justa, tras la sinopsis.
Sinopsis
Ha matado a la persona que amas, y ahora está frente a ti, sin poder escapar, sin poder defenderse. ¿Qué vas a hacer?
Tras la aprobación de una nueva y polémica ley sobre la pena de muerte para presos con delitos de primer grado, una joven fotógrafa se topa con la posibilidad de cobrarse la muerte de su novia. El procedimiento es sencillo: una sala, un arma y sesenta minutos para hacerlo. Que estos factores jueguen a su favor sólo dependerá de ella.
Reseña de La sala justa
La historia comienza con una mujer, nuestra protagonista y narradora, que nos cuenta los pasos previos a acceder a la famosa sala. No sabemos quién es, ni por qué reclama venganza ni sobre quién, siendo esto último el misterio que nos acompañará durante una gran parte de la novela. Conforme pasamos las páginas, más inmersos estamos en la oscura historia; más queremos conocer sobre ella. Porque lo bueno es que una vez se encuentra frente a su presa es cuando comenzamos a escuchar todo lo que tiene que contar, al igual que su víctima. Es en ese justo momento en el que no puedes despegarte, Fran te ha encerrado al igual que a las «víctimas», solo que tú no vas a morir entre cuatro paredes.
«Y es ahí, al soltarlo, al ponerle voz, cuando te percatas de lo improbable que suena, de lo lejano que parece; tanto como eso de morir. Porque te han preguntado qué harías hoy en el caso de que fueras a morir mañana, pero tú estás convencida de que eso no va a ocurrir».
Nos encontramos con una historia dura, realista y agobiante. No solo por el hecho de que sea posible vengarse a sangre fría de alguien, sino por lo veraces que son los acontecimientos contados. En la sinopsis de la obra ya nos desvela el autor que nuestra protagonista, la que nos guiará en esta travesía de la moralidad, tiene un estudio fotográfico. Su pareja, Laura, es profesora de instituto. Sabemos desde antes de comenzar que será ella la víctima, pero no será hasta bien avanzada la novela cuando descubramos qué le ha ocurrido ni quién lo ha hecho. Fran juega muy bien sus cartas, aguardando el momento de desvelarnos todo lo que queremos saber sin caer en la pesadez o el aburrimiento.
«¿En serio piensas que tengo la necesidad de ocultar algo? Puedo hacer contigo lo que me dé la gana. Debo hacerlo, de hecho».
Es ese pasado de la pareja lo que nos mantiene enganchados, esos capítulos en los que conocemos de primera mano a los alumnos con los que tiene que tratar Laura en el día a día. No se explaya contándonos la vida de esos chavales de dieciséis/diecisiete años; no, lo hace para mostrarnos la cruda realidad por la que pasan muchos profesores. Ese paso de la adolescencia a la adultez, o lo que los jóvenes piensan que son. Sus acciones, sus actitudes, sus palabras, sus contestaciones… todo se ajusta con bastante veracidad a cómo se presenta ese sector de la población en la actualidad. No esperéis una historia de jóvenes como nos tienen acostumbrados hoy en día en la televisión, os llevaréis una decepción al descubrir que los adolescentes son protagonistas de esta historia sin caer en los culebrones.
«Al lobo ya no sólo se le veían las orejas: se le podían contar los dientes».
Como he dicho al principio de la reseña de La sala justa, existe una crítica muy potente hacia nuestros políticos. El autor no entra en mencionar quién defiende la nueva ley de muerte ni quién la quiere bien lejos. Pero sí que nos hace pensar en qué lado de la balanza nos colocaríamos nosotros. ¿Seríamos capaces de asesinar a sangre fría a alguien que nos ha arrebatado a un ser querido? ¿Apoyaríamos a X partido solo por estar de acuerdo en una ley que, en un principio, nos favorece? Y es ahí cuando nuestra protagonista se pregunta si sus principios pesan más que cualquier mal.
El propio Gobierno defiende que la identidad de los verdugos se mantenga en el anonimato. Nada de nombres, no se puede dar pie a que se desate una carnicería al margen de la famosa sala justa. Porque seamos sinceros, ¿qué haríamos si conociésemos a la persona que ha asesinado a un ser querido?
Narración
La protagonista cuenta su historia a la que será su víctima, a la vez que nos la desvela a los lectores. Está narrada en primera persona, tanto los capítulos en los que ella es la protagonista como en los que es Laura. Cuando conocemos alguna situación vivida por esta última, aclara que lo sabe gracias a que esta se lo contó.
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Personajes
La narradora es la protagonista de todo. La historia contada es la que ella quiere que conozcamos, vemos a través de sus ojos todo lo que ella ha visto para llegar a la sala, sufrimos con ella el dolor de la pérdida de un ser al que ama. Incluso cambiamos nuestra forma de pensar para reclamar esa venganza que se ha visto obligada a llevar a cabo.
Laura es su pareja, de la que conocemos esos primeros nervios, incluso miedos, que siente al tener que enfrentarse a unos alumnos y alumnas problemáticos.
Aparecen en escena Gonzalo y Ana, una pareja que guarda una buena amistad con nuestra pareja protagonista. Gracias al personaje masculino nos adentramos en esas disputas políticas que todos nosotros hemos tenido en alguna ocasión con nuestro grupo de amigos más cercanos. Incluso roza lo enfermizo esa pasión que siente por impedir que se apruebe la dichosa ley.
Y, por último, tenemos a los estudiantes de Laura. Sin ser protagonistas tienen un gran peso en la novela para enseñarnos todos esos aspectos negativos que hoy en día, la gran mayoría, repudiaríamos.
Valoración final
Después de devorarla, y tras pensarlo en frío, creo que este novelón sería ganador del Premio literario Amazon 2021 si hubiese sido publicado en las fechas del concurso. Toca la fibra, pone en duda nuestras creencias y mantiene una tensión increíble sin decaer en ningún momento. No tiene miedo de adentrarse en terreno pantanoso y hablar abiertamente sobre temas como la homosexualidad, la pena de muerte o la corrupción política.
Datos
Título La sala justa
Autor Fran Bailén
Editorial Autopublicado
Género Thriller, suspense
Autoconclusivo Sí
Número de páginas 301
Formato eBook, tapa blanda
Fecha de publicación Febrero 2021
¿Dónde comprar el libro La sala justa?
Puedes conseguir el libro en papel o en digital en Amazon. Si tienes Kindle Unlimited léelo sin coste adicional.
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