Suma de Letras || Octubre 2014
552 Páginas || Papel y Ebook
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Gala Marlborough viaja con sus dos hijas, Kate y Adele, a un pequeño pueblo del Ampurdán con la única intención de cobrar la herencia de un familiar desconocido y retomar cuanto antes su vida en Nueva York. Ignora que esa decisión activará una perfecta, sutil y acompasada maquinaria dispuesta a desempolvar mentiras enterradas, secretos familiares y a sanar almas entregadas a la amargura del dolor.
'La tierra de las mujeres' es uno de esos libros que no hubiera leido sin participar en una lectura conjunta, o sin que me tocara en un sorteo. No tenía nada, en principio que llamara mi atención lo suficiente para hacerme con él por si mismo. Pero aproveché la oportunidad que se me brindó tras organizar la lectura y he de decir que no puedo estar más agradecida. Es una historia que no solo me ha gustado, sino que me ha sorprendido y me he enganchado más de lo que podría haber imaginado.
La eternidad anida en los intervalos de tiempo suspendido.Es un claro ejemplo de que las historias sencillas, con personajes normales y reales, a veces gustan y atrapan más que las rebuscadas, y eso para mi, que adoro el género sobrenatural y de fantasía, que disfruta con lecturas de mundos apocalípticos y situaciones extremas, es decir mucho. 'La tierra de las mujeres' me ha enseñado el valor de lo simple, de lo cotidiano, de lo que nos puede suceder a cualquiera. Y si, es cierto que en el libro hay personajes peculiares que quizá no nos encontramos al doblar una esquina, pero no son raros, y puedo decir que he tenido la suerte de conocer a abuelas parecidas a las de esta historia.
Gala trastoca toda su vida y la de sus hijas por una mujer que nunca conoció y que no sabía que existía. Una tía abuela que la ha nombrado heredera de sus bienes, siempre y cuando cumpla una serie de requisitos. Y ella, que está deseando un cambio, aún sin ser capaz de reconocerlo, no duda en coger un avión y viajar desde la gran manzana hasta un pequeño pueblo perdido del Ampurdán. Un pueblo con unos habitantes singulares, que la acogerán con los brazos abiertos y la harán partícipe de su día a día sin dudarlo un segundo.
El talento es mera suerte, lo que importa es la valentía.Una historia sencilla de cambios, de afrontar los problemas, de coger el toro por los cuernos y luchar por ser una misma, aderezada con unos personajes que nos llegarán al corazón, nos harán sonreir y disfrutar, nos emocionarán aún incluso cuando los conozcamos únicamente a través de las palabras de un diario viejo. Un pueblo que nos hará sentir entre sus calles, y con su gente, llevándonos a recordar, quizá, momentos en un pueblo parecido, o en algún lugar perdido donde ser nosotros mismos. O recordar ese primer amor, esa primera vez que un niño llegó a gustarnos, y no pudimos volver a olvidarnos de él.
Los cruces del destino son aleatorios y, a veces, solo hace falta un segundo o menos para producir encuentros que, por ese poco tiempo, jamás existieron.Sandra Barneda, con su manera de escribir y con sus personajes, ha conseguido llevarme al pasado, transportarme a esos veranos en los que era yo misma en el pueblo de mi padre, con gente tan cercana como la de La Muga, de esa que te saluda siempre aunque no sepa muy bien quien eres. He recordado momentos vividos que disfruté, y que desearía volver a disfrutar, y quizá por eso el libro me ha gustado tanto. No lo sé.
O quizá es simplemente porque Gala, con sus más y sus menos, me ha calado hondo. O porque quisiera tener a Nalda en mi vida, con su sabiduría y sus consejos. O porque desearía tener el espíritu libre y aventurero de Adele. O porque he comprendido y me he encariñado con Kate, por todo lo que ha visto sin deber hacerlo. O porque Amat se ha ganado mi corazón con sus miedos y su tristeza. No sé porque ha sido, pero 'La tierra de las mujeres' me ha maravillado.
Hija y madre se fundieron en un abrazo empañado en lágrimas silenciosas. Permanecieron a la interperie un buen rato hasta que se redescubrieron de nuevo como lo que eran: dos almas perdidas, llenas de frustraciones y lamentos, pero con un sólido lazo llamado amor.Y si, también tiene sus cosas malas... Como Frederick a quien odio aunque no exista. O ese final injusto, y tan abierto, de los que no puedo soportar.
En resumen, 'La tierra de las mujeres' es un libro que recomiendo ciegamente. Por la manera de escribir de Sandra, reflejando sentimientos y pensamientos de una manera sublime, clara y maravillosa. Por como atrapa desde el principio hasta el final. Por la historia que esconde con secretos y emociones a partes iguales. Pero sobre todo por unos personajes con los que podemos sentirnos identificados y viajar de la mano por las calles de La Muga. Visitar el pueblo, no creo que os arrepintais.
Hay momentos, lugares, edades y días en los que se tiene más consciencia de la fugacidad del tiempo; en los que se sabe con certeza que la vida es un leve suspiro, un viaje sin fecha de retorno, un camino de una sola dirección. Lo sorprendente es que, a pesar de ser conocedores de su caducidad, la mayor parte del tiempo se vive con la ilusión de que nada termina y la eternidad nos acompaña.