Revista Cultura y Ocio
Ted es rico y tiene una familia perfecta, una esposa y dos hijas adorables. Nadie podría imaginar el motivo que lo ha llevado a tomar la drástica decisión de quitarse la vida. Cuando oye sonar el timbre una y otra vez, su primera reacción es ignorarlo y apretar el gatillo de una vez por todas. Pero entonces descubre una nota escondida entre sus cosas; una nota con su caligrafía que no recuerda haber escrito: «Abre la puerta. Es tu última salida». Al otro lado de la puerta encuentra a un desconocido llamado Lynch, que no sólo sabe lo que Ted está a punto de hacer, sino que le hace una propuesta difícil de rechazar: un plan para evitar que su familia sufra ante las consecuencias devastadoras de un suicidio.
Ted acepta sin imaginar que la nota en el escritorio y la oferta de Lynch son apenas el comienzo de un juego macabro de manipulaciones. Alguien ha sembrado un camino de migas de pan que Ted irá recogiendo. Alguien que lo conoce mejor que nadie, que lo hará dudar de sus propias motivaciones y también de las personas que lo rodean.
¿Quién maneja los hilos desde las sombras?
A veces sólo podemos confiar en nosotros mismos.
Y, en ocasiones, ni siquiera eso.
No nos engañemos, cuando vemos una portada como la de arriba siempre acabamos cayendo en la tentación para saber que es lo que nos encontraremos en la novela. Pues precisamente es lo que ocurre con este pedazo de thriller; te llama la portada, lees la sinopsis, el primer capítulo y automáticamente acabarás prendado de sus redes. La última novela del argentino Federico Axat dejará la boca abierta a más de uno.
Ted McKay es un hombre que lo tiene todo pero que decide terminar con su vida. Cuando sopesa el peso del revolver con el que se pegará el tiro... llaman a la puerta. Esto no es todo, encima de su mesa encontrará una nota que no recuerda haber escrito que pone "Abre la puerta. Es tu última salida". Sabe que no tiene otra alternativa y es que esa puerta abrirá muchísimas más puertas para meternos de lleno en una historia INCREÍBLE. Partiendo de esta premisa y sin ninguna otra pista, el lector se sumergirá en una historia trepidante con giros en la trama sorprendentes y que a más de uno le dejará la boca abierta.
Como todo thriller, el ritmo es tremendamente ágil y es que Federico cautiva al lector desde el primer momento con muchísimos interrogantes abiertos. Tus cinco sentidos estarán pendientes de todo lo que lees y es que la tensión empezará a subir a medida que sigas avanzando en la historia. Olvídate de hacer tus conjeturas porque seguramente sigas leyendo y lo que habrías pensando quedará totalmente descartado y precisamente es lo que más me ha gustado de la novela, el intento de que uno mismo crea por donde irán los tiros de la novela pero que sean todos errados.
Es una novela que juega con el lector, lo marea, lo despista, lo confunde... quiere que entre en la mente de Ted McKay y que sea uno más de la historia. Esa complicidad entre trama y lector me parece muy difícil de conseguir pero el autor lo solventa con creces y de una manera espectacular. Además, el lenguaje tan cinematográfico de la novela hace que se nos muestre todo lo que está aconteciendo y entremos en la vorágine. Creo que se podría hacer un paralelismo entre esta novela con las películas de Christopher Nolan como Memento u Origen o incluso otras películas de otros directores como Shutter Island por la manera que estas personas confunden al lector o espectador en el caso correspondiente.
Bastante importante es que prestemos atención a los pequeños detalles que se nos van diseminando por la novela, hechos tan minúsculos e imperceptibles que muchas veces pueden convertirse en el leitmotiv de la historia y es que como dice el dicho "el diablo está en los detalles".Un simple comentario, un gesto o una imagen pueden convertirse en la pieza fundamental de todo el engranaje de la historia.
Ted es nuestro protagonista, toda la trama gira alrededor de él y la fuerza del relato recae sobre su persona pero no por ello es menos importante el papel de los secundarios que aparecen. Será Ted la pieza clave, pero los satélites que están a su alrededor también tienen una función destacada en la vida del protagonista. La evolución de todos los personajes a lo largo de la historia es constante, empezando primeramente por Ted, ya que el que conocemos no tiene nada que ver con su pasado y con su futuro, es una imagen borrosa en una espejo que los lectores tenemos que ir desenmascarando poco a poco porque ese aura de perfección no es lo que parece. Lynch, Blaine, Roger, Laura Hill, Wendell, Mike... son los personajes que ayudarán a Ted a seguir su camino, abrir las puertas que se le están presentando a lo largo de toda la historia.
Y ahora viene mi mención especial al desenlace, al pedazo final que nos encontraremos y es que seguramente el lector se quedará con la boca abierta. El camino que vamos abriendo paso a lo largo de las páginas llega su final pero ese fin de trayecto quizás no lo es tanto... o sí, depende de como lo pueda interpretar uno. Federico Axat sabe como embaucar al público y dejarlo completamente descolocado con este desenlace.
En definitiva, La última salida es un thriller trepidante, ágil, con altas dosis de intriga y tensión. Entras dentro de un juego en el que la mente te puede jugar malas pasadas y en las que todas tus teorías pueden venirse abajo pero no desistas, insiste, sigue el camino y vete abriendo puertas porque quizás... es tu última salida.
Puedes comprar el libro aquí: La Última Salida
Gracias a Ediciones Destino por el ejemplar.
¿Has leído la novela o alguna otra del autor? ¿Te gustan este tipo de thrillers psicológicos? Espero tus comentarios más abajo :)