Queridos lectores:
En 2020 tuve el placer de leer una novela que me conquistó de inicio a fin. Se convirtió en una de mis mejores lecturas de ese año y supe que necesitaba seguir descubriendo más títulos del autor. Como habréis deducido (el título no favorece el ambiente de suspense) se trata de Joël Dicker y la lectura a la que me refiero es El enigma de la habitación 622. La siguiente novela con la que me animé fue La verdad sobre el caso Harry Quebert, uno de los favoritos de los lectores. Y sí señor, Dicker volvió a maravillarme.
FICHA TÉCNICATítulo original: La Vérité sur l'Affaire Harry QuebertAutor: Joël DickerTraducción: Juan Carlos Durán RomeroCategoría: IndependientePáginas: 791 (edición bolsillo)Género: Novela policíaca
Edición: Me gusta leer (Grupo PRH)
ISBN: 978 84 663 3228 6
PVP: 10,95€ (edición bolsillo)
Quién mató a Nola Kellergan es la gran incógnita a desvelar en esta incomparable historia policíaca cuya experiencia de lectura escapa a cualquier tentativa de descripción.
Intentémoslo:
Una novela de suspense a tres tiempos -1975, 1998 y 2008- acerca del asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire.
En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor -Harry Quebert, autor de una aclamada novela- y descubre que éste tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después, Harry es arrestado y acusado de asesinato al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín.
Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras busca demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad solo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido.
Nos encontramos ante una novela policíaca que, al igual que El enigma de la habitación 622, no se ciñe a la estructura típica del género en cuestión. Dicker le da una vuelta más, construyendo una historia mucho más compleja que un simple crimen sometido a una investigación policial. En mi opinión, cada una de las páginas que componen el libro son imprescindibles, no sobra nada.
La historia sigue a Marcus Goldman, Harry Quebert y Nola Kellergan. Tres personajes. Tres líneas temporales. Una incógnita: ¿qué le ocurrió a Nola? La premisa parece fácil, pero no os dejéis engañar. Una vez más, recurro a la complejidad que caracteriza la trama. Esta "complejidad" no es sinónimo de lectura densa, ni de difícil comprensión. De hecho, resulta todo lo contrario, una lectura amena que se puede leer mucho más rápido de lo que uno imagina. Las líneas temporales son algo que a mí me traen un poco de cabeza, porque suelo preferir que no mezclen demasiados saltos en el tiempo. No obstante, en este caso no he sentido que me resultase contraproducente a la hora de leer. Por otro lado, además de los protagonistas, la historia cuenta con varios personajes secundarios cuyo papel es muy relevante y contribuyen en conjunto a crear una novela consistente y bien perfilada.
En esta sociedad, Marcus, los hombres a los que más admiramos son los que ponen en pie rascacielos, puentes e imperios. Pero en realidad, los más nobles y admirables son aquéllos capaces de poner en pie el amor. Porque es la mayor y la más difícil de las empresas.En la reseña de El enigma de la habitación 622 hacía referencia a la originalidad que aportaba el autor con el juego de voces narrativas. En este caso me gustaría destacar la estructuración de la novela. Se divide en tres partes, junto con el prólogo y epílogo, siguiendo los capítulos una numeración en orden inverso (empieza en el capítulo 31 y finaliza en el 1). Hasta este detalle que podría pareceros una tontería mayúscula le aporta otra seña más de identidad a la historia. De hecho, (y no es un spoiler pero os aviso por si queréis detener ahora mismo vuestra lectura) el libro en sí se plantea como una publicación por parte del protagonista de la historia. Me explico: Marcus Goldman, el protagonista en cuestión, es escritor. Lo que el lector lee viene a ser lo que Marcus crea, todo lo que va recopilando e investigando a lo largo de la trama. Es como si Dicker fuese Goldman.
Poco más tengo que añadir, pues son todo buenas opiniones. Una narración cuidada, unos personajes trabajados, una trama sorprendente, giros argumentales impactantes. Solo como Joël Dicker sabe hacerlo.
¡Y esto es todo por hoy! Os animo a leer al autor si no lo habéis hecho ya, de verdad, no defrauda. Tenía pensado continuar con La desaparición de Stephanie Mailer, si lo habéis leído estaré encantada de leer vuestras opiniones.
P.D.: la novela cuenta con una adaptación en forma de serie. Protagonizada por Ben Schnetzer (Marcus Goldman), Patrick Dempsey (Harry Quebert) y Kristine Froseth (Nola Kellergan), podéis encontrarla en Amazon Prime. Personalmente me gustó mucho, se ciñe bastante a la trama original (aunque el nombre de la localidad donde se desarrolla es diferente, no lo entiendo). Os la recomiendo si disfrutasteis con el libro o, todo lo contrario, si no os llegó a enganchar el mismo podéis probar con la serie. Son 10 capítulos y se ven muy rápido.