Revista Cultura y Ocio

Reseña: La voz de Archer de Mia Sheridan

Publicado el 26 abril 2019 por Carola Zacarias @carolabooks

Publicado: Febrero 2016 Editorial: Phoebe ISBN: 9788416331536
Género: Romántica N° de Pág: 320 Autoconclusivo

Cuando Bree Prescott llega a Pelion, un pequeño pueblo en el condado de Maine, anhela contra toda esperanza que ese sea el lugar donde finalmente pueda encontrar la paz que busca con desesperación. El primer día en su nuevo entorno se tropieza con Archer Hale, un hombre silencioso que vive aislado por un dolor tan intenso como el de ella.
Bree y Archer empiezan a sentirse atraídos el uno por el otro. Un deseo irresistible que los empuja a acercarse sin remedio. Pero su historia encuentra barreras que pueden ser insalvables...
Un hombre solitario, la mujer que lo ayuda a encontrar su voz y una pasión dulce que esconde historias pasadas de secretos por desvelar. Una historia de amor, destino y sufrimiento, pero, sobre todo, de su poder para transformarlo todo.

La voz de Archer es una novela muy emotiva, llena de muchos sentimientos en cada página que pueden llegar a estremecer tu corazón.
Mia Sheridan ha logrado crear una maravillosa obra, reflejando en dos personajes unas emociones que te hacen vibrar mientras lees cada hoja de este libro.
Bree, es una chica que huye del dolor de su pasado, de la tristeza que invade su corazón de haber perdido a su padre de una manera tan violenta. Siente que si se queda viviendo hasta ahora en ese lugar morirá de dolor, y ella lo que desea es volver hacer la misma chica de antes, por eso es que decide viajar hasta Pelión, un lugar que le da el sentimiento de estar en casa.
Desde su llegada, hará buenas amistades con las personas del pueblo y conocerá a Archer, un joven tímido y que ha tenido una vida bastante dura, y quien ha quien le ha tocado vivir refugiado del mundo por la desgracia de su pasado. Una desgracia que ha dejado marcada su vida. Leeremos como la relación de Bree y Archer, crece de la esperanza y perseverancia y sobre todo del amor.
Habrá unos personajes secundarios que no se notaran mucho, pero que también darán vida a la felicidad y dudas que crecerá en la relación de nuestros protagonistas.
Esta es una novela magnifica del género New Adult, un género que no suelo leer mucho, porque siempre mayormente suele tratarse de lo mismo, pero esta historia si tiene un toque diferente y nostálgico que de verdad puede llegar al corazón.
Tenemos a unos personajes muy bien desarrollados y un protagonista único, que será el centro de todo, al igual que una protagonista luchadora, que no solo se esfuerza por volver a ser ella misma, sino que también vela por la felicidad del chico que le robó el corazón.
La voz de Archer, está narrada por Bree y con algunos flashback del pasado de Archer, donde nos contara de porqué él es ahora como es, sabremos el duro pasado que le toco vivir y así entenderemos un poco más sobre él.
Este es un libro muy fácil de leer, cuando lo comienzas quedas atrapada entre sus páginas rápidamente y todo suele suceder de manera muy rápida. Lo único que no termino de atraparme fue el final, porque sentí que paso muy deprisa, como sí el autor se diera cuenta de que ya llevaba muchas páginas de historia y quisiera terminar pronto con todo, tal vez con un final un poco diferente, algo más desarrollado se habría ganado una puntuación de 5.
Pero eso no ensombrece la belleza con la cual Mía ha relatado esta historia tan maravillosa entre Bree y Archer.
Sí eres un lector con gustos por el género New Adult, te invito a sumergirte en estas deliciosas páginas, pues la prosa de Mia Sheridan logrará cautivarte de inmediato.

-Te quiero tanto que me duele -confesó y parecía afligido.
[...]
-El amor no tiene que dolor.
Él inspiró profundamente.
-Sin embargo, me duele. Me duele porque tengo miedo de amarte. Temo que me dejes, temo volver a estar solo. Será cien veces peor porque sabré lo que me hace falta. No puedo. -Tomó aire de forma entrecortada-. Quiero ser capaz de amarte más de lo que temo perderte, y no sé cómo. Enséñame, Bree. Por favor, enséñame. No dejes que esto me destruya. -me miró suplicante, con el dolor grabado en cada rasgo.

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