Reseña: Las llaves de la prisión de los demonios

Después de siglos de intrigas, la Esfinge -el líder de la Sociedad del Lucero de la Tarde- está a punto de conseguir los últimos artefactos que le permitirían abrir la prisión de los demonios, Zzyxx. Si lo consiguiera, una ola de Mal podría hacerse con el control del mundo.En su esfuerzo por interferir este propósito, Kendra, Seth y los Caballeros del Alba luchan por llegar a tiempo a todas las extrañas y exóticas reservas mágicas que están distribuidas por el planeta.Todo está en juego y los riesgos que corren son mortales.En la última entrega de la serie, se confirman alianzas y se revelan secretos mientras las fuerzas de la luz y la oscuridad se enfrentan en una batalla desesperada por hacerse con el control de las llaves de la prisión de los demonios

Gracias a Random House Mondadori por el envío del ejemplar.
Puede contener spoilers de libros anteriores o del libro (principalmente están en la sinopsis así que no los marqué como tales)
Nos encontramos con el final de la saga, esta saga que yo quise, quiero y querré tanto. Una vez que se devela la verdadera identidad de la Esfinge, todo va en picado. Entre secuestros, personajes que vuelven a aparecer y algunos nuevos, ayudas y traiciones inesperadas, la búsqueda por el resto de las llaves de la prisión de los demonios (es decir, los objetos mágicos que faltan) se vuelve frenética y desesperada. Una traición inesperada y un demonio muy inteligente harán que esta búsqueda también se vuelva personal, y que muchas cosas tengan que apresurarse, pero no por eso la acción se hace menos interesante.
Brandon Mull tiene una forma de narrar que me gustó desde el primer libro, en donde por tener acción o muchas explicaciones extensas no deja de tener interés (a propósito de esto, me gustaría aclarar -por los comentarios que vi en Goodreads-, que la Esfinge, cuando cuenta con todo detalle su plan, es exactamente esos malos malosos bobos que Disney siempre nos presentó; creo que Brandon Mull lo burla bastante en ese sentido). En todo el tiempo está presente el humor, sea de la mano de Seth, Doren, Newel o incluso con comentarios del narrador omnisciente, y hace que te largues un par de carcajadas a lo largo de tooodo el libro.

Es difícil vivir siendo un ser que no cambia, en un mundo sujeto al paso del tiempo

A mí lo que me encanta de esta saga es que los personajes son fieles a sí mismos; vimos a Kendra y Seth crecer desde el primer libro, pero siempre se mantuvieron iguales a como eran. Kendra sigue siendo la misma chica insegura, sabelotodo y coherente, y Seth sigue siendo el mismo idiota, gracioso e irresponsable. Incluso personajes secundarios, como Warren, Vanessa, Doren o Newel siguen siendo iguales pero más crecidos. Los personajes siguen siendo ellos mismos, y eso es importantísimo para mí en un libro; tienen su personalidad tan definida que cuando uno los lee parecen personas tan reales como las que tenés al lado.
Lo importante de este libro no es que las cosas se solucionen o no se solucionen, sino el cómo. Dentro del universo que Fablehaven nos presenta entrega tras entrega, las situaciones se dan en un contexto específico; los ases que saca de la manga el autor no son más que lo que nos venía presentando antes: no hay nada que salga de la nada, ningún "y de repente x persona bajó del cielo y venció a todos los malos" ni nada así. Todo lo que sucede (sobretodo al final del libro) se viene gestando a lo largo de toda la saga; quizás sí es inesperado, pero está dentro del contexto general de los libros. Es algo que muchísimas veces no veo en algunos libros y algo que también me desespera bastante si la coherencia no existe.
En resumen, es una historia que divierte y entretiene, en donde el autor tiene una forma espectacular de narrar, la cual no aburre en ningún momento. Esto nos lleva a un final increíblemente genial, en donde por fin los seres de luz, los seres oscuros y los humanos definen su bando y luchan por liberar o volver a cerrar Zzyxx, la prisión de los demonios, de una forma nunca antes vista en las entregas anteriores. Totalmente recomendable toda la saga y aún más, el autor en sí.
Como un último comentario, voy a dejar la foto del epílogo de Fablehaven #5. Sinceramente es lo que más me gustó del libro, porque podemos ver cómo Brandon Mull no se vende por plata, sea por honestidad o porque no la necesita. A diferencia de autores como Becca Fitzpatrick (es por poner un autor, también me gusta Hush, hush así que la idea no es ofender) que en mi opinión arruinaron sus historias sacando un par de libros más y alargando la historia, lo que lo hace pesada y, en varias partes, incoherente. En fin, me gustaría compartir las lindas palabras del autor.

En fin, sobra decir que me encantó, que cada personaje (los que estuvieron, están y los que ya no están, los viejos y los nuevos) me encantaron, me divirtieron, llegaron a hacerme llorar y me mantuvieron entretenida durante todo el libro e, incluso, la saga.
Nada más que lo mejor para esta saga y este autor.