Leyes de mercadoRichard Morgan (Trad. de Jesús Gómez)Ediciones GigameshRústica | 431 páginas | 24€
¿Qué os parecería si en un futuro no muy lejano las corrientes políticas de cada país estuvieran regidas por contratos con multinacionales? ¿Y si estos contratos se juegan a través de duelos a muerte en coches con la mejor tecnología existente y conducidos por fieros agentes financieros? Richard Morgan nos envía a un futuro cercano con una novela ganadora del premio Ignotus de la AEFCT en 2007 que me ha resultado realmente hipnótica como reza en su contraportada, atrapándome desde los primeros compases hasta un final muy desolador. Siguiendo el ascenso de Chris Faulkner en la millonaria multinacional Shorn Associattes dentro de la división de Inversión en conflictos, nos adentraremos en una historia que puede reflejar en lo que puede llegar a convertirse el mundo si sigue el mismo rumbo que en la actualidad, y en como un hombre puede perder su brújula ética solo por el ansia de poder.
Fotomontaje para Porsche de Olga Anseeuw
Morgan refleja la evolución de un héroe en una sociedad enferma, sus debates morales y su pelea contra los fantasmas que lo persiguen, modificando su conducta y base ética conforme asciende solo para poder sobrevivir. Me ha resultado una novela muy entretenida y ágil, de las que no dan un respiro al lector, con unos diálogos muy inteligentes, llena de acción y violencia sin miramientos, pero también con momentos de reflexión social o de maniobras empresariales de lo más interesantes. Leyes de mercado no es solo una novela de ciencia ficción, si no que aúna aspectos de puro entretenimiento como los duelos de coches último modelo a muerte, jugadas en plan thriller empresarial, un poco de novela negra, y una carga crítica contra el mundo al más puro estilo de maestros como Orwell, metiéndose de lleno en temáticas sobre el capitalismo, el neoliberalismo o la globalización. En algún momento de la lectura me ha recordado a la película Death Race del 2008, en la que Jason Statham no tenía más alternativa que enfrentarse a duelos a muerte en coche en el pasatiempo de la prisión a la que ha sido encerrado,
El mundo que plantea en la novela es muy decadente y desolador. La población se encuentra dividida en dos bandos muy diferenciados, donde los ricos son los que poseen todo el poder, son los que mueven el mundo a su antojo y gozan de las ventajas para sobrevivir; mientras que los pobres tienen futuros inciertos e insostenibles, buscándose la vida en los bajos fondos y guettos que dividen la ciudad. A su vez surge la figura de los Zektivs, los trajeados agentes financieros armados que realizan esas negociaciones agresivas a través de duelos a muerte en coche para conseguir los contratos que más dinero puedan reportar a su empresa. Morgan utiliza estos duelos de gladiadores modernos para mostrarnos un mundo en el que la política es un mero escaparate donde los grandes empresarios juegan a su antojo para tener el mayor poder posible y conseguir las mejores comisiones, donde la única ley que gobierna es la del más fuerte.
Caratula de la versión audiolibro en SffAudio
Y si algo hace realmente bien la novela es como perfila sus personajes, llenos de matices y realmente humanos. Personajes que mantienen unas relaciones bastante tormentosas, individuos que pueden parecer en un principio tópicos pero que no pararan de sorprendernos, personajes que rayaran entre sus dilemas morales en cada acción que realizan. Entre ellos destaca claramente nuestro ejecutivo trajeado protagonista, Chris Faulkner. Al más puro estilo de Walter White en Breaking Bad, iremos siendo testigos de cómo Chris se ira deshumanizando en un camino hacia arenas movedizas que terminara con todas sus relaciones solo por poder sobrevivir y conseguir sus aspiraciones inmediatas dentro de la empresa, mostrándonos una visión bastante deprimente del mundo, donde si algo funciona de forma dominante es muy difícil de cambiarlo en el futuro.
Algunos de los diálogos son sublimesEl ritmo de la novela te lleva a querer másLos matices de los personajes protagonistasLa visión deprimente del mundo
La tecnología presentada se queda algo obsoleta en la actualidad
Richard Morgan firma una excelente novela, con una narrativa muy sólida y una trama que engancha rápidamente. Aunque podemos reconocer varios elementos en ella, su visión escalofriante el panorama sociopolítico, su acción plenamente constante y sus jugadas empresariales hacen que sea una lectura de lo más excitante. No me quedan más que ganas de que llegue la hora de esa nueva edición de Carbono Alterado para poder devorarla de una vez, porque con que solo se parezca un poco a Leyes de mercado, será otra buena lectura.
¡Muchas gracias a Ediciones Gigamesh por el ejemplar!
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