Grupo Edebé
Páginas: 286
ISBN: 9788423680726
Precio: 9,60 €
Los que hayáis estado curioseando por mi blog os habréis dado cuenta de que me encanta la India, así que cuando este libro cayó en mis manos (hace cosa de tres años) lo disfruté como pocas veces disfruto leyendo un libro que sea lectura obligatoria del colegio. Hacía algún tiempo que andab abandonado por casa, así que lo he vuelto a leer (y con esta van cinco) y he decidido comenzar con el mis dos retos del 2011.
Sobre el autor
Jordi Sierra i Fabra nace en Barcelona, aunque el prefiere decir que nació en la Tierra, en un mundo sin fronteras ni banderas. Escritor desde los acho años, se convirtió en comentarista musical y dirigió las principales revistas de rock de los años setenta. Con más de trescientas obras escritas y docenas de premios literarios, entre ellos el Premio Edebé por Aydin en 1994 y el juvenil, con esta novela, en 2006, es el autor infantil y juvenil más vendido (casi ocho millones de libros) y también el más leído en las escuelas de España y gran parte de Latinoamérica. Viajero impenitente, que va de un lado a otro del mundo para conocer nuevas gentes y culturas o documentarse para sus novelas, ha creado la Fundación Jordi Sierra i Fabra en Barcelona y la Fundación Taller de Letras en Medellín, como culminación de toda su carrera, con el fin de promover la escritura desde la infancia a ambos lados del Atlántico.
El libro:
Desde el primer momento simpaticé con Silvia, la protagonista, y con sus ganas de huir de la fama que entraña el apellido de sus padres, médicos prestigiosos y admirados en su trabajo. Ella desea abrirse camino por sí misma, ajena a lo que conlleva su apellido, y por ello decide marcharse a la India, para ayudar como cooperante en un hospital durante todo un verano a pesar de que su decisión disgusta a su padre y no cuenta con el apoyo de su novio.
Su primer encuentro cara a cara con la cuna de Bollywood (no he podido evitarlo XD) no puede menos que intimidarla y excitarla a la vez. Los contrastes del país la sorprenden y la zambullen de lleno en una cultura en la cual ¨el tiempo (no) cuenta en la medida que sirva para algo, sino por la cantidad.¨
Su llegada al hospital es recibida con optimismo por parte de la doctora Roca y con escepticismo por Arturo, otro joven cooperante que no ve con buenos ojos la presencia de Silvia. Día a día nuestra protagonista va acumulando nuevas experiencias y contacta con la esencia de la India a través de las personas que va conociendo. Conocerá la cruda realidad social de la mano de Narayan y Viji, dos hermanas que padecen los contrastes de esa cultura milenaria según la cual la primera de ellas no significa un buen partido debido a sus defectos físicos y la segunda ha sido prometida para casarse con solo trece años. Y por supuesto, también está Mahendra, el solitario príncipe indio que vive encerrado en su palacio guardando el recuerdo de su esposa e hijos fallecidos.
Silvia se deja envolver, se deja llevar y con cada nuevo paciente que llega al hospital intenta dejar lo mejor de sí misma, aunque la muerte no deja de llamar a la puerta y más de una vez la hace desfallecer. Con cada nueva experiencia Silvia se siente en paz consigo misma, en ella crece la seguridad de que está donde debe estar y la sensación de alegría y utilidad por prestar ayuda a quienes más lo necesitan es incomparable con los lujos que rodean su vida en Barcelona.
De más está decir que este libro me ha encantado. La empatía de la protagonista, que le obliga a sufrir en carne propia el dolor de quienes le rodean, llega hasta el lector como algo real. Una novela fácil de leer, entretenida y muy amena que se puede resumir con la misma frase de Tomás Martí Hughet con la que Jordi Sierra comienza la primera parte: ¨ La diferencia entre la riqueza y la pobreza son 8 horas de vuelo y 50 años de historia.¨