Me ha gustado leer Lo que arrastra la lluvia de Men Marías y más me ha gustado conocer la identidad de esta escritora por medio de sus letras y de su gran crítica social.
Esta novela es una obra para reflexionar saboreando la escritura.
Temas: el bien, el mal, la deshumanización, la compasión, la crisis económica del 2008, la mendicidad, el consumismo, la violencia de género, el dolor, la locura, el destino... y el amor por el ser humano.
Aunque para mi el gran tema de la novela es el vacío y la expulsión social.
«El problema no es la lluvia sino lo que arrastra la lluvia».
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Argumento
Granada, 2007. Un padre y una hija mueren a la vez. Pocos meses después, Marina, madre y esposa de los fallecidos, aparece en un parque. Ha dejado de ser la mujer que era, profesora de latín y aficionada a la moda, para convertirse en una mendiga que vaga por las calles de la ciudad.
Carmen y su familia viven en el mejor ático de la plaza Bib-Rambla y disfrutan de una vida cómoda y sin preocupaciones. O al menos así era hasta que Marina aparece en su camino y acepta la generosidad de Carmen, que se ofrece a ayudarla.
Cuando las vidas de las dos mujeres se cruzan, ambas toman un nuevo rumbo que las conduce hasta las profundidades del alma humana. Y es que, a veces, el agradecimiento puede convertirse en envidia y desconfianza...
Una descarnada novela negra que nos invita a reflexionar sobre los límites del dolor y las fronteras entre la locura y el silencio, pero también sobre la grandeza de la misericordia, la compasión y el amor por el ser humano.
Mi opinión personal (sin destripes)
Para mi Lo que arrastra la lluvia es una buena novela de personajes con una gran carga de crítica social. Sabemos que toda novela negra nos aporta una crítica social, y esto lo tenemos aquí pero aumentado y, además encontrar una novela de personajes ha sido algo inesperado y muy sabroso para mi. Todos los personajes son imprescindibles para la trama de la novela y todos son necesarios para lo que su autora quiere comunicar con ella.
Al terminar la lectura me quedé reflexionando sobre muchos de los temas que he indicado en mi introducción, y eso es algo que siempre disfruto muchísimo. Pero tengo que reconocer que con esta lectura también me quedé pensando en lo difícil que es narrar utilizando distintos estilos narrativos y, a pesar de eso, mantener al lector enganchado a las páginas del libro sin pestañear. Uau, requiere un esfuerzo grande por parte del escritor y del lector. Pero yo lo saboreé y lo agradecí, ya que me aburre a veces encontrar un estilo narrativo tan repetitivo y tan habitual.
Encontramos distintas voces y distintas formas de narrar (en tercera persona, epistolar, blog). No entraré en más detalles por querer que vosotros lleguéis al libro tan inocentes como yo: os aseguro que será la mejor forma de disfrutar esta forma de narrar y de disfrutar tanto de las partes que destacan por su armonía, como de las partes que destacan por su confusión.
Como la vida misma, armonía y confusión. ¡Me encanta!
«Lo que pasa sobre el cuerpo no son los años: son las mentiras, las pérdidas, las veces que se parte el corazón, los sueños, el sueño, el exceso de trabajo, la pena, la culpa»
Tengo que destacar los buenos momentos literarios que me ha dado el club de lectura que existe en la novela, grandes obras reseñadas por sus lectores y muy acertadas para profundizar en los personajes, en los hechos y en las situaciones que se van dando en Lo que arrastra la lluvia.
La intriga no deja de planear en todo momento a pesar de ocurrir otros asuntos que aparentemente no están vinculados a la resolución del crimen principal. Ay, ahora os quedáis con la duda de si hay o no más crímenes, ¿verdad? Puede ser, o no. Y os diré que el final me ha dejado un sabor de boca raro, no sé si algo se me ha escapado o si se ha precipitado demasiado. Ya me diréis vosotros si habéis leído este libro o cuando lo leáis, ¿vale?
Y qué placer encontrarme con Granada, muy reconocible para mi por haber vivido en ella muchos años. Granada lluviosa, mostrando sus plazas, sus calles, su gente y su magia y su altanería.
Leed esta novela y pensad que no debemos juzgar a nadie por el mal o por el bien, pensad que no existen grandes límites en la vida. ¿Y entre el dolor y la locura?
El amor siempre está, aunque la ira y la tristeza lo oculten.
«La ira nos pone en movimiento, nos empuja a mantenernos vivos para hacerle daño a otro. Para vengarnos de él. Carmen insistía en que la mayor enfermedad de nuestros días es esa adicción a la ira, que no es más que una forma de sobrevivir. El antidepresivo más barato que existe. Imagina una cebolla, Marina, me pidió la primera vez que vino a verme. Si quitas todas las capas y llegas al centro encontrarás la verdad. Y no hay más verdad en quien hace el mal que la tristeza. El resto son formas de protegerla, formas de no experimentarla. Y ese es el error. No sentir amor por nuestra propia pobreza y, como resultado, por la de los demás»
Men Marías (Granada, 1989) se licenció en Derecho y ejerció la abogacía desde los veintitrés años, especializándose en el sector mercantil. Debutó como escritora con la obra Pukata, pescados y mariscos, que fue galardonada con el Premio de Novela Carmen Martín Gaite 2017 y un accésit en el Premio Torrente Ballester 2017. En el género del cuento, ostenta un total de 28 menciones de ganadora y finalista en diferentes certámenes literarios españoles e internacionales. Además, es tutora de técnica literaria, novela negra y poesía en su ciudad. Su última novela es La última paloma (editorial Planeta) Premio de Novela Cartagena Negra 2022.
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