Tras toda una vida dedicada a la investigación y traducción de manuscritos antiguos, Jonathan Lyons parece haber encontrado el documento más valioso de su carrera: el pergamino de José de Arimatea. Se trata de una carta de agradecimiento escrita por el propio Jesucristo donde rememora la amabilidad que le profesó José de Arimatea cuando Jesús era niño. Además del valor intrínseco del pergamino, la carta posee suma importancia porque documenta una parte de la biografía de Jesucristo poco conocida, los llamados "años perdidos". Cuando Jonathan aparece asesinado en su casa, las sospechas recaen desde el principio en su esposa Katherine, enferma avanzada de Alzheimer y profundamente resentida con su marido por la relación extraconyugal que este mantenía con su colega Lillian Stewart. Con su madre imputada por el asesinato y sin ningún rastro del valioso pergamino, Mariah comienza a investigar por su cuenta al grupo de amigos íntimos de su padre, todos ellos estudiosos de la historia de la Antigüedad que pudieron sentirse tentados de poseer el pergamino. En este clima de desconfianza, traición y rencor, la aparición de un testigo que dice haber visto la cara de la persona que salió corriendo de la casa de Jonathan Lyons la noche del asesinato hará que el círculo de sospechosos se cierre cada vez más y que súbitamente la vida de Mariah comience a estar en peligro.
Los personajes Willy y Alvirah aparecieron por primera vez en No llores más, my lady, como personajes secundarios y tuvieron libro propio posteriormente, llamadoLas investigaciones de Alvirah y Willy. En total, han formado parte de 9 libros, siendo este el último. Son una pareja agradable y simpática a quienes les tocó la lotería y que, por afición, resuelven crímenes de gente cercana. Me recuerdan mucho a la gran Jessica Fletcher deSe ha escrito un crimen.
Lo mejor: Los capítulos son cortos y no se hace pesada.
Lo peor: No es que sea muy original o diferente del resto de las de la autora.