Un paseante, que da señales de ser bastante sabio, recibe susurros y murmullos de un arroyo que le llevan a desenterrar una extraña caja. Allí encuentra envueltos cinco frascos que contienen ungüentos con efectos mágicos. Cada vez que los usa le dan poderes especiales, y en principio benéficos, para entender, por ejemplo, las extrañas conversaciones de los búhos o las divertidísimas divagaciones de un gato. Diversas criaturas de apariencia amistosa están empeñadas secretamente en impedirle que acceda a ese mundo. ¿Qué historia tan extraña contienen estos cinco frascos para que estas criaturas no duden en lanzar el escalofriante ataque de la «bola de murciélagos», de acechar con la temible «columna de niebla» o usar sus artimañas como buhoneros fantasmales?
OPINIÓN:La historia de Los cinco frascos nos narra la travesía de un hombre que, guiado por los rumores de varios ríos, descubre un cofre con cinco frascos, los cuales según los va probando le van otorgando habilidades que van desde entender a los animales hasta ver cosas del pasado. Pero estos frascos no vienen solos, pues hay quienes quieren hacerse con ellos y está en manos de este hombre impedir que los obtengan.
M. R. James nos narra una fábula mágica que conquista la atención de los jóvenes y es capaz de atrapar a los no tan jóvenes. Mediante una historia llena de animales fantásticos, fantasmas y personajes solemnes, el lector tiene, durante toda la lectura, una sensación mágica que cautiva.La idea de Los cinco frascos fue concebida cuando M. R. James decidió crear una historia para su pupila, de quien se hizo cargo después de la muerte del padre. En esta historia, y como la conocemos al leer el libro, el autor tiene la intención de revelarle a ella cuánto oyó decir a los búhos y a otras criaturas, y cómo fue capaz de tal cosa. Así es como nos encontramos la narración, al ir leyendo el lector siente que es a él a quien se le está revelando el secreto de ese hombre, y mientras avanzan las páginas se va descubriendo cómo es que logró tal cosa. Con detalles interesante y una narración perfecta, M. R. James logra mostrar una gran imaginación y creatividad, con la cual crea a los seres más tramposos pero también a los más geniales y simpáticos.
Este libro, al haber sido publicado en 1922, tiene una narración cuidada y con un vocablo amplio y bien utilizado, mediante el cual se logra de forma eficaz una narración deliciosa. Por lo tanto, es de aclarar que muchas de las palabras que en el libro se encuentran, no son de uso común actualmente y pueden resultar desconocidas, pero no por eso deja de ser una historia bien hecha. Son contados los libros que he leído y que contienen una escritura como esta, pero he descubierto que espero en el futuro toparme con más de estas.Se le otorga el título de clásico de la literatura de fantasmas escrito para jóvenes, y es cierto, no solo por la fecha en que fue escrito, sino porque los fantasmas que presenta están dirigidos a un público joven y no a uno adulto con más experiencia y menos miedo, pero independientemente de eso sigue siendo una lectura para personas de cualquier edad que quieran darse la oportunidad de mantener vivo a su lector más joven. Cosa contraria para niños que recién comienza a leer o no tienen mucho de haber empezado ya que la escritura ya mencionaba puede hacer que deje de leer.
Los cinco frascos me recordó a Harry Potter, más que por la chispa mágica, por la creatividad que contiene, ya que ambos hacen uso de mucha imaginación, logrando transformar lo conocido en algo más atractivo y haciendo uso de los recursos que cada cultura tiene.
Me pareció curioso que la traducción viene acompañada de notas al pie que aclaran tanto la traducción y de dónde viene eso que el autor utiliza en la historia, así como el porqué. Más que hacer lenta la lectura, por un lado permiten conocer más de los recursos del autor y por el otro permite que los lectores jóvenes se mantengan estables y no se queden con dudas.
Los cinco frascos es una lectura corta llena de creatividad e imaginación, con una narración exquisita y una historia atractiva.
Ediciones UranoTwitter | Facebook
Sobre el autor:
Montague Rhodes James nació en Goodnestone (distrito de Dover en Kent, Inglaterra) el 1 de agosto de 1862. Obtuvo una doble mención honorífica en estudios clásicos en la universidad de Cambridge, ocupando luego en su escalafón los cargos de vicedecano, decano, vicerrector y, durante quince años, director del museo Fitzwilliam; en 1918 fue nombrado preboste del Colegio Eton. En 1930 el rey Jorge V le concedió la Orden del Mérito.El fruto de su labor académica es ingente: catalogó muchas de las colecciones de manuscritos antiguos de los colegios de Cambridge, fue colaborador de la Encyclopaedia Biblica y editor del Roxburghe Club. Falleció en sus aposentos del Colegio Eton la tarde-noche del 12 de junio de 1936.Aun sin resistir la comparación con su obra académica, son sus narraciones de fantasmas las que acabaron por darle la fama que nunca buscó. De ellas dijo en una ocasión: “Tengo entendido que a mis lectores les han producido algún tipo de placer; si es así, mi objetivo al escribirlas se ha visto cumplido”.