Una novela profunda, irónica e intrigante en la que aparecen temas actuales de nuestra sociedad
Por: Alberto Berenguer Twitter: @tukoberenguer
El protagonista principal es un joven llamado Javier que sufre un trastorno que le lleva hasta la provincia de Málaga, donde una mañana aparece en una de las playas malagueñas sin encontrar ningún tipo de sentido. En este lugar, comenzará a trabajar y vivirá experiencias novedosas para él, establecerá nuevas relaciones y conocerá a Lucía, en la que protagonizarán una de las historias de amor más pura y bonita que hacía tiempo no recordaba.
En Los signos del ocho disfrutaréis de la búsqueda de identidad de Javier, conocerás la existencia de dos personalidades del individuo, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente de forma rutinaria, y asociadas también con un grado de pérdida de memoria más allá de la falta de memoria normal. Al ser el escritor biólogo y divulgador ambiental, establece excelentes relaciones del protagonista con el medio ambiente. Además, las descripciones son realmente sensibles, tiernas y agradables para la imaginación. El lector, de igual manera que los propios protagonistas como Lucía, Ortega o Rafael, se sorprenderá con las dos personalidades tan opuestas de Javier.
Al principio de esta reseña destaqué los temas actuales que el autor ha querido plasmar en su obra. En ella el lector encontrará temas variados como los casos de corrupción, la burbuja inmobiliaria en la Costa Blanca y la Costa del Sol o los abusos ambientales y atrocidades sobre el medio ambiente, principalmente sobre la costa.
Sin duda, Los signos del ocho es un regalo para la literatura, para los malagueños y para todos los lectores. Una novela muy recomendada para leer en la playa con el sonido de las olas de fondo y así sentir la historia al cien por ciento. Disfrútala junto al rompeolas.