Hola, hoy reseño de nuevo pero sobre todo quiero recomendarte un libro. Leí que Los viajeros de la Vía Láctea es una novela generacional, melancólica, etc., pero yo añadiré que es un libro que tienes que leer. No es un libro imprescindible ya que no te vas a morir si no lo lees pero sin duda, pasarás un buen momento y si pasar buenos momentos con un libro, está en tu lista de cosas que hacer entonces, tienes que añadirlo ya, ¿qué digo? Leerlo ya.
Reseña de Los viajeros de la Vía Láctea.
Sinopsis:
En los años 80, Oscar soñaba con cambiar el mundo, la única ambición de Jorge era el dinero, David solo necesitaba canciones y porros, a Blanca le preocupaba la ecología y Javi fantaseaba con ser un escritor de renombre.
Tres décadas después, la vida no se parecerá demasiado a lo que imaginaron en su juventud. Entre ellos se cruzarán el amor y la amistad, el sexo y la lealtad, las relaciones familiares y los fracasos, los secretos y las traiciones, las sombras de la madurez y la muerte.
Divertida, sentimental, irónica y tierna,Los viajeros de la Vía Láctea es una novela generacional que también habla de nosotros. Será difícil que el lector no acabe por encontrarse consigo mismo entre sus páginas.
Los viajeros de la Vía Láctea es de estas historias bien escritas que tienen la virtud de perdurar en tu cabeza varios días y cuyas reflexiones se adentran y se inmiscuyen en tu hacer ya que el libro invita a la reflexión y a plantearse muchas cosas. Dicho esto parece que no hay mucho más que añadir porque ya he dicho lo que me gusta y una vez leí que lo verdaderamente importante de una reseña es decir qué te gustó y qué no y que todo lo demás, es decir, los prolegómenos: que si el argumento, que si la biografía, que si la foto no son más que añadidos sin importancia, ya que todo esto ya está en el libro y en cualquier página de Internet.
Y ya lo he dicho, ¿verdad? Pero para hacerle justicia al libro voy a desarrollar la idea un poco más.
A mí me ha gustado todo de este libro. El estilo de Fernando Benzo me agrada muchísimo así que leerlo ya de por sí es bonito. Por así decirlo, el viaje, la forma con la que nos cuenta la historia y con independencia de la misma, también se disfruta. Tiene una forma de escribir clara y bella. Ya había leído Nunca fuimos héroes y me gustó mucho el texto y el argumento. No podrían ser dos libros más diferentes y sin embargo, la pluma es la misma salvo que en otro formato y otra perspectiva. Hay muchos novelistas que se dedican a un solo género y Fernando Benzo me ha demostrado que puede escribir en varios registros.
Es cierto que es una novela generacional y melancólica. De hecho hay partes que me entristecieron, que me provocaron ternura, que me hicieron extrañar mi época universitaria porque uno añora aquello que fuimos. Algo así como que me gustaba ser joven y tener toda la vida por delante, sin cargas, sin todo lo que viene en la madurez aunque mi madurez también me gusta. No es que quiera volver atrás pero si que uno puede trasladarse momentáneamente a ese pasado, de joven con todo por delante, esa expectativa que todos tuvimos. Ya tengo 46 años y aunque hoy por hoy esto se considera joven o por lo menos, no se te considera viejo, si que es cierto que es imposible no identificarte con algunas cosas de las que habla este libro. No hablo de las ideas ni de lo que representó ser de esa generación de la que habla la historia, los llamados baby boomers. Yo no soy de esa generación pero creo que las reflexiones que se hacen trascienden a cualquier generación y época y por eso, cualquiera puede identificarse.
Hay un personaje que se pregunta si ¿ha vivido? Y esta es una pregunta que tal vez, todos deberíamos hacernos de vez en cuando. Por eso digo que esta novela trasciende a una generación en concreto pero también invita a plantearse cosas y a pensar si hemos vivido y si lo que hemos vivido, tiene algo que ver con lo que pensamos que queríamos y necesitábamos. Aunque también por eso, es una mirada hacia delante, como un acto de contrición, de revisión, de esperanza, etc. Es inevitable plantearse tras la lectura que si algo no nos gusta igual podemos intentar cambiarlo porque estamos vivos. Y, tal vez, si nuestro presente se acomoda a lo que queríamos o es incluso mejor, apreciarlo más si cabe pero, en cualquier caso, si no hemos vivido, pues hagámoslo. Por eso esta novela a través de la rememoración, ya que transcurre en el presente y en el pasado y que cuenta cosas que marcaron o que definieron a los protagonistas, está tan bien trabajada y enfocada por su virtud de plantear preguntas y aunque los protagonistas contestan, tú, como lector, también puedes responder, por eso decía que te hace reflexionar. Porque estas personas no vivieron grandes cosas ni gestas, bueno algunos tal vez sí, si no que tuvieron una juventud y una vida por delante como todos y al final, las preguntas son las mismas. Llegado el momento todos podríamos hacernos la misma pregunta. Por eso valoro positivamente cómo esta historia plantea cuestiones universales, a través de las vivencias de un grupo de amigos enseñando su presente pero también su pasado.
Otra cosa que me ha gustado es que habla de la AMISTAD en mayúsculas. La amistad, ese apreciado bien indispensable para nuestra felicidad y salud mental, está muy bien recreada en este libro. Y desde luego, no comete el error de hablar de una amistad perfecta e idealizada pero si del verdadero sentido de la amistad, aquel amigo, tal vez imperfecto, que siempre está allí.
Empezamos bien el libro cuando en las primeras páginas leí esto "...Pero entre Blanca y yo se había ido creando con el tiempo un vínculo que no dependía de la frecuencia con la que nos viéramos. Nuestra amistad había alcanzado, sin proponérnoslo, ese punto en el que uno no necesita que haya encuentros a menudo ni formar parte de la rutina diaria del otro para mantener vivos la intimidad y el afecto". Yo tengo una amistad así, de hecho todas mis hermanas y yo tenemos esta amistad con la misma persona, me sentí identificada y por eso le leí este párrafo a una de ellas y le dije, ¿Quién es? Y claro, me acertó. Hay un montón de cosas con las que me identifico en este libro pero también hay otras que no, obviamente.
La novela tiene algunos punto cómicos, irónicos, con los que me he reído y divertido aunque tiene un poso melancólico constante. Eso sí, la sensación tras la lectura es positiva, de buenas sensaciones.
Es una novela con banda sonora ya que habla también de la música de la generación y aunque muchas de las canciones de la playlist me gustan pues otras no, yo soy de otra generación y claro, también tengo mi personalidad, mi historia, mis vivencias y mis gustos personales, pero está muy bien la recreación porque cada generación apunta a un tipo de música y este libro también habla de esa generación y de sus expectativas.
Otra cosa que no podía dejar de mencionar es que valoro alto los personajes de esta historia, hablo de su desarrollo, de que están bien perfilados. Y ya voy a repetir algo que he dicho en otras ocasiones y es que no necesito empatizar para valorar un personaje de una novela, me basta con empatizar con alguna cosa pero entender ese carácter, no quiere decir estar de acuerdo. Leo a veces: "no podía empatizar con el personaje", bueno, para que me entendáis, pondré un ejemplo, yo no necesito empatizar con un asesino pero valoro que esté bien desarrollada su personalidad y aquí los personajes están bien hechos. Es cierto que en esta novela hay dos voces pero aparte de estos dos protagonistas hay más y todos ellos están realmente bien desarrollados, con independencia del protagonismo que tengan. A mí me ha gustado especialmente Jorge y su historia de amor y sin embargo, me identifico más con otros personajes pero con ninguno del todo.
En fin, confieso que no sabía cómo plantear esta reseña. Me pasa que, con algunos libros, me resulta difícil definir por qué me ha gustado tanto pero al final, creo que he podido trasmitir alguno de los motivos por los que valoro tan positivamente esta historia para todo lo demás, tendrás que leerlo. Me ha dejado muy buen sabor de boca, disfruté leyéndola y recordándola a través de esta reseña, también.
Muy recomendable.