Material sensibleNeil Gaiman (Trad. de Laura Fernández)SalamandraRústica | 400 páginas | 20€
Neil Gaiman es uno de los grandes escritores de fantasía en nuestros tiempos por grandes títulos como American Gods o Coraline, de los cuales me declaro un ferviente adorador. Nunca había probado al autor de Portchester en su formato corto, y la publicación de su última antología en castellano era la oportunidad perfecta. Desgraciadamente me llevo un sabor un tanto agridulce. Si bien reconozco que siete relatos me resultan memorables y solo por ellos merece la pena la lectura de la antología, el resto de las veinticuatro producciones paso sin pena ni gloria por mis garras lectoras, es más, ahora mismo unos días tras la lectura no consigo recordar de memoria la mitad de ellos hasta que veo el título en el indice. Eso sí, los que me atraparon me resultaron excelentes, y son los que en realidad se promocionan en la contraportada del libro. La antología se ha alzado con un par de galardones Locus 2016, uno de ellos a mejor colección y el otro por el relato Black Dog, el cual esta ambientado en el universo de American Gods.
Ilustración de la portada americana (Harper Collins)
No todos los cuentos de la antología son inéditos, la gran mayoría proceden de otras publicaciones anteriores del autor en otras colecciones, excepto la novela corta Black Dog. Esto hace que el conjunto de la colección se note como una autentica montaña rusa narrativa, con un compilado de diferentes producciones como poemas, relatos cortos y relatos, además de algunos experimentos que difieren temáticamente en su totalidad, pero que siempre tienen ese regusto de fantasía a que estamos leyendo algo de Neil Gaiman. No sé si mejora la experiencia lectora o no, pero me ha parecido interesante ir leyendo la breve introducción que hace Gaiman de cada relato tras leerlo, me ha resultado curioso en más de una ocasión su origen y a veces he comprendido mejor que quería desarrollar con dicha producción.
Lo difícil en esta reseña viene ahora, al no querer hablar ni destripar a nadie nada sobre ningún relato. Dentro de la colección hay que destacar cuatro excelentes obras, tres des las cuales son las que más paginas ocupan. En El caso de la muerte y la miel, Gaimannos lleva al universo de Sherlock Holmesemulando el estilo del propio Arthur Conan Doyle en una historia que vuela ante tus ojos y te mete de lleno en esa atmósfera londinenses del conocido detective. Otro excepcional relato ha sido el homenaje al Doctor Who con Las nada en punto, un relato sobre paradojas temporales basado en el undécimo doctor que me ha dejado con ganas de comenzar a ver la serie (guiño a Vanesa, Bandinnelli y Carbaes, que sé que me leen dando saltos ahora mismo). Una delicia es La verdad es una cueva en las montañas negras…, un cuento que te atrapa desde la primera página por la oscura atmósfera que destila, y por qué sabes que algo va a suceder. Por supuesto tengo que destacar Black Dog de nuevo, el relato ambientado en el mundo de American Gods supone un nuevo punto en la vida de nuestro querido Sombra.
Ilustración de portada en UK (Headline)
También tenemos algunas piezas más enfocadas a lo terrorífico, a generar malestar o simplemente a crear unas atmósferas perturbadoras como solo Gaimansabe hacer. En este término destaca Terminaciones femeninas, un relato del que no quiero contar nada pero que me género muy mal rollo al terminar de leerlo. Algunos cuentos tiran más a lo clásico del terror, como Mi última casera que no necesita más explicaciones que su nombre o Clic-Clac el sonajero, un cuento de terror infantil previsible pero muy disfrutable. También me gustaría destacar un relato más experimental como Naranja, contado todo a través de una entrevista donde solo vemos las respuestas y deja bastante a nuestra propia interpretación. Y para destacar finalmente La joven durmiente y el huso, que aunque ya había disfrutado anteriormente de la versión ilustrada por Chris Riddell, ha sido goloso rememorar esa vuelta de tuerca de dos cuentos clásicos.
Algunos relatos son formidablesVolver a vivir una aventura de Baldur SombraFantasía, atmósferas tenebrosas, paradojas temporales, visitas extraterrestres, …La introducción de Gaiman es magnifica
La irregularidad de la colección
Aunque al final de todo pesan más los buenos relatos como Black Dog, Las nada en punto, El caso de la muerte y la miel o La verdad es una cueva en las montañas negras…, algunos de los experimentos o relatos de Gaiman son poco memorables y solo consiguen que sigamos leyendo porque sabemos quién es su autor y que podemos esperarnos de ello. Aun así, puede ser una interesante puerta de entrada a Neil Gaiman para conocer algunos de sus temas habituales o narrativa en particular, pero no sería mi elección predilecta para ello porque no termina de reflejarlo por completo salvo con algunas excepciones.
¡Muchas gracias a Salamandra por el ejemplar!
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