La ansiada segunda parte de Cartas a una extraña que logra superar a su antecesora con una gran historia de amor
Por: Alberto Berenguer Twitter: @tukoberenguer
Portada de la segunda parte y última de ‘Cartas a una extraña’
Tras finalizar Cartas a una extraña, y a pesar de las numerosas lecturas que todavía tengo pendientes, no pude resistirme a leer su segunda parte: Mensajes desde el lago. De inmediato comencé su lectura. La historia había quedado inconclusa y –al igual que la protagonista– necesitaba despejar mis dudas.
Convencida de que nunca podría vivir un romance con el chico que escribía aquellas hermosas cartas de amor, Berta decide recuperar su antigua y rutinaria vida en Londres. Sin embargo, no tardará en percibir que su vida londinense carece ya de todo sentido para ella. Berta sigue sintiendo un vacío insalvable provocado por Saúl. ¿Quién le iba a decir a –nuestra ya querida y amiga– Berta que en tan solo unas semanas se enamoraría por primera vez de un chico y que lo haría a través de unas cartas? ¿Cómo se puede echar tanto de menos algo que nunca se tuvo? Es entonces cuando decide poner rumbo a Madrid para cerrar definitivamente las heridas del pasado. Pero a su vuelta, le espera algo más que una sobrina de nueve años.
En esta segunda parte, Berta descubre que el pasado todavía no ha quedado atrás. Al contrario, revive más que nunca. Tras unas primeras páginas dedicadas a recapitular todo lo acontecido en la primera parte –cosa que agradecerán aquellos que no la hayan leído– se da paso a una serie de revelaciones por parte de Alfonso –el detective que Berta contrató y quien adquiere un mayor protagonismo en esta segunda entrega– que harán que Berta se sienta –cuanto menos– desconcertada.
Mercedes Pinto Maldonado, narra tan magistralmente esta segunda parte como la primera. Si no fuera por la portada, pensaría que nunca cambié de libro. Realmente no me parecía estar sujetando otro libro, de no ser por el inicio: mucho menos lento y monótono que el primero.
La autora granadina acierta al narrarnos dos historias alternativamente en espacio y tiempo que acabarán entrelazándose. La historia de Berta se inicia un 14 de julio de 2014 en Madrid, mientras que la de Saúl data de un gélido 21 de febrero de 2007 en Washington. Ambas convergen el 5 de septiembre de 2014.
A lo largo de las 310 páginas que completan Mensajes desde el lago podemos interiorizar en los sentimientos y pensamientos más profundos de ambos protagonistas. Saúl deja de lado las cartas, pero no deja de escribir sus vivencias diarias en una libreta. Berta hace lo propio. Leer Mensajes desde el lago es como leer dos diarios personales y ya sabemos lo curioso que es el ser humano para estas cosas…
La aparición de nuevos personajes –Levi, Caroline…– aporta aire fresco a la trama, mientras que otros ya conocidos –Alfonso, Mary, Martin, Teresita, el propio Saúl…– adquieren acertadamente un mayor protagonismo.
Banner promocional de sus dos últimos libros publicados
Me ha sorprendido muy gratamente la capacidad de Mercedes Pinto Maldonado de conectar todos los hechos entre sí. Si ya es difícil hacerlo en un solo libro, hacerlo en dos y con la diferencia temporal y espacial me parece toda una hazaña por su parte. Se nota que la historia está muy bien trabajada y que, muy posiblemente, la autora ya tenía en mente fragmentar su historia en dos partes. ¡O en tres! Nunca se sabe…
Muchos son los momentos álgidos que contiene esta novela y que no puedo revelar aquí, por motivos más que obvios. Pero sí os indicaré algunos números: 15, 17, 25, 28, 31, 32. No, no es la combinación ganadora de la Bonoloto. Corresponden a los capítulos de mayor importancia –según mi juicio– para el transcurso de la novela, culminados por el número 32, que a estas alturas ya deduciréis que se trata del capítulo final.
Y hablando del final, Mensajes desde el lago finaliza de la mejor manera posible para el lector –y para alguien más–. Se trata de un final cerrado y redondo. Más que redondo, perfecto. Un final, sin duda alguna, a la altura de la gran historia de amor entre Berta y Saúl.
Mensajes desde el lago es una novela cargada de sentimentalismo, romanticismo… de amor. De ese verdadero amor que solo aquellos que lo hayan probado sabrán reconocer. El lector podría leer esta segunda parte sin haber iniciado la primera, pues la autora aporta los datos necesarios para no perder el hilo de la trama. No obstante, recomendaría que antes iniciéis la lectura de Cartas a una extraña, pues el encanto reside precisamente en el contenido de esas misivas de amor –y en la verdadera transformación de Berta– que solo podréis disfrutar en su primera entrega. Estoy convencido de que tras su lectura iniciaréis de inmediato su segunda parte: Mensajes desde el lago.
Desde este blog os recomendamos las historias de Mercedes Pinto Maldonado, una escritora que seguimos muy de cerca desde sus inicios, y es por ello que queríamos dedicar esta semana un gran espacio a esta escritora granadina. Porque sus historias realmente lo merecen.