Título:Mi hermana vive sobre
- la repisa de la chimenea
- Autora:Annabel Pitcher
- Nº páginas: 236
- Editoral:SIRUELA
- Precio:12,95 €
- ISBN:9788498415445
Me encantó que lo contara un niño, Jamie, hermano de aquella que estaba en la repisa y que tan mal me caía. Narrado casi en su totalidad en primera persona, algo bastante difícil pero que te permite, que te pongas del lado del protagonista casi desde el minuto uno.
Algo que me encantó, lo que más, fue el sentido del humor. Y sobre todo si se genera sobre temas desagradables como un horrible antentado terrorista y la muerte de una hermana.
Aparte del personaje principal, que evoluciona de una forma genial a lo largo de la novela. Los demás personajes, sobre todo el padre y la madre apenas pincelados, cierran el círculo del extraño mundo por el que transita James, que no sabe decir si tiene una o dos hermanas, que espera en la puerta a ver si se para delante el coche de su madre, y que por casualidades de la vida, se ha hecho amigo de una chica musulmana muy dulce, la que tiene que ocultar.
Podemos odiar al padre, por dejar a sus hijos, así, a la deriva, entre resaca y lucidez. Entre un no sé que hacer con mi dolor con la muerte de Rose, pero es que tengo dos delante, con los que tampoco sé que hacer.
Podemos odiar a la madre, por huir, por sentirse culpable, por dejar también a la deriva a sus hijos. Por no tener valor, para llorar todos juntos, para hablar de cómo se siente, para decir que quiere a sus hijos.
Pero Jas y Sunya son fantásticas.
Me fascina la relación entre los hermanos. Como se respetan, a pesar de la diferencia de edad, (Jas podría perfectamente ver a su hermano pequeño como un incordio y abandonarlo) como se apoyan, como hablan y se unen, como cuidan el uno del otro. Es precioso.
Sunya, tan respetuosa, sin prejuicios, sabiendo que a Jamie le pasa algo, sin preguntar. Animándolo a conseguir sus objetivos. Es una relación muy inocente y tierna.
Me acabo de acordar de Roger, el gato, reconozco que fue uno de los momentos más tristes.
En fin, que me ha entretenido y no porque sea un libro de humor, sino, porque hay que comprender que cada una de las personas, somos diferentes y todos afrontamos de forma distinta nuestro navegar por la vida. No se trata de buenos y malos. Se trata de sentimientos.
Crítica: Belén Valiente