Reseña | Mi peligroso duque, Gaelen Foley

TRAS UNA MÁSCARA DE CÓLERA E IRA SE ENCUENTRA EL MÁS DEVOTO Y ARDIENTE DE LOS CORAZONES...

Rohan Kilburn, duque de Warrington, es un hombre tan imprevisible como temido. Conocido como la Bestia por su feroz temperamento y sus instintos insaciables, quiere escapar de la maldición que desde hace generaciones pesa sobre su estirpe. Para ello, ha decidido renunciar al amor y ha entregado su vida y su destino a la misión secreta del Club Inferno.

Kate Madsen fue secuestrada y convertida en un inesperado obsequio para aplacar la ira del duque, pero Rohan ha sabido ver en ella a la inocente dama que hasta ese momento había vivido una vida tranquila.

Hombre de honor, Rohan jura protegerla y dar caza a sus captores, aunque para ello tenga que traicionarse a sí mismo y entregar su corazón a una hermosa rehén de la que nunca debió enamorarse.

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Como os comenté hace poco, leer a Gaelen Foley supuso toda una delicia y, por suerte, no he tenido que esperar demasiado para seguir deleitándome con su obra, así, Mi peligroso duque , la segunda entrega de su serie Club Inferno, me ha permitido conocer a un hombre curtido por la lucha que ha consagrado su vida a la guerra contra el mal. De esta forma, con una novela perfecta, que me ha hecho enamorarme aún más de su pluma, la autora nos trae a Rohan, un sicario bien entrenado que caerá rendido en los brazos de una menuda mujer que despertará todos sus instintos, pues Kate se convertirá en su luz, el faro que lo oriente a la felicidad y le regale un amor capaz de sanar un alma atormentada.

Rohan Kilburn , duque de Warrington , ha dedicado su vida a luchar contra la maldad que el Consejo de Prometeo intenta propagar por el mundo. Esta guerra que se extiende desde hace demasiado tiempo lo ha dejado sin el amor de una familia, pues sus padres murieron cuando él apenas era un niño y desde entonces su corazón se ha ido endureciendo a las emociones. Únicamente se ha permitido bajar la guardia con aquellos que se han convertido en sus hermanos de armas, hombres que junto a él forman la Orden de San Miguel Arcángel, una antiquísima hermandad que le ha permitido tener una razón para seguir adelante. Así, con muchas misiones a sus espaldas y el eco de los gritos de aquellos que ha matado, la paz conseguida después de vencer a Napoleón parece darle cierto margen de respiro, no obstante, desde sus propiedades lo reclaman para solucionar un problema que podría perjudicar a la Orden, un inconveniente que lo llevará a conocer a la mujer que parece estar destinada a romper la maldición que recae sobre su estirpe, una donde dejarse llevar por el amor significaría perder aquello que más le importa.

Kate Madsen tenía una vida tranquila donde su pequeña casa y sus libros eran todo su mundo, una existencia idílica que se vino abajo cuando alguien consideró que debía ser secuestrada y convertida en un singular obsequio para aplacar la ira del temible duque de Warrington. Ahora se encuentra prisionero en un castillo encantado a merced de un hombre con un temperamento feroz y unos instintos insaciables, sin embargo, su espíritu combativo no va a dejarse vencer sin luchar, ella que ha ido perdiendo a todos los que le importaban sabe que debe escapar y alejarse de aquel que despierta su más primitivo deseo. Así, no dudará en plantarle cara a La Bestia, un apodo que hace de Rohan alguien temido, con muchos secretos y un sentido del honor demasiado arraigado, pues no dudará en ayudarla cuando sepa toda la historia, una alianza un tanto peligrosa en la que Kate deberá enfrentarse a una pasión inesperada y un amor que podría romperle el corazón.

Hace mucho tiempo que Rohan aprendió a guiarse por sus instintos, ellos le han salvado la vida en demasiadas ocasiones y esta vez le dicen que Kate es solo una víctima de un plan que parece tejido por los prometeos. La muchacha y él han sido piezas de un destino que ha tenido a bien unirlos para descubrir uno de los mayores tesoros del Consejo. Así, ambos se encontrarán con una situación que los supera, ella no termina de fiarse de aquel que se ha erigido como su protector y el duque aún tiene que estar seguro de las intenciones de Kate, una relación inestable que no hará desaparecer la atracción que ha surgido entre ellos, un abrasador deseo que podría poner en peligro la misión. No obstante, nada será más fuerte que las emociones que han empezado a compartir, ni siquiera los secretos y el pasado podrán hacer que se desvíen de su camino, el tiempo juntos y los sentimientos los harán forjar una confianza indestructible que los llevará a enfrentarse a la aventura de sus vidas.

Gaelen Foley ha vuelto a enamorarme con otra de sus novelas donde el lector se sumergirá en una historia trepidante llena de romance, pasión, misterio e intrigas, una aventura que nos llevará a vivir una búsqueda del tesoro fascinante desde los páramos ingleses hasta las tierras más agrestes de Escocia. Sin lugar a dudas, esta segunda entrega me ha permitido disfrutar nuevamente de una prosa elegante, cuidada y sumamente adictiva, una narración en tercera persona donde la ambientación es tan importante como el lenguaje o la trama, ya que la puesta en escena del argumento me ha llevado desde un castillo encantado hasta la cubierta de un barco pirata, una sucesión de lugares donde nuestros héroes tendrán que descifrar los enigmas que se ocultan tras un viejo libro para hallar la clave que podría hacer caer al Consejo de Prometeo. En este nuevo libro volvemos a ver esa lucha del bien contra el mal que ya apareció en el anterior volumen, un tema recurrente que la autora sabe manejar a la perfección para mantenernos en vilo. De esta forma, volveremos a coincidir con viejos conocidos que ya nos deleitaron en Mi perverso marqués , Max, Daphne y Jordan serán unos secundarios excepcionales, los que mejor conocen a Rohan estarán ahí para tenderle una mano si fuese necesario. También seguiremos descubriendo la historia de Drake, el conde de Westwood despertará nuevamente nuestras dudas, pero al mismo tiempo irá demostrándonos que es digno de compasión por todo lo que le está ocurriendo, un personaje muy interesante al que me gustaría conocer más profundamente. No obstante, no podemos dudar de que la obra gira en torno a dos protagonistas muy carismáticos, Rohan y Kate son totalmente opuestos, pero en el fondo sienten la misma soledad, el destino los ha apartado de sus seres queridos y los ha hecho refugiarse en sus respectivas pasiones, para ella son sus libros y para él la Orden, sus hermanos y su lucha contra sus enemigos. De esta forma, el duque es un hombre temido, con un carácter endiablado que no sucumbe a los sentimientos, para él las mujeres y el sexo son una forma de obtener placer y desfogar esa intensa ira que acumula en su interior. No obstante, cuando conozca a la joven sentirá como su instinto de protección despierta y su sentido del honor la hará mantenerla a salvo, incluso de sí mismo. Kate, por su parte, se presenta como una mujer combativa que no le tiene miedo a nada, inteligente y perspicaz, sentirá que Rohan es su destino y el único que podría darle una vida de aventuras que la aleje de una existencia aburrida y gris. Una pareja muy intensa que sabrá sortear los obstáculos que el destino les tiene preparados, ellos afianzarán una relación basada en la confianza y en un amor nacido para romper una maldición y traspasar los límites de la pasión. En definitiva, una novela sobresaliente para todos aquellos que aman lo romántica histórica, una historia llena de pasión y aventuras que pone el listón muy alto para las siguientes entregas de esta fascinante serie.

Mi peligroso duque de Gaelen Foley es una deliciosa historia con un romance donde una maldición y la amenaza de un peligroso enemigo llevarán a Kate y Rohan a disfrutar de un amor intenso y complicado, marcado por las dudas y el miedo a la pérdida, ya que, un hombre que ha tenido que vivir con sus propios demonios deberá traicionarse a sí mismo para rendirse a la mujer que podría sanar su alma y ofrecerle la vida que siempre creyó prohibida.