La Esfera de los Libros || Agosto 2014
416 Páginas || Papel
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Esta novela está llena de chicas. Ellas llevan la batuta. De Nueva York a París, de la Borgoña a Londres o a Miami. Chicas que inventan, se encienden, aman. ¿Y los hombres? Ellos también están. Pero son las muchachas las que bailan, bailan, bailan. Ellas hacen volar su destino esplendoroso.
¡Y esto solo acaba de empezar!
Soy una gran defensora de las trilogías, y de las sagas interminables de las que se sacan libros y más libros. Me atrevería a decir, incluso, que disfruto más de una lectura que me gusta, si sé que habrá una continuación y podré seguir leyendo sobre la historia y sus personajes. Puede sonar a masoca, pero es la verdad. Sin embargo, nada de eso se cumple con Muchachas. Empecé a leerlo sabiendo que mucha gente de la lectura conjunta estaba algo perdida con los primeros capítulos. No he leido nada anteriormente de Katherine, por lo que no sabía ni conocía su anterior trilogía. Me pillo de sorpresa descubrir que algunos de esos personajes iban a salir en esta primera parte de Muchachas. Y el problema no ha sido que aparezcan, sino que lo hacen para nada. No he llegado a comprender porque los nombran si apenas hacen nada a lo largo de la historia. No son personajes necesarios, al menos para esta primera parte, por lo que no he llegado a entender que pintan. Creo que se han gastado páginas en ellos que bien podrían haberse usado para la verdadera historia de este libro.
Y esa historia es la de Stella, y su madre Léonie, una mujer maltratada para quien lo mejor de su vida ha sido tener a su hija. Una hija que también sufrió maltratos y vejaciones por el mismo hombre que torturó a Leónie durante años y aún sigue haciéndolo, su marido Ray Valenti. Un héroe para el pueblo, un ser monstruoso para los que de verdad lo conocen y para nosotros, los lectores. La historia de Stella y Léonie tiene fuerza, tiene consistencia y bien podría haber rellenado absolutamente cada página del libro. Sin embargo no lo hace, pero al leerlas a ellas olvidas los primeros capítulos. Es una historia de personajes fuertes, a su manera, que viven el día a día con miedo, pero lo viven. Stella ha sido el gran descubrimiento de este libro, y me ha encantado su personalidad y su manera de actuar, a pesar de todo.
Por otra parte, nos encontramos con personajes con los que aunque conectamos, también odiamos por su pasado, por callarse tanto tiempo y por no hacer nada por una mujer que lo merecía todo. Supongo que en una situación como la que se vive en el libro es complicado hablar y actuar, y uno no sabe qué haría viéndose en una igual, pero cuesta pensar que te quedarías al margen, como ellos.
Muchachas es una historia de maltrato, de superviviencia, de no perder las ganas de vivir y ser feliz aunque tu vida sea un infierno. Es una historia de superación y fuerza, de personajes complicados y fuertes, de esas que te encogen el corazón y te hacen sufrir. De esas que te dan ganas de meterte en el libro y ayudarles, porque crees que nadie más lo hará. Sin embargo no es un libro que haya disfrutado como debería.
La narración, no es de las que me enganchan de principio a fin, y ni siquiera sé muy bien decir por qué. Y si a eso le sumamos lo de los primeros capítulos y el final... Que ni es final ni es nada, es lo que provoca que el libro no me haya llenado, y dude si leeré las siguientes partes o no. Ya lo he dicho, soy amante de las trilogías, de los libros con varias partes, pero cuando el final de cada una es medianamente cerrado. Y eso no ocurre aquí. Y no es que te invite a leer la 2ª parte, es que la última línea te deja a medias totalmente, pero sin ganas de seguir por ese motivo. No tiene intriga para seguir leyendo, sino decepción por cómo se ha acabado. Sin más, como si de verdad faltarán páginas.
En resumen, Muchachas es un libro con una gran historia que podría haber dado mucho de si. Pero que ciertos aspectos provocan que se pierdan las ganas de continuar conociendo la historia de Stella y Léonie. Algo predecible incluso, dudo en si le daré una oportunidad al siguiente. Una pena.
- Recibir el amor que te dan es un arte.
- Que tu conoces a la perfección.
- He aprendido.
- ¿Y cómo se hace?
- Primero hay que aprender a quererse a uno mismo. Decirse que uno merece ese amor. Dite que eres una mujer fantástica.
Sorteo y Lectura Conjunta organzada por albanta, Laky y Tatty.Gracias a ellas y a a la editorial por el ejemplar.