“Esta novela está llena de chicas. Ellas llevan la batuta. De Nueva York, París, de la Borgoña a Londres o a Miami. Chicas que inventan, se encienden, aman. ¿Y los hombres? Ellos también están. Pero son las muchachas las que bailan, bailan, bailan. Ellas hacen volar su destino esplendoroso. ¡Y esto solo acaba de empezar!”.
Cuando tras leer la sinopsis de este libro y parecerme interesante para el grupo del Club de Lectura, decidí escogerlo juntamente con otros cuatro títulos y así optar a ser el libro elegido por los componentes del grupo para el próximo encuentro, no me imaginaba que me iba a encontrar con una nueva trilogía como la que ya nos había ofrecido esta autora hace un tiempo: “Los ojos amarillos de los cocodrilos”, “El vals lento de las tortugas” y “Las ardillas del Central Park están tristes los lunes”. Pero al contrario de lo que pasó con esta anterior entrega, donde los libros se podían leer independientemente ya que todos tenían un final que se ampliaba en la entrega posterior, en esta ocasión, al menos en este primer título, el libro acaba abruptamente en el momento más atrapador de la historia.En esta ocasión esta nueva trilogía se fusiona con la anterior introduciendo los personajes ya conocidos dentro de la acción de la nueva trama. Pero a mi entender esta fusión está cogida mucho por los pelos. La historia que nos presenta la autora podría perfectamente haberse desarrollado independientemente sin necesitad de mezclarlas, ya que por sí sola tiene suficiente fuerza como para captar completamente la atención del lector, es más, a mi me han sobrado los capítulos de los personajes anteriores porque no deja de ser más de lo mismo, muy repetitivo y sin nada nuevo que aportar a una historia en lo que ya estaba todo dicho, a no ser que en las siguientes entregas de esta nueva trilogía se aporte algo novedoso a la trama.
La historia central de “Muchachas” se centra en un problema muy actual y con mucha repercusión hoy día en todos los medios de comunicación: el maltrato físico y psíquico hacia las mujeres. Maltrato no solo machista: padres, hermanos, maridos… sino también propiciado por el aliento de otras mujeres, que en esta historia también se pone de manifiesto.
Katherine Pancol, con mucha destreza, ha sabido captar el fondo de este problema tan castrante y plasmarlo en una novela, tal es así que los capítulos protagonizados por Stella me han tenido totalmente enganchada, alborotando mis sentimientos. Leyendo me he sentido indignada y enfadada, y algunos de sus personajes han generado en mi un verdadero odio y otros mucha rabia, porque al ir desarrollándose la historia ante mi también asumía que en la vida real, y no solo en la ficción, estas cosas ocurren, que hay muchísimas mujeres que viven en silencio este verdadero calvario, cómo una manipulación psicológica o emocional es capaz de anular totalmente la voluntad de una mujer.
Es muy interesante la nota de la autora del final donde nos explica las razones del porqué de esta historia y no de otra cualquiera, donde la realidad a veces supera la ficción, y que ella a querido plasmar para poner ante los ojos de la sociedad lo que ésta esconde en su trastienda.
Un libro muy interesante de leer… pero que te deja con el aliento sobrecogido en la última página, la última palabra impresa se queda en pleno cenit de la historia, y te preguntas… la continuación ¿para cuándo?
Reseña escrita por Montse