Decir Isabel Keats hoy por hoy en el panorama de la novela romántica es nombrar a una de las escritoras que triunfan. Es sinónimo de buena novela (independientemente del gusto de cada uno). Pero desde que leí a sus adorables vecinos, siempre apuesto por sus historias porque soy consciente que me no me van a defraudar. Hoy toca Nada más verte su última novela publicada por Harlequín (HQÑ).
Título: Nada más verteAutora: Isabel KeatsEditorial: Harlequín (HQÑ)
Año: 2014Páginas: 178Sinopsis: El robo de unas ilustraciones antiguas y del famoso báculo pastoral de William de Wykeham del s. XIV obligan al director del New College de la Universidad de Oxford a pedir ayuda a Scotland Yard. La detective Taylor será la encargada de investigar el caso y, para que nadie sospeche de ella, Stephen Allen, un brillante aunque algo desastrado catedrático de Historia Antigua, se ve forzado a acogerla en su casa y a fingir que están emparentados. Las personalidades de ambos son muy distintas: él aparenta estar anclado varios siglos atrás, mientras que ella es una joven moderna, a la que nada se le pone por delante; y sus puntos de vista son tan opuestos que los roces entre ellos se suceden.
A pesar de todo, el impenitente solterón se siente cada día más cautivado por la detective, pero ¿y Georgina? ¿Qué es lo que siente en realidad por aquel atractivo profesor?
Reseña:Una novela en la que la autora divide la tensión entre la trama policial y la romántica. No es la primera vez que Isabel Keats se adentra en el suspense y los detectives, basta recordar su novela Abraza mi oscuridad (reseñada también aquí). La autora consigue captar nuestra atención y plantearnos el juego de descubrir al ladrón, mientras somos testigos de la relación, profesional en un principio, entre Stephen, catedrático algo chapado a la antigua, y George una detective moderna. Para completar la trama romántica aparece en escena la hermana de Stephen, y su afán porque éste encuentre una pareja y cambie su vida. Destacar la credibilidad del personaje de Stephen. Un catedrático de Historia Antigua, para quien sus clases, sus seminarios y sus publicaciones son lo primero de todo. Están por encima del resto de cosas. Esa imagen de erudito de Oxford es perfectamente creíble en todo momento. Si a ello le añadimos sus toques machistas en algunos momentos (sobre todo cuando habla con George en relación a la diferencia de edad entre ellos) pues tenemos al protagonista masculino ideal para ser el contrapunto de Georgina (George) Una joven detective que pondrá patas arriba la vida del profesor sin pretenderlo. Lo que en principio es una relación tirante, ya sea por motivos de trabajo, edad, o estatus, poco a poco va derivando en una relación más amistosa. No cabe duda que el roce hace el cariño, y aquí se aplica sin lugar a dudas. Esa relación de convivencia que experimentan los personajes hará que sus vidas cambien, hasta el punto de plantearse serias dudas acerca de la atracción existente entre los dos. Ambos personajes gozan de una complicidad que lleva al resto a preguntarle qué sucede entre ellos. No pueden evitar que salten chispas cada vez que están cerca, y la situaciones divertidas y comprometidas harán el resto. En algunos momentos los celos, y las preocupaciones que sienten el uno el por el otro les darán que pensar. La ausencia de la casa de George, hace que Stephen se sienta vacío, solo y se pregunte qué demonios le está pasando con George. Por su parte a ella parece sucederle lo mismo, y es que llegados a este punto ambos son conscientes de ese cierto grado de dependencia que ha surgido entre ambos. La parte policíaca de la novela está magistralmente conducida e incluida en la historia personal de ambos protagonistas. Pistas, enigmas, y sorpresas que al final llevan al lector a un desenlace emotivo.Pero que en todo momento parecen pasar desapercibidas porque el lector se centra más en el romance. Destacar que éste, pasa de la atracción física al cariño que surge entre dos personas que se ven obligadas por sus trabajos, a pasar demasiado tiempo juntas. Y es inevitable que surja al más que un mero deseo físico.
Personajes:
Stephen: Representa el prototipo de profesor universitario chapado a la antigua, y que no está dispuesto a abrirse a nuevas perspectivas. Le da miedo cambiar, desde su aspecto acorde a su profesión, hasta sus sentimientos, y su manera de pensar. Hay momentos en los que se comporta como un padre con George, cuando ella le dice que va a salir con tal o cual. Ese sentido de la protección no es sino su propio miedo a reconocer que se está enamorando de ella, y el miedo a perderla. Le cuesta mucho aceptar esos cambios porque va en contra de su manera de ser. Pero lo que no podrá evitar será enamorarse de George y arriesgarlo todo con tal de que ella no se marche de su lado.Georgina (George): Una mujer brillante, independiente, emprendedora que no le teme a nada ni a nadie. Le promete a Amanda (hermana de Stephen) que no va a enamorarse de él por mucho que Amanda insista. Pero el roce diario hará que poco a poco lo vea de manera distinta. Es más, creo que desde el primer momento que lo ve, advierte del potencial que tiene debajo de su anticuado aspecto. No duda en poner patas arriba la vida del profesor y para cuando lo hace se percata que comienza a sentir por él lo mismo que se prometió que no sentiría. Su estrecha colaboración con Stephen hará que tenga que arriesgarse tanto en su trabajo como en el amor. Es ingeniosa, divertida, pícara y una de las protagonistas femeninas más entrañables de la propia autora.
Nada más verte es una comedia romántica con dosis de suspense, que hará las delicias de l@s seguidr@s de Isabel Keats. Una autora que sabe plasmar la credibilidad de las relaciones. Una historia entrañable y divertida.