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Reseña: No culpes al karma por lo que te pasa por gilipollas

Publicado el 08 octubre 2014 por Irenefraile

Reseña: No culpes al karma por lo que te pasa por gilipollas

Sinopsis: Si estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título.¿Te gustaría decírselo a alguien?¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo?Y lo más importante: ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela.Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos... Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver...

Antes de nada, agradecer a la editorial Espasa el envío de este ejemplar.

Tenía muchísimas ganas de leer este libro y por fin llegó a mis manos. Cuenta la historia de Opinión personal: Sara, una chica que decide abandonar su carrera para dedicarse a lo que verdaderamente le apasiona que son las plumas (sí, suena un poco raro, pero no lo es). Cuando tenía 17 años se apuntó a una obra para llamar la Atención de Aarón, el chico del que estaba enamorada, y lo consigue aunque no de la forma esperada porque al final no consigue su ansiado beso.

Reseña: No culpes al karma por lo que te pasa por gilipollas

Ahora, trece años después, tiene un novio al que quiere, que la quiere y que vive en París porque está trabajando durante un año. Vale, quizá su relación no sea la más perfecta pero... ¿y qué? Su tienda, Como no, Ave del Paraíso , es su pasión. Tras un periodo de crisis, por fin consigue un gran proyecto para el que tiene que trabajar muy duro y desplegar toda su imaginación para dejar al público y futuros compradores alucinando. algo tenía que torcerse . Su padre va a vivir con ella, y también su hermana la supermodelo a la que la vida le sonríe sin esfuerzo y su guapísimo novio, con el que comparte un pasado y una guerra de almohadas...

Los personajes son un aspecto muy positivo del libro. Cada uno tiene una personalidad diferente y a pesar de eso encajan a la perfección. Aarón Humilde , un músico que está consiguiendo fama y admiradoras por todos lados, con un carácter muy positivo y que siempre estará dispuesto a ayudar a nuestra protagonista. Lu, hermana de Sara , una chica de 19 años, guapísima y modelo, acostumbrada a los halagos y decidida a asentar la cabeza. A veces este personaje me sacaba un poco de quicio porque está acostumbrada a conseguir lo que quiere y en ocasiones me parecía un poco pesada (a ver, tu hermana no vende nada, le sale todo mal, y tú erre que erre con tus cosas...)

Eric, el vikingo, bueno, sólo con el nombre sabéis que nos hará reír más de una vez. Un joven extranjero al que Roberto, el novio de Sara, lleva a España para encontrarle un trabajo.

Un libro narrado en primera persona , con muchas dosis de humor e ironía , con el que no podrás evitar reír. Una lectura fresca, divertida y diferente, pero a la vez una historia normal. Porque sin una gran trama salvo la vida de una joven de treinta años es capaz de enganchar al lector desde el principio.

Este es el típico libro (que de típico no tiene nada) en el sabes que tendrá un final feliz (porque si no ya es para pegarte un tiro) pero que siempre se tuercen más las cosas. Sinceramente la protagonista tiene tan mala suerte que una vez me entraron ganas de llorar.

Una de las cosas que más me ha gustado es que la protagonista no es una adolescente como suele ser en los libros a los que estoy acostumbrada. Sara es bastante madura aunque sería capaz de hacer mil locuras por el chico al que ama, y por sus plumas.

El final sin embargo me ha parecido algo precipitado y un poco surrealista pero me ha encantado porque por fin la suerte le sonríe.

Reseña: No culpes al karma por lo que te pasa por gilipollas


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