Chic · 15 Enero 2024 · Contemporáneo · 2º The Game Changers
Después de leer No eres mi Romeo de Ilsa Madden-Mills , me quedé con muchas ganas de disfrutar de la segunda parte de su biología The Game Changers . Pues bien, como habéis visto, no he tenido que esperar demasiado para tener en mis manos No eres mi alma gemela , un libro que me ha gustado incluso más que el anterior y donde he conocido a unos protagonistas con demasiadas inseguridades en cuanto a las relaciones personales. En esta ocasión, la historia viene a contarnos cómo Giselle, la hermana de Elena y a la que ya conocimos en esa primera entrega, intentará hacer malabares para seguir adelante con su vida y su carrera universitaria tras la ruptura con su ex, cuando su apartamento se incendie y, por circunstancias del destino, acabe compartiendo piso con el sexy Devon Walsh, el único hombre que parece no estar interesado en ella.
Giselle Riley se ha embarcado en el fascinante mundo de las citas, su fracaso con su ex novio Preston la ha llevado a buscar en aplicaciones por internet a hombres que tengan un mínimo de compatibilidad con ella. No obstante, hasta ahora ha sido un completo desastre y, si a eso le sumamos que sus estudios no van como deberían ya que su tutor del doctorado se ha empeñado en frustrar sus sueños, Giselle no sabe qué hacer para salir del agujero negro en el que se ha convertido su vida. Pues bien, si esto no fuera suficiente, el destino la pondrá a prueba una vez más, el bloque donde está su apartamento se incendiará y la joven se verá de la noche a la mañana en la calle y sin ningún sitio al que ir, algo que se solucionará cuando Devon, el mejor amigo de su cuñado y el hombre más atractivo que ha conocido nunca decida darle cobijo en su piso y ayudarla en todo lo que pueda.
Devon Walsh es el mejor receptor de los Tigers de Nashville, la estrella prodigio de la liga profesional de fútbol americano y un seductor empedernido que no se toma demasiado en serio las relaciones en las que se embarca. No obstante, también es un tipo protector y leal con sus amigos, por lo que, cuando Jack le pide que cuide de su cuñada Giselle mientras él no esté, no dudará en tomarse en serio su papel. Por esto mismo, cuando la chica se encuentre en dificultades tras el incendio en su apartamento, le dirá que se quede en su ático todo lo que necesite, un gesto desinteresado que traerá algunas consecuencias del todo imprevistas, ya que la joven es como un soplo de aire fresco para un hombre como él. Así, intentará que la convivencia sea lo más natural posible, pues no tiene por qué existir sexo en su relación y, mucho menos, sentimientos que acaben complicando su existencia.
De este modo, cuando Giselle esté en el peor momento de su vida encontrará en Devon a un amigo que cuidará de ella, la protegerá y le dará el apoyo que necesita, porque, no solo le ofrecerá su casa de forma temporal, también se empeñará en acompañarla y aconsejarla en las citas que tenga con otros chicos. Un acuerdo que deja fuera los sentimientos que ambos han empezado a sentir y que no podrán evitar cuando la relación se haga mucho más íntima, además, la atracción que comparten no es algo que les pille de sorpresa y el deseo no facilitará las cosas cuando los celos de Devon lo lleven al límite y muy cerca de romper esa promesa que hizo. Una amistad que irá traspasando todas las barreras y que les dará la oportunidad de conocerse más allá de lo que están sintiendo, pues ambos acarrean heridas del pasado que los hace diferentes a los demás, pero totalmente compatibles entre sí.
Ilsa Madden-Mills ha vuelto a conquistarme con esta novela, pues, si ya disfruté con la historia de Jack y Elena, aquí Devon y Giselle me han enamorado totalmente desde el primer instante, y eso teniendo en cuenta que la joven no me cayó demasiado bien en la novela anterior. Una pareja con mucha química que ha rozado la perfección en algunos momentos y con los que no he podido evitar reírme, emocionarme y compartir sus vivencias como si fueran parte de mí misma, algo que no hubiese sido posible sin esa forma de escribir de la autora, ya que volvemos a disfrutar de una prosa fresca y natural que viene acompañada por ese ritmo trepidante donde los diálogos entre los personajes se vuelven totalmente esenciales y la base de la obra. Una novela adictiva que me ha durado un suspiro gracias, como os digo, a esa forma fascinante de narrar que invita a seguir leyendo y a unos personajes que, tanto principales como secundarios, dan al lector la curiosidad necesaria para seguir conociéndolos. Por esto mismo, Giselle me ha sorprendido inmensamente, su personalidad arrolladora se alejaba bastante de cómo me la imaginaba en un principio, pues estamos ante una mujer muy inteligente que nadie valora, llegando incluso a menospreciarla. Ella ha sido siempre una joven introvertida con muchas ganas de caerle bien a todo el mundo, procurando ser la hija perfecta y la hermana ideal para cumplir las expectativas de todos, escondiendo así su carácter guerrero que solo mostrará cuando no tiene otra opción. Devon, en cambio, es el hombre sexy y carismático que sabe aprovecharse de su atractivo para gustar a sus fans, extrovertido y jovial, esconde detrás de esa fachada a un tipo inseguro y con mucho miedo a que le hagan daño. Él ha tenido que lidiar con el abandono desde que era un niño y eso le ha causado ciertos problemas en el plano personal, ya que no logra abrirse a los demás. De esta forma, que el destino los una será algo positivo para ambos porque encontrarán en el otro a un confidente, un amigo y, por supuesto, a un alma gemela que los comprenda y consiga darles aquello que les faltaba. Una relación que comenzará desde la más pura amistad y que evolucionará hasta el nivel máximo, pasando por una pasión intensa y arañando instantes donde desnudarán sus almas y desarrollarán un amor que los hará compartir mucho más que una vida juntos. Por último, me gustaría mencionar a los secundarios que están presentes en la obra, un compendio de personajes que, como ya vimos en la anterior entrega, vienen a poner ese toque de humor que tanto nos gusta a los lectores y que hacen que la trama sea mucho más dinámica y diversa. En definitiva, una novela que os recomiendo si habéis leído la anterior, pero también si queréis pasar unos ratos de lectura donde enamoraros de cierto futbolista que se meterá en demasiados líos sólo para cumplir una promesa que le hizo a su amigo cuando, lo que realmente desea, es fugarse con la mujer que le ha robado el corazón.
No eres mi alma gemela de Ilsa Madden-Mills ha resultado ser una novela divertida y fresca en la que veremos la historia de Devon y Giselle, una trama donde el destino tendrá mucho que decir pues gracias a un inesperado incendio ambos acabarán compartiendo la misma casa, afianzando una amistad que los ayudará a superar el pasado e intentando esconder unos sentimientos demasiado fuertes para estar ocultos, una pareja que verá como el azar los une para darles aquello que siempre desearon, un amor sincero, profundo y eterno donde las dudas y los miedos serán sólo un recuerdo del pasado.