Como habéis podido ver en el título, hoy traigo la reseña de No le hables mal de mí al niño. Un libro enviado por la editorial éride y del que tengo tantas cosas buenas como malas que decir. Aunque quizá, las malas sean solo por puntos de vista personales. ¿Comenzamos?
El libro nos adentra en la vida de Maribel, quien nos cuenta de primera mano su paso por el mundo, desde su infancia hasta el punto muerto en el que está atascada actualmente. Maribel siempre fue una chica rebelde, con un caracter muy fuerte e inmaduro que ni ella misma sabía controlar.
Conocío a su marido desde que iba en pañales, Carlos la cuidaba, jugaba con ella y la consentía en todos los aspectos posibles. Él nunca la vio como algo más que a una niña, nunca hasta que Maribel decidió jugar "al amor" y seducirlo en un parque. Carlos fue su victima.
Tras ello decidieron casarse y empezar una vida de pareja. Maribel a pesar de ver todo como un juego, amaba a Carlos. Lo quería como solo una adolescente de dieciseis años sabe hacerlo. El tiempo fue pasando y como era de esperarse, ella acaba embarazada y da a luz a un precioso niño llamado David.
Es en este punto cuando las cosas se complican en su vida. Maribel ya no está agusto con nada de lo que tiene. Está cansada de ser una ama de casa, de pasarse el dia limpiando y cocinando, y lo peor de todo, está aburrida de Carlos.
Hasta esta parte de la historia, había comprendido la mayoría de decisiones que ella había tomado. Sin embargo, es en este momento cuando ya dejo de sentirme identificada con ella. Maribel cambia radicalmente, de un momento a otro deja de pensar en Carlos, David y sus padres para pasar a pensar en ella misma y sus intereses. Lo único que le importa es no tener que depender de nadie y vivir aventuras. Le da igual dejar a sus padres, a su marido, a su hijo, nada es suficiente.
Aquí, Maribel sufre un gran cambio, una evolución que a mi parecer es un paso atras en su persona. Se vuelve caprichosa, poco comprensiva, pasota y sobretodo inmadura. Ella no piensa ni comprende, pero en cambio quiere que todos la entiendan y apoyen.Tras una vida "libre", el destino hace que regrese a donde empezó: a casa de sus padres.
Después de encontrarse a si misma y encontrar el verdadero amor, Maribel es arrastrada una vez más a lo que considera una vida mísera, se vuelve por necesidad una persona dependiente, lo cual creo que es su castigo.
En este punto ya no tiene a casi nadie a su lado: Carlos se a comprometido, sus suegros viven lejos, y su padre ha muerto. Solo le quedan su madre y su hijo, quienes a pesar de quererla han visto la clase de persona en la que se ha convertido, aunque el niño siempre con una visión más dulcificada.
El libro termina con una reflexión por parte de Maribel, en la que espera que su poeta Ireneo la vuelva a llamar para poder soñar con un mañana.
Esta novela me ha gustado mucho, pues a pesar de mis roces con la protagonista lo he disfrutado como pocos. Tiene una gran lección oculta y te hace ver como pueden cambiar las cosas de un momento para otro. Aunque en partes Maribel se me ha hecho insufrible tengo que admitir que si no hubiera sido tan extremista, la historia hubiera perdido mucho de su significado.