SINOPSIS:
El paso del Noroeste. El último mito de América que ingleses, franceses, rusos y españoles buscaron durante casi cuatrocientos años… Un español, Nicolas de Vallescá, pasa la vida en el mar en busca del mítico paso y documenta las expediciones con sus dibujos, que un buen día desaparecen misteriosamente del Archivo de Indias. Una apasionante novela que conecta el pasado con el presente y que nos permite formar parte de una de las mayores aventuras de la historia.
OPINIÓN:
Hoy os presento una de mis lecturas de verano que aconsejo tanto a los amantes de la aventura, como de la historia o intriga, por que todos estos géneros como mínimo, podemos encontrar en sus páginas.
La novela nos lleva a través de la excepcional aventura que durante siglos persiguieron muchos países, (la que comenzaba a ser la decadente España entre ellos), la búsqueda del paso del Noroeste, que conectaría una ruta con oriente, uniendo Atlántico y Pacífico.
El autor nos avisa al comenzar, que el libro está diferenciado en tres partes, que se irán intercalando sucesivamente. Por un lado las crónicas de Nicolás de Vallescá, personaje del siglo XVIII, dibujante y enrolado durante toda su vida con la marina española, encargado de ir dibujando todo cuanto viera a lo largo de los años y de sus travesías y mandando la información a España. Estos dibujos constituirán el botín que buscan todos los países porque parece ser que contenían cierta información… y no digo más.
Esta es la parte más amplia del libro y con la que más he disfrutado. Vallescá una vez ya retirado va contando su jugosa historia a través de epistolas enviadas a Carlos IV. Leeremos la sorprendente aventura de este personaje durante varias décadas, desde su niñez hasta su final, conociendo de primera mano las distintas peripecias que sufrieron. Ciertamente me ha gustado conocer esta parte en la historia de nuestro país, una historia que da muestras del poder que tuvo España en esa época, y que también me deja un mal gusto de boca por lo mal que se hicieron las cosas en un momento clave, que hubiera supuesto añadir las regiones actuales como California, Nevada, Utah, Nuevo México, San Diego… al dominio español, y que otros países supieron hacer mucho mejor.
Nos haremos una idea de las visicitudes que tuvieron que sortear una y otra vez en un terreno desconocido para ellos y sin medios, en ocasiones más preocupados en convertir a las gentes que poblaban las tierras por parte de los misioneros, que de empezar a formar un verdadero pueblo a partir del cual progresar.
La prosa en esta parte del libro me ha encantado, muy cuidada, aguda y precisa, con posos del siglo XVIII. Rica en matices y agradable de leer. Las descripciones del océano son preciosas por ejemplo.
Intercalado a esta narración iremos conociendo por un lado a diferentes personas que de una u otra forma tuvieron que ver con el Noroeste, que nos ampliaran aún más la visión de tamaña empresa, y por otro lado, ya en la época actual, los correos electrónicos que mantiene el personaje e investigador Liberto León, contratado para intentar descubrir el repentino interés de todos los paises por estos dibujos.
Un libro con el que he disfrutado recorriendo muchos lugares y viviendo aventuras sin tregua.
Como curiosidad el autor menciona las danzas del silencio, no sé si es una invención suya o realmente existían; imaginaros decenas de marineros durante meses sin ver a una mujer, el capitán se tomaba la libertad de que alguna vez corriera el alcohol más de la cuenta, y algún marinero se maquillara y vistiera de mujer…
El punto fuerte del libro: Muy buena documentación. Los acontecimientos en los que se basa, totalmente desconocidos para mi.
El punto menos fuerte del libro: Se echa en falta algún mapa y alguna descripción más a fondo de los paisajes tan exóticos.